domingo, 24 de junio de 2012

SU OBRA Y SU GLORIA

SU OBRA Y SU GLORIA

Domingo, 24 de junio del 2012

Uno de los resultados interesantes de haber pasado mi vida en el ámbito educativo, es que he ganado un prejuicio personal contra el muy bien aceptado proceso de calificar comparando el progreso de una persona en contra de otra.

Cuando mi vida estaba involucrada en la búsqueda de una carrera, hubo aquellos que trataron de adoctrinarme en el culto de la clasificación en curva, un sistema que conllevaba el comparar por medio de estadísticas, haciéndolas absolutas al calificar pequeños y grandes grupos de personas. Los instructores estaban por lo tanto obligados a no dar a más de un 7% de sus estudiantes la más alta calificación, y luego recibieron el mandato de dar a otro 7% la calificación más bajo posible.

Hubo una representación menor de los educadores que creían que el instructor debería establecer que nivel de conocimientos se debía alcanzar para poder ser recompensado con la calificación correspondiente. Personalmente encuentro que esta es una manera mucho más equitativa de calificar los logros de los estudiantes. Aquellos que contestaron más del 90% de las preguntas recibieron la calificación más alta, y luego calificaciones menores fueron asignadas a medida que el porcentaje de respuestas correctas disminuía.

Hubo un grupo aún más pequeño que abogaban por un contrato de calificación, donde cada alumno expuso sus expectativas para la clase y luego, al final de la sesión, se dieron asimismo una calificación basada en lo bien que completaron sus expectativas. Creo que la razón por la que pocos en la profesión aceptaron este tipo de calificación, es que se requiere más madurez de la que la mayoría de los estudiantes habían adquirido.

Incluso una investigación informal de los sistemas educativos de varias sociedades, revela rápidamente que los intentos para que todos logren "todo lo que pueden llegar a ser" raramente han, si es que alguna vez, satisfecho las necesidades de todos los que han sido alumnos de esos sistemas, resultando en que la mayoría de la población de la tierra terminan contentos su informal o formal proceso de aprendizaje muy por debajo de sus capacidades.

Algunos de los contribuyentes de los fracasos colectivos de esos sistemas son:

Muchos estudiantes han dejado el sistema tempranamente, sintiéndose inadecuados debido al constante refuerzo negativo.

Los estudiantes frecuentemente se encontrarían puestos en situaciones que van más allá de sus capacidades, debido a la filosofía de que "cada uno debe ganar un trofeo' que ha invadido muchas de nuestras paredes cubiertas de hiedra.

Poner las expectativas de los estudiantes en el mínimo común denominador, dejando a algunos estudiantes mirando el movimiento de las manecillas de los relojes con los ojos nublados por el aburrimiento.
Sé que todavía estoy en el proceso de llegar a una conclusión sobre el asunto, pero por ahora, he concluido que va más allá del alcance de los mortales el diseñar un sistema de clasificación uno al otro, que lograra un equilibrio correcto entre el negativo y positivo refuerzo, y de ese modo ayudar a todos a convertirse en "todo lo que pueden ser."

Todos los profesores se ven obstaculizados por su limitado conocimiento de:

La base sobre la que cada estudiante está construyendo.

La velocidad con la que cada estudiante es capaz de comprender los diversos conceptos en varios campos.

El nivel potencial y realista en el que cada estudiante pueda dominar un tema.

Creo que fue un acto de la providencia que alineo las estrellas para que sólo hubieran unos pocos años durante mi carrera profesional, cuando me vi obligado a juzgar el estudiante que llenó las sillas de mis clases. Contare como una bendición que la mayor parte de mi vida no tuve que poner una estrella, una carita sonriente, un porcentaje o una letra del alfabeto en la tarjeta de calificaciones de un estudiante.

Ahora que me he retirado del estar de pie detrás de un podio, y de controlar la tiza o un marcador mágico en un salón de clases, he tenido tiempo para reflexionar sobre el 'estímulo' que puede más eficazmente ayudarnos a todos a ser más constantes en nuestro progreso y por lo tanto acercarnos mas al logro de nuestro potencial personal.

CONTINUARA

domingo, 17 de junio de 2012

DE TAL PALO, TAL ASTILLA

El reloj de arena se ha movido muchas veces, pero la milagrosa memoria tiende rápidamente un puente entre las décadas y los días cuando él fue presentado por primera vez al público. No parece importar si el observador era un amigo, un familiar o un conocido, o que estuvieran hablando con bondad, con orgullo o con indiferencia, uno tras otro comentó que él era la estampa de su padre. Ahora, con el paso de los años, él bebe se ha convertido en niño, hombre, padre y ahora abuelo, y quien se pregunta cuanto hay del padre en el niño.

Montones de evidencia se amontonan más y más profundamente sobre los hombros de las generaciones mayores, mientras pruebas, casi diariamente, demuestran cómo las acciones y el carácter de los padres caerán sobre sus hijos. Parece que minuto a minuto se nos recuerda que no solamente influimos en nuestros hijos por las cosas que hacemos, pero igualmente por esas cosas que no hacemos.

Sobre las piedras, donde el dedo de Dios escribió los mandamientos que se convirtieron en el fundamento de la Ley, uno se destaca por haber sido dado con una promesa. Los hijos de Israel serían capaces de extender sus días sobre la tierra que el Señor les había dado con la condición de honrar al padre y a la madre. A través de la práctica y el precepto hemos llegado a entender que el honor es una de esas cualidades que se deben recibir antes de poder ser dadas. El padre sabio que realmente siembra las semillas al honrar a sus hijos, recibirá abundante honor en el día de la cosecha.

Curiosamente, mientras la búsqueda de los 'por que' de nuestra experiencia mortal se expande, nos aproximamos a entender la relación de causa y efecto entre el mandamiento de honrar unos de otros, y la promesa dada por nuestro omnisciente Padre Celestial. Nos damos cuenta de hay una relación muy clara entre la autoestima de un individuo generada por el flujo libre de honor y respeto familiar, y la calidad y longevidad resultante de su estadía en la tierra.

Si, como padre, considero cuidadosamente cómo trato mi cuerpo y los elementos que elijo para devorar, yo en gran manera determinare los subsecuentes hábitos alimenticios de mis hijos. A medida que jugamos, trabajamos y crecemos juntos, sentaremos las bases sobre las cuales las generaciones construirán sus vidas. Ladrillo a ladrillo estamos construyendo un estilo de vida donde los hijos serán dueños de sí mismos y su medio ambiente, o esclavos de las incontrolables persuasiones del mundo.

Las habilidades de nuestros hijos al utilizar el don del lenguaje, ya sea usando sus palabras para describir las bellezas de la naturaleza con frases poéticas o como una herramienta para la sociedad burlona o degradante, será en gran medida, un reflejo de la comunicación que han escuchado de sus padres.

Mientras los hijos se enfrentan a los problemas de la vida, los miraran como oportunidades u obstáculos, dependiendo si han sido testigos de como la madre y el padre crecen con cada problema que se resuelve rápidamente, o si los ven agobiados por una acumulación abrumadora de cargas, mientras las olas de la vida emergen y disminuyen durante sus años formativos.

A medida que el vidrio se vuelve menos obscuro y la visión mejora, somos capaces de ver que no sólo nuestros niños tienen una tendencia a tratar a los demás de la manera en que han sido tratados, pero sus decisiones concernientes a los principales propósitos de la vida pueden ser un resultado directo de la falta de determinación de un padre, o el rechazo de lo que es verdadero, o el caminar constante sobre los caminos de la verdad y la luz.

¿Por qué debemos desesperarnos al darnos cuenta de la rapidez con que el niño se convierte en lo que el padre ha sido?

¡Levántate!

¡Oh glorioso pensamiento!

¿Qué comprensión tan maravillosa!

¡Qué tremendo poder para lo bueno!

Todo lo que yo quiero que mi hijo sea simplemente tengo que serlo. Una vida de integridad, de sabiduría, de alegría, de consuelo, de paz y armonía, puede ser suya si los hago parte de mi diario caminar.

Padres, aquí yace nuestro legado de riqueza, amorosamente dado a quien recibió a ese niño con honor indescriptible, quien cuando los días de crianza hayan pasado, orgullamente podrá proclamar: "Yo soy como mis padres, tu sabes."

domingo, 10 de junio de 2012

RELACIONES

Cuando se añade música a las palabras, parece haber un aumento en el significado del tema y un mayor impacto sobre el oyente. Esta bien puede ser la razón por la que el rey David eligió dramatizar sus pensamientos añadiendo el arpa y la flauta a sus palabras, y las puso en Salmos en vez de sermones. Es fácil entender por qué Alma, el hijo de Alma, deseo tener como ayuda el lenguaje de los ángeles para proclamar el evangelio a todo el mundo.

Como nunca he tenido la ventaja del talento musical, he tenido que contentarme con confiar en el tema para poner significado a mis pensamientos. Mientras las experiencias de la vida se han multiplicado, un tema se ha vuelto cada vez más importante y me ha convencido de que de todo lo que hacemos en la vida, nuestras relaciones pesaran mas sobre la balanza de la justicia.

David cantó:
Con arrogancia el malo persigue al pobre; llena esta su boca de maldición, y de engaño y de fraude. Se sienta al acecho en las aldeas; en los escondrijos mata al inocente. El justo es el que prevalece sobre su lengua, que no calumnia, que no reprocha a su vecino.

Juan, el apóstol llamado el amado, enseñó:
La capacidad de amar a Dios a quien no hemos visto depende de nuestra capacidad de amar a nuestro prójimo a quien hemos visto. Uno que profesa amar a Dios sin dejar de odiar a su prójimo es un mentiroso y la verdad no está en él.

Santiago, uno de los hijos del trueno indica:
Hay una fuerte relación entre la forma en que le hablo a mi hermano mortal y mi habilidad para comunicarme con la Deidad en la oración.

Benjamín, el rey y siervo demostró:
El verdadero servicio a Dios sólo se puede lograr a través del servicio a nuestros semejantes.

Incluso una búsqueda breve en las Escrituras nos deja con pocas dudas. Que gran parte del grado de la calidad de vida que eventualmente disfrutamos en nuestra existencia post-mortal, será determinado por la forma en que manejemos nuestras relaciones con nuestros compañeros de estadía durante nuestro tiempo en la tierra. Nuestro nivel de dignidad puede ser determinado, no tanto por el quebranto o la consagración a los mandamientos escritos en tablas de piedra, y más por las palabras que han causado que el corazón de nuestro vecino se llene de gozo y consuelo.

Las palabras de advertencia del Señor acerca de no pensar en el mañana y lo que podría traer, asegurándonos que este dia traiga su propio afán, nos dan a entender que nuestra eternidad no será más que una extensión eterna de nuestro caminar diario. Las palabras que hablo, las canciones que canto, los pensamientos que tengo, las cosas que hago no son más que los pasos actuales en mi camino eterno.

Boyd K. Packer dijo que cuando él comienza su dia, pide al Señor que lo ayude a ser sensible a las personas que contacta para poder llegar a conocer sus necesidades, y ser consciente de cómo él podría ser capaz de servir y edificarles.

¿Podemos imaginar la maravillosa transformación que tendría lugar en nuestras relaciones, si cada uno de nosotros tuviera que enfrentar nuestro día con esta oración en nuestros corazones y luego salir resueltamente a esforzarse por cumplir los deseos de nuestra oración?

Yo no tengo que esperar. Poco importa si solo un alma se esfuerza por mejorar hoy la vida de su vecino. Estoy convencido de que si elijo vivir mi vida tratando de tener relaciones que edifican, fortalecen y brindan gozo a los demás, la maldad disminuirá, y un poco de justicia se mantendrá en su lugar.

Si una oración universal existiera, sospecho que incluiría a la familia humana añadiendo sus peticiones a las de Elder Packer, que seamos impulsados por esta magnífica obsesión de poner nuestros pies en el camino hacia la máxima felicidad, que las canciones de bondad puedan echar raíces en más y más corazones, empiecen a expandir el alma, transformando actitudes y acciones, que la humanidad incondicionalmente empiece a interactuar en una forma bondadosa, compasiva y de verdadero amor a todos nuestros vecinos.

domingo, 3 de junio de 2012

EJEMPLOS QUE INSPIRAN

Recientemente volví a leer un artículo que había archivado en 1964. El artículo me dio a conocer a Máxime Ziegler, doctora en psicología, con las siguientes palabras: "Ella no solo podía graduarse de la escuela secundaria, ella tenía que ser el estudiante con las notas mas altas, ella no podría solamente estar entre los primeros 35 de los 3500 graduados de la Universidad del Sur de California, tenía que ser Phi Beta Kappa, ella no solo podría cocinar, ella tiene que ser gastrónoma, ella no se solamente borda, ella teje”.

Tres meses después de que la doctora Ziegler diera a luz a su primera hija, instintivamente sabía que algo andaba mal con la vista de su bebé. Los médicos informaron a los felices padres que su hija había nacido con una forma hereditaria de cáncer que trae como resultado la retinoblastoma. Esta herencia vino de una madre que había negado a someterse a la pesadez de esta misma desventaja lo largo de su vida.

Una vez más, enfrentada a lo que parecía ser un desafío insuperable, esta madre ciega y un padre igualmente dedicado, concentraron sus energías en acciones positivas y se zambulleron en el laborioso proceso de dar el estímulo provisorio para una hija nacida en un mundo de obscuridad. "Lo que un niño ve a través de los colores, se lo damos con la sensación de las cosas. Ella era alerta, consciente, cercana a tener la inteligencia de un genio.

"Bajo el amoroso, cariñoso, tierno, y paciente cuidado, la niña creció y a la edad de dos años tenia nociones de Inglés, español, alemán y francés. A los tres años podía conjugar los verbos en cuatro idiomas. Con bloques especialmente numerados, ella podía hacer divisiones largas antes de empezar el primer grado.

Incluso mientras escribo estas palabras una sensación de hormigueo sube por la parte posterior de mis brazos, continúa hasta el cuello y se empiezan a humedecer los párpados inferiores. A lo largo de mi vida me he deleitado y emocionado con historias como esta. Las historias de gente a las que considero verdaderos héroes, que se enfrentan a las pruebas de la vida y no sólo pasan sobre ellas, sino que se someten a ellos y salen victoriosos.

Máxime Ziegler fue un ejemplo vivo del creer en 'Yo puedo', y ha llegado a inspirar e infundir en otros, como yo, un deseo de obtener este atributo. Un pequeño párrafo del artículo, en particular, hace que mi corazón vibre de gozo. "Cuando la madre dice," luces apagadas ", dos niñas (sus otros dos hijos completaron la familia por medio de la adopción) chillan encantadas y se acurrucan en la cama para la continuación de la lectura, mientras los dedos ciegos de Evalinda danzan sobre las palabras

"Aquí es donde realmente me siento inspirado, de que a través de la persistencia, la diligencia y la determinación, algunos en el mundo van más allá de las barreras de la vida y vencen esas desventajas, y convierten lo que parece ser una desventaja en una ventaja, debilidades en fortalezas.

A diferencia de muchos de nosotros, la ceguera de Evalinda se convirtió en una fortaleza que le dio una envidiable habilidad para enfocarse y concentrarse.

En los recitales de ballet, los bailarines principiantes mantienen sus ojos en Evalinda cuando la confusión trae dudas sobre el próximo paso. El mundo visto a través de sus restantes cuatro agudizados sentidos, parece más brillante y más fascinante que lo que la mayoría de nosotros vemos con nuestras plenas facultades, que pueden haber sido apagadas por la apatía y las distracciones.

No hay duda, ejemplos como el de Zeigler me hacen reflexionar sobre los principios guiadores, que han iluminado sus pasos y han contribuido a la integridad y a la realización de sus vidas.

Y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes, y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mi; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos. (Éter 12:27)