El egoísmo se opone a las buenas interacciones.
Solo se necesita una persona para lograr que una relación sea exitosa.
El llevar la cuenta y el balance de las acciones de otros nunca nos llevará a ser uno.
Las relaciones que se basan en cosas efímeras, cosas que complacen los sentidos físico-temporales-mortales nunca serán eternas. La felicidad cuya dependencia se nutre de otros será incontrolable e inconsistente.
El grado de felicidad que disfrutemos dependerá del nivel de los principios que vivamos.
El grado de felicidad que gozamos es un indicador de nuestro progreso en las vías de la rectitud.
Las relaciones que se basan en los principios edificantes de los atributos celestiales eleva el nivel de felicidad.
Tal vez la tarea más importante que tengamos en la mortalidad sea construir relaciones edificantes con los demás, basadas en los principios de rectitud.
Cada vez que una persona está a punto de desarrollar una relación más basada en los principios edificantes de la rectitud el mundo da un paso más hacia la meta de convertirse en una sociedad de Sion.
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LA INFORMACIÓN SE ACUMULA COMO CONOCIMIENTO
EL CONOCIMIENTO DEBE CONVERTIRSE EN ENTENDIMIENTO
EL ENTENDIMIENTO DEBE SER PUESTO EN ACCIÓN
LAS ACCIONES DEBEN REPETIRSE PARA QUE SE CONVIERTAN EN HÁBITOS
LOS HÁBITOS CAMBIAN EL CARÁCTER
EL CAMBIO A UN CARÁCTER RECTO ES EL PRELUDIO A NUESTRA NATURALEZA ETERNAL
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domingo, 28 de julio de 2013
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