domingo, 26 de marzo de 2017

PLAN DEL PADRE CELESTIAL

Nunca me he considerado algo más que 'un investigador en tiempos de necesidad'. Siempre admiré a aquellos que fueron capaces de sumergirse en un tema hasta había agotado cada palabra disponible o revelación que había sido escrito acerca de él. Pero, por desgracia, distintos de escribir mi tesis para mi maestría y mi tesis de mi doctorado, no creo que había alguna vez arañado más que la superficie de cualquier objeto más allá de la necesidad inmediata de estar preparados para enseñar la siguiente clase que enseñando.

Durante el año pasado, he visto Kathleen leer y releer a veces los discursos de los primeros líderes de la iglesia restaurada en el Journal of Discourses. Comenzando con la primera charla en el volumen uno y continuar adelante con el objetivo de leer cada charla en todos los 26 volúmenes, a menudo he tenido el pensamiento pasar por mi mente, 'nunca pude hacerlo'. Siempre he sido consistente en ser 'un investigador en tiempos de necesidad', con mi uso del Journal of Discourses así como tuve con todos los recursos durante mi vida. Cuando yo quería saber lo que los Hermanos Temprano de la iglesia habían dicho sobre un tema, fui al índice y luego exploró los discursos que habían abordado al tema.

Con esa explicación agotadora y confesión de uno de mis muchos defectos, ya introduzco mi tema del pensamiento de esta semana.

Tiempo ha borrado los estímulos exactos que me hizo en lo que los Hermanos Temprano había dicho sobre el principio de Armonía y Unidad, pero recuerdo que era con cierta frecuencia que utilizan estas palabras con respecto a sus enseñanzas sobre cómo maximizar los beneficios del Plan del Padre Celestial.

Todos entendemos, puesto que la confusión no puede ser parte de Su Plan, puede haber sólo un plan que prevé la variedad independiente de caminos cada uno de sus hijos tomarán y pasear por aquí y allá durante las etapas de su existencia, con excepción de Su Hijo Unigénito en la carne,.

Ya que estoy casi seguro que estas palabras serán leídas solo por los quienes están en la segunda etapa de nuestra existencia, cariñosamente llamado mortalidad, me voy a limitar mis pensamientos a cómo Su Universal y Eterno Plan se aplica a nosotros en nuestra condición actual y lo que entiendo que el principio de la Armonía tiene que ver con nuestro progreso en esta etapa de ser probado.

Aunque, como dije anteriormente, hay un plan de los profetas a lo largo de las edades han utilizado varias palabras descriptivas al hablar de Su Plan. Los profetas a través de las edades han hablado sobre los puntos de su Plan de varias maneras. Se ha referido a como el Plan de la Felicidad, el Plan de Salvación y el Plan de Exaltación.

Para nuestros propósitos este Dia de Reposo vamos a usar estos sub títulos para Su Plan como ahora los defino.

Plan de la Felicidad – Los principios y doctrinas que cuando nos viven, maximizara nuestras posibilidades de felicidad durante mortalidad.

Plan de la Salvación – Los principios y doctrinas que me ayude a calificar para los beneficios entera de la Expiación de Jesús el Cristo.

Plan de Exaltación – Los principios y doctrinas que me ayudará a conocer a Dios y aumenta mi deseo de ser como El.


PLAN DE LA FELICIDAD

Si creemos que somos un duelo ser, una parte un cuerpo de espíritu lo cual es un hijo la Deidad y el otro un cuerpo físico nacido de padres mortales;

Si creemos que nuestro cuerpo espíritu progreso y pasó su primera etapa de la existencia, al menos a un grado suficiente haber ganado paso a su segunda etapa;

Puesto que sabemos que la miseria, los conflictos y disentimiento están antitéticos a la felicidad, y la porción espíritu de nuestro ser ya ha demostrado hasta cierto punto por aceptar y convenir a vivir el
Plan del Padre Celestial;

Debe ser un Plan para guiar la parte mortal de nuestro ser en Armonía con el estado de nuestro cuerpo de espíritu premortal.

Ya que, si se deja a cada individuo para determinar 'el mejor' camino para nuestro viaje mortal, terminaría con miles de millones de caminos, debe haber un camino Universal e Eterno.

Por lo tanto, es el Camino de la Felicidad, lo cual lleva mi cuerpo mortal en Armonía con los principios y doctrinas del evangelio que el espíritu sabe que es verdad y ha elegido para vivir. Así estarán eliminados los conflictos y disensiones entre las dos partes de mí ser lo cual me hace tener miseria de alma. Y habrá conseguido felicidad.

PLAN DE SALVACIÓN

Si fuéramos una isla y todos vivíamos solos en nuestra casita de cristal, el Plan de la Felicidad lo que se refiere a la Armonía, sería el final de los extremos de Su Plan. Sin embargo, puesto que nada de eso es cierto debe haber más del Plan del Padre Celestial de poner mi cuerpo mortal en Armonía con el cuerpo de mi espíritu por haber vivido los principios y doctrinas.

Tiene que haber una razón por qué el Salvador enseñó que además de amar a Dios, si quisiéramos vivir todos los mandamientos, además tuvimos amar a nuestros vecinos verdaderamente y en esta manera estaremos viviendo todos los mandamientos. Creo que era deseo del Salvador para consolidar ese concepto en todos nuestros corazones al darnos su último mandamiento 'amarse unos a otros'.

Debería ya ser obvio donde voy, pero tener conmigo en toda paciencia. Como traigo Armonía a todo mi ser es esencial para la felicidad, entrar en Armonía con mi vecino al eliminar el descontento, disentimiento y división se convierte en el principio de la vía de obtener todos los beneficios de la Expiación.

Es cierto que el Salvador mediante la suma de las calificaciones para recibir todos los beneficios de ley proveído por Su Expiando, dijo que debemos amarnos unos a otros. He llegado a creer que El fácilmente podría haber dicho, es necesario que vengas en Armonía uno con el otro intentando ayudarse a caminar al 'Mi Camino'.

Por lo tanto, la esencia del Plan de Salvación es que igual que buscamos felicidad trayendo nuestro cuerpo espiritual en Armonía con nuestro cuerpo mortal, para recibir todos los beneficios de la Expiación del Hijo de Dios, también debemos estar poner en práctica el acto supremo de amar a nuestro prójimo y ayudarle a venir a Cristo y así todos nosotros ponemos en Armonía uno con el otro.

PLAN DE EXALTACIÓN


El Profeta de la restauración, Joseph Smith, enseño en las Lectures on Faith, que es esencial para conocer los atributos, características y perfecciones de Dios, que es esencial creer que Él tiene todos estos atributos, características y perfecciones en su estado completo y total y que para llegar a ser uno con Dios, tenemos que estar tratando de poner en nosotros seres estos mismos atributos, características y perfecciones.

En su sermón del Monte el Salvador amonestó a nosotros que seamos sobre el trabajo de ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos,

Siendo que hay una diferencia significativa entre el grado en que entendemos y vivimos una característica, atributo o perfección de Dios y Su Eterna Exaltado Estado, en esa medida, estaremos fuera de ser en Armonía con El.

Puesto que nuestro padre no puede disminuir Sus atributos, características y perfecciones para estar en Armonía con nosotros, cualquier movimiento hacia estar en Armonía con Él debe venir de nosotros.

Por lo tanto, a pesar de que nuestro ritmo sea lento, engorroso, detenido, equivocada o repetitivas, cada minúsculo movimiento hacia entender y poner en nuestra ser una característica, atributo o perfección que El posee, llegamos un poquito más cerca para estar en Armonía con esta parte del Plan del Padre Celestial.

POR LO TANTO

Si verdaderamente amamos a nosotros mismos – haremos todo en nuestro poder para traer nuestro ser mortal en Armonía con nuestro ser espiritual.

Si verdaderamente amamos a nuestros vecinos, nos esforzaremos para traerlos en Armonía con las enseñanzas del Salvador, para que sean beneficiarios de lo que ofrece el Plan de Salvación mediante la Expiación del Hijo de Dios.

Si verdaderamente amamos a Dios, aprenderemos de sus características, atributos y perfecciones y luchar llevarlos sobre nosotros para que podamos en algún enfoque de grado estar en Armonía con El.


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

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