domingo, 26 de octubre de 2014

TIEMPO QUE VA PASANDO

No recuerdo exactamente, pero sospecho que mi padre tenía diez años más de los que yo actualmente tengo, cuando me dijo: '¿Sabes que vives toda tu vida y entonces llega el momento en pronto haces otra cosa. "Fuimos testigos de que era evidente que mi madre en sus dos últimos años de la mortalidad estaba muy ansiosa por estar haciendo otra cosa.

Sospecho que mientras el tiempo pasa rápidamente, entiendo más claramente porque él estaba tan despreocupado con respecto a ese tiempo eminente en nuestras vidas, cuando el ser mortal se desliza en el estado inmortal. Sin embargo, hay todavía días en que pienso que solo he empezado a ser capaz de captar un resplandor de lo que él estaba expresando mientras la luz escapaba de sus ojos. Sé que ahora que mucho más de mi existencia mortal se encuentra más en el pasado que en el futuro, tres cosas parecen estar pasando al mismo tiempo.

Las alegrías y las tristezas del pasado diariamente se convierten en una borrosa realidad.

Los momentos de hoy pasan más rápidamente y rápidamente se unen los momentos olvidados del ayer.

Lo que está por venir se vuelve más importante mientras cada día toma su lugar en las páginas de mi historia personal.


Este fenómeno parece haber estado ocurriendo mientras que los hijos del Padre Celestial pasan por su estado probatorio en este orbe, y probablemente en orbes ahora hechas eternas, que precedieron a la organización de nuestra esfera.

Los profetas del Libro de Mormón, de una manera u otra, hablaron a su progenie de estos 'últimos días de la mortalidad' así como mi padre me lo había declarado. Recientemente he revisado algunas de sus palabras de despedida, y en este momento de mi vida los encuentros refrescantes y alentadores.

Jacob a su familia - y nuestras vidas también han pasado como si fuera un sueño... (Jacob 7:26)

Mientras la vida de Alma, el Sumo Sacerdote de los Nefitas llegaba a su fin, él habló a su pueblo – Miráis hacia delante con el ojo de la fe y veis este cuerpo mortal levantado en inmortalidad... y quisiera que se preparase pronto porque la hora está cerca… (Alma 5:15, 5:29)

Ninguno de nosotros debe sorprenderse por ser afortunados de disfrutar las bendiciones del vivir en una época en que nuestra vida mortal se extiende gracias a los milagros de nuestro tiempo, al ver que mientras el tiempo pasa en silencio, que esa parte de nuestras vidas que se encuentra en el pasado se convierte en más que un sueño, mientras los momentos de la vida se desvanecen rápidamente, y nuestra realidad más grande radica en cual visión iluminada muestre lo que tenemos por delante.

Nuestra realidad se llena más y más con la certeza de la vida después de la vida, y vemos más claramente la realidad de la inmortalidad. Una enseñanza de una resurrección personal, que hace mucho tiempo fue plantada como una semilla tierna de esperanza, ahora ha sido nutrida al desarrollar la fe, y ha germinado en un árbol sobre el cual el fruto de la certeza de la vida eterna está madurando.

Estoy agradecido de que he vivido más allá de mis setenta años, y he llegado al punto en mi progreso mortal justo como lo hizo mi padre y Jacob y Alma, cuando la tumba es menos que una terrible preocupación, y la realidad de las palabras del ángel a las mujeres en la tumba vacía empiezan a ejercer presión sobre los sentidos como la última verdad. Por qué buscáis a los vivos entre los muertos. No está aquí, sino que ha resucitado... (Lucas 24: 6) Y ahora, después de los muchos testimonios que se han dado de él, éste es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: Qué vive! Porque lo vimos... (Doctrina y Convenios 76:22, 23)

Del mismo modo, agradezco el haberme dado cuenta de que uno no puede tener un testimonio de la resurrección de Jesús el Cristo establecida, sin que tarde o temprano llegue a reconocer que porque él rompió las ataduras de la muerte, todos seremos vivificados en El, y el día vendrá en que esto mortal, con seguridad, se vestirá de inmortalidad.

Es una gran bendición y debería llenar cada alma que viene a saber con consuelo, que este lapso mortal siempre fue destinado a ser temporal y transitorio. Una de las grandes garantías que todos podemos recibir a través de las enseñanzas del Salvador, es que así como un embrión se convierte en un bebé, así como un niño pasa a la pubertad y los hilos proverbiales del delantal de la madre comienzan a aflojarse, debemos también, durante los trayectos de la vida, estar menos apegados a este mundo y ganar la comprensión liberadora que nos permitirá voluntariamente dejar a un lado la mortalidad y estar a la expectativa del interminable estado de la inmortalidad.

Que siempre tengamos en la vanguardia de nuestros pensamientos, que es por y a través de la expiación del Señor Jesucristo, que la existencia eterna se hace realidad.

domingo, 19 de octubre de 2014

LUGARES SANTOS

Cuando Moisés estuvo frente a la zarza ardiente, se le advirtió que debía quitarse las sandalias porque la tierra sobre la que estaba era tierra Santa.

Tanto el Tabernáculo en los tiempos de Moisés como el Templo de Salomón tenían una sección consagrada que era llamada el Lugar Santo.

Israel estaba destinado a convertirse en una Nación Santa con el fin de adorar al Señor en Su Monte Santo.

Pablo escribió a los romanos diciéndoles que el Templo de Dios es santo y luego agregó “el cual sois vosotros”.

Se le dijo a José Smith que los discípulos del Señor deben estar en Lugares Santos y no ser movidos.

José también enseñó que los niños pequeños son Santos.

En el Diccionario Bíblico de la edición del Rey Santiago publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hallamos las siguientes palabras en la definición de Santo:

Cosas o lugares que son apartados para un propósito sagrado.

Persona santa que posee un oficio sagrado.

Los israelitas fueron un pueblo santo debido a que poseían una relación especial con Jehová.

La palabra santo se refiere al carácter moral.


En los escritos de los profetas está claramente expuesto que el valor de la adoración a los ojos de Dios depende del carácter personal del adorador.

La meditación personal que he hecho en cuanto al significado de Santo me ha llevado a creer que:

Es nuestra noble empresa buscar y hallar lugares Santos.

Es nuestro noble deber permanecer en tierra Santa.

Es nuestro noble llamado el ayudar a crear naciones Santas.


La noble empresa de buscar y hallar Lugares Santos

Realmente no tenía idea y mi preparación tuvo que haber sido muy escasa e inadecuada para lo que iba a ocurrir, pero siempre recordaré la primera vez que me impactó el sentimiento de estar parado en un Lugar Santo. Tenía quince años y dos meses de edad cuando viajé por primera vez al Templo con los jóvenes de la Estaca Garden Grove. Aquellos que me conocían nunca habrían sospechado que yo podía disfrutar de sentimientos espirituales y, por ende, debido a la vergüenza, nunca fui capaz de compartir mis sentimientos en cuanto a la experiencia de haber entrado en las aguas del bautismo en el Templo de Mesa, Arizona, para ser bautizado a favor de alguien que no había tenido la oportunidad de hacerlo en la mortalidad. Lo supe entonces y todavía hoy lo sé, que ese día estuve de pie en un Lugar Santo.

Atesoré otro recuerdo en mi memoria muchos años después cuando Kathleen y yo fuimos tan bendecidos con poder tomar un tour a la Tierra Santa. Me encontraba sentado sobre una gran roca en un bosque de árboles un poco al sur de donde el río Jordán se separa del Mar de Galilea y empieza su recorrido hacia el Mar Muerto. Hacía tiempo que la timidez que me impedía compartir mis sentimientos y hablar de temas espirituales se había vuelto cosa del pasado, por lo que compartí allí y, posteriormente con muchos otros, el gran sentimiento de que al haber estado sentado ese día en aquel pacífico lugar había estado en un Lugar Santo.

Muchas veces nuestra búsqueda es muy forzada, por lo que da poco fruto. Algunas veces no comprendemos cómo debemos buscar, y también debemos entender que es nuestro Padre Celestial el que está a cargo de esos sucesos sagrados, por lo que en los momentos en los que menos esperamos, Él derrama sobre nosotros Su Santo Espíritu, y entonces sabemos que nuestra búsqueda por un Lugar Santo ha dado resultado.

El noble deber de permanecer en tierra Santa

Cuando su caminar se había hecho difícil, y aunque el permanecer alerta le era trabajoso, mi padre iba al Templo de Saint George, Utah, cuatro días a la semana para actuar vicariamente por otra persona en ese Lugar Santo. Él me había enseñado que en aquellos días de carencias él podía hacer una cosa bien, y eso era permanecer en Lugares Santos.

Cuando era un misionero nuevo sirviendo en Ciudad Valles, México, el primer domingo de cada mes mi compañero y yo tomábamos el bus a una pequeña villa montañesa llamada Tancanuitz. Había una familia que había retornado allí luego de haber trabajado en Detroit, Michigan, por algunos años, y nos reuníamos con ellos para tener las reuniones dominicales con la familia, mientras que el resto de domingos del mes ellos tenían sus reuniones dominicales sin nosotros. Me impactó la vez que llegué a ese humilde hogar y vi que ellos habían apartado y dedicado una pieza que se usaba únicamente para esas reuniones dominicales. No tuve que ser muy observador para darme cuenta que esa habitación que nunca se usaba durante la semana para actividades diarias era, de lejos, la mejor de su hogar. Era un Lugar Santo en donde los domingos, o cualquier otro día, podían ir y permanecer en Tierra Santa.

No creo que sea necesario ir a un templo que haya sido construido por los pioneros, o siquiera tener una habitación apartada, para poder ir y permanecer en tierra Santa, pero sí creo que está al alcance de cada uno de nosotros la capacidad de convertir la tierra sobre la cual estemos en un lugar santo. Estoy muy agradecido por los recordatorios que a menudo Kathleen me hace tener presente cuando ora y expresa lo agradecidos que estamos de poder disfrutar de la paz que existe en nuestro hogar y que lo convierte en Tierra Santa.

El noble llamado de ayudar a crear naciones santas

Siempre estaré agradecido por los privilegios y las oportunidades que he disfrutado en la vida que han hecho sencillo el estar diariamente involucrado en el proceso de publicar la paz y recordar la importancia de vivir vidas basadas en un carácter moral.

Aparte de los 55 años en los que estuve enseñando el evangelio del Señor diariamente, pude servir misiones de tiempo completo: la primera cuando joven en México y la siguiente con Kathleen en Colombia, cuando ya no éramos tan jóvenes. También recibí llamamientos en la Iglesia que me exigían compartir la palabra constantemente. No sé si alguien ha sido afectado por todas esas oportunidades de las que he disfrutado, pero continuamente he tenido la esperanza de que si trabajo todos los días de mi vida y ayudo a salvar aún cuando fuere una sola alma… tendré gozo.

Con todas estas bendiciones adicionales que han traído a mi vida los privilegios de los cuales he disfrutado, soy presto en recordarme a mí mismo y a los demás que la labor más importante en la que tenemos que embarcarnos es crear Naciones Santas dentro de las paredes de nuestros hogares. Nada que yo haga será de mayor importancia que crear un lugar de santidad para Kathleen, nuestros hijos, nuestros nietos y bisnietos, y para toda nuestra descendencia. No sé cuántos seremos ahora, pero cuando el abuelo Law tenía 90 en la década de 1960, él estimaba que sus descendientes directos bordeaban las 500 personas. Si él pudiera hoy estar aquí y contarnos, lo que vería sería una nación. Él creó una Nación, y ahora, ya sea que escojamos permanecer en lugares santos, o convertir el lugar en el que estemos en tierra santa y continuar aumentando, esa Nación creada no sólo es parte de nuestro derecho de nacimiento, sino que se convierte también en nuestro propósito.

Es nuestra noble empresa buscar y hallar lugares Santos.

Es nuestro noble deber permanecer en tierra Santa.

Es nuestro noble llamado el ayudar a crear naciones Santas.

domingo, 12 de octubre de 2014

UN NINO PEQUENO

Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. (Mateo 18:2-4)

Ya que el Salvador declaró que es así, debe ser que la humildad que vemos en los niños es una cualidad que debemos esforzarnos por emular. Muchos han asociado esta cualidad con nuestra capacidad de estar dispuesto a aprender. De la misma manera, no hay duda de que si no estamos dispuestos a aprender estaremos lejos de vivir las enseñanzas del Señor.

Durante mi estadía mortal, otros puntos de vista han llegado a mi conciencia del cómo la vida de los niños pueden iluminar el camino en el que debemos viajar si queremos acercarnos a emular la vida de 'El Niño'. ¿No sería interesante si un día nos damos cuenta de que fue efectivamente Jesús el Cristo quien nos amonestaba a ser así? Después de todo, ¿acaso no tuvo que El humillarse hasta lo más hondo para aprender todo lo que Su Padre le había enviado a aprender?

Antes de irme demasiado lejos de mi pensamiento original, permítanme regresar a los niños pequeños en general, y a las cualidades adicionales que deberíamos estar viendo en sus ejemplos y cómo deberíamos adquirirlas.

Creo que fue justo después de que nuestra familia había regresado de visitar a unos parientes a quien no habíamos visto desde hacía varios años. Durante nuestras visitas a su hogar, su hija menor, justo después de celebrar su segundo cumpleaños, con frecuencia se sentaba en mi rodilla. Aunque el vocabulario que utilizábamos era elemental, nuestras conversaciones eran muy agradables y mi ser se llenó de calidez y ternura. Mientras estábamos en la puerta diciendo adiós, sentí sus pequeños brazos rodeando mi pierna en un tierno abrazo. Su padre quien estaba allí cerca, la tomó en sus brazos y mientras acariciaba su cara, decía, "Realmente voy a tener que observarte; realmente te encariñas de la gente muy rápidamente”.

Todos entendemos la preocupación que hay detrás de los comentarios de este cariñoso padre por la seguridad de su hija, pero ¿no es también un comentario muy triste en nuestra sociedad que, para que nuestros hijos puedan sobrevivir debemos enseñarles a sustituir su propensión natural a confiar por la desconfianza, su tendencia natural de ser amigables por la cautela, y la de tratar a los vecinos como extraños? ¿No sería maravilloso si los roles de los padres y de los hijos se invirtieran y los adultos aprendieran a confiar más, a ser más amables y a tratar a los extraños como vecinos, de la manera como ellos ven a sus hijos hacerlo tan naturalmente?

Otro evento tuvo lugar en un campo de golf pequeño en un pueblecito en las montañas. En ese momento la comunidad era apoyada por los jubilados que se habían mudado allí para encontrar paz en su fase final de la vida. Mientras con el pasar del tiempo regresaba anualmente, llego a ser cada vez más evidente de que mucha gente ha venido a encontrar la paz en ese refugio en la montaña que ya no se hallaba.

De todos modos, otra vez estoy divagando. Hubo un año, antes de la funesta migración, cuando estaba haciendo esta peregrinación con mis compañeros, en que nos preguntamos en voz alta que hacía esta excursión anual tan especial. Las siguientes diferencias de nuestros paseos diarios fueron observadas. La gente no tenía miedo de los extraños. Había una ausencia aceptable de competitividad. Había una sensación evidente de que las relaciones armoniosas eran más importantes que el juntar una gran pila de bienes materiales. Parecía como si todos los que conocíamos en la comunidad habían regresado a su estado primaveral de la infancia, y cuando los saludamos nos hacían sentir rodeados de la misma ternura amorosa que había disfrutado con mi pequeña sobrina de dos años. Habían completado el círculo y habían desechado las inhibiciones telestiales que tantas veces se adquirían como un escudo contra los miedos desconocidos.

El último discernimiento de cómo los niños o 'El Niño' pueden ser nuestros maestros llegó cuando yo estaba viendo por primera vez la película ET con mis hijos. Mientras observábamos a Elliot y a ET crecer desde ser unos extraños asustados a tener una admiración mutua, y a obtener un espíritu de unión que mostraría su cumplimiento cuando Elliot trata de ayudar a ET a regresar a su casa, vino a mi mente el pensamiento, 'eran sólo así con todos nosotros. "Mientras observamos a la gente del mundo que no se habían encariñado con ET reaccionar al descubrimiento de un ser extraño, nos dimos cuenta de que la 'triste' norma era actuar hacia los demás con sospecha, manipulación y codicia. El científico sensible lo dijo mejor, mientras se inclinaba cerca de la joven terrícola que sufría mientras su amigo extraterrestre perecía, 'Me alegro de que lo encontraste primero.' El resto de su pensamiento se entendió sin palabras: "en vez de los adultos maduros de la sociedad. '

Creo que todos deberíamos estar prestando atención a los niños pequeños y al 'Niño', y a todos los que los emulan, para que así podamos aprender esas lecciones que son de mayor importancia en la vida.

Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos y orase; pero los discípulos los reprendieron. Y Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos. (Mateo 19:13-14)