domingo, 26 de febrero de 2012

FRUTOS DE NUESTRO TRABAJO

Hay buena gente en el área del Condado de Washoe al Norte de Nevada (para los desinformados este es el condado donde las ciudades de Reno y Sparks se unen) quienes anualmente entran en un ritual de auto-inducida frustración, que en las sociedades educadas se conoce como jardinería. Para los vecinos el otro lado de la cerca y en conversaciones privadas, los trabajadores frustrados del suelo utilizan muchos otros adjetivos para describir su derrotado e inspirado pasatiempo.

Estos jardineros del patio en Truckee Meadows, participan en algunas prácticas anuales de culto muy interesantes.

Ellos, ardientemente discuten, mientras ven la nieve y el hielo retroceder hacia una montaña local llamada Peavine, de cuya meteorológica magia todos tienen diferentes opiniones, argumentando sobre la forma de interpretar el paisaje de savia emblanquecido por la nieve que supuestamente dicta cuando nuevamente deben iniciar sus ritos de comportamiento autodestructivo. Este indicador es la Espada de Demóstenes, que cuelga tanto en el audaz como en el paciente, mientras ven los últimos restos del invierno desaparecer de la cima de la montana Peavine.

Algunos de los temerarios saldrán con un toque de valentía y plantaran mientras que las manchas de lodo gris todavía adornan algunas de las zonas sombreadas de la montaña. Estas almas temerarias, invariablemente tendrán que, después de la primera helada, volver a remover la tierra de sus jardines y volver a sembrar con la esperanza eterna que les impulsa con cada palada de tierra recién preparada. Con apropiadas palabrotas, estos sembradores impacientes pronto comparan las heladas hojas ennegrecidas de las plantas de tomate y la calabaza, cuyas yemas brillantes nunca maduraran en delicias comestibles.

Los sembradores menos atrevidos y, obviamente más paciente, esperan y esperan hasta que los últimos vestigios de la blancura del invierno se han evaporado o derretido en el suelo del confiable indicador. Dentro de poco encuentran que su paciencia no les trae ningún premio ya que esperar demasiado ha acortado tanto la temporada de cultivo, que el rendimiento de sus esfuerzos es otra enorme cosecha de tomates sin madurar, que son dejados en las vides como sacrificio para el rey Jack Frost, o recogidos, envasados, y añadidos a la por siempre creciente provisión de salsa de tomate verde.

Tengo que admitir que un 24 de julio, mientras nos congelábamos en el parque San Rafael, celebrando la entrada de los Pioneros Mormones en la cuenca del Gran Lago Salado, estuve tentado debidamente a abstenerme de nunca más entrar en ese ritual de la siembra inútil en el patio. Mientras que nosotros, los celebrantes, tiritábamos de frio y nos juntábamos en las áreas menos protegidas, observando los copos de nieve caer, mis pensamientos se dirigieron a la abundante cosecha de la que me había jactado a mi vecino el 23 de julio, y el momento perfecto en que me guie por la Montaña Peavine. Con pensamientos congelados, yo supe que la mañana del 25 de julio una vez más testificaría de la inutilidad de cultivar en ese suelo fértil.

Sin embargo, el verdadero horticultor nunca se desanima hasta el punto de dejar de trabajar y siempre puede, a pesar de la frustración involucrada, racionalizar que la jardinería es relajante y le provee a uno con una forma agradable de hacer tan necesitado ejercicio durante el verano.

Del libro inédito 'Jardinería para la diversión, y sólo para la diversión en Truckee Meadows' encontramos dignas palabras que están destinadas a fomentar y animar a los agricultores frustrados en tiempos del casi fracaso anual inducido desaliento.

Nunca analice sus éxitos de jardinería basado en los costos de la mano de obra y producción con los resultados.

La práctica frecuente y repetida de equilibrar los nutrientes en el suelo con el fin de controlar la maleza sin causar esterilidad al suelo, en otro estudio podría añadiría el equivalente de un Doctorado.

El ciertamente talentoso (Maestro del tiempo de primaveras tardías y tempranos inviernos) que año tras año arada por adelantado, puede (que sería una gran puede) algún día en un futuro lejano, recibir una cinta azul como reconocimiento a sus incansables esfuerzos.

Después de que la excavación, siembra y cosecha de los tomates verdes se termina, el viaje a Fallon (una cercana comunidad agrícola fértil al este de las ciudades conjuntas de Sparks y Reno) para comprar algunos productos frescos no es tan largo de todos modos.

Mientras diligentemente añado mi nombre a la lista de devotos que han sacrificado mucho para convertirse en uno con la Madre Tierra, he encontrado que no todo fue en vano, y había más por aprender en el ritual de la jardinería frustrante que un poco de ejercicio relajante en el verano. A pesar de los fracasos, he aprendido muchas lecciones que podrían ser útiles en las zonas agrícolas más amigables y también han dado interpretaciones significativas a otras partes de mi vida.

En una forma muy práctica llegué a entender algunas de las prácticas de jardinería y sus beneficios y peligros. Por ejemplo, el maíz debe sembrarse en varias filas cortas en lugar de una sola fila larga si uno espera que se lleve a cabo una exitosa polinización, también, los tubérculos deben ser plantados junto a las plantas que disuaden a los gusanos y otras criaturas que se arrastran en la tierra. Y se necesitan muchas temporadas para que los espárragos produzcan suficientes ramas para hacer una comida.

Llegué a entender que si un jardinero se concentra solamente en el césped, temporada tras temporada, poniendo grandes cantidades de fertilizantes, abono orgánico y productos químicos en el suelo, él puede agotar sus energías y el trabajo de una vida antes de que el suelo este perfecto y listo para plantar.

Si el agricultor de patio decide que las malezas son el verdadero enemigo en el desarrollo de los cultivos, él podría atacarlos con tal vigor y recursos que mataría el suelo, y entonces muchas temporadas se necesitarán para restaurar la tierra estéril.

Por otro lado, si nuestro agricultor aficionado cree que la jardinería no es más que plantar y regar, su jardín pronto podría ser invadido por las malezas, los nutrientes de su suelo se agotarían y seria recompensado con una rentabilidad cada vez menor por sus esfuerzos .

CONTINUARÁ

domingo, 12 de febrero de 2012

UNA ORACION POR LA FAMILIA HUMANA

Hace muchos años, con la actitud de que "yo puedo hacer algo más loco que usted' 'un grupo de hombres jóvenes combinaron sus esfuerzos para lograr su última broma de Halloween.

En la tarde del último dia de octubre irrumpieron en la tienda local de muebles, y con risitas ahogadas por el gozo y por una jubilosa alegría, pasaron hechizantes horas en la tienda cambiando todos los precios de las etiquetas.

A la mañana siguiente, los propietarios fueron recibidos con que los radios valían noventa y nueve centavos, y las papeleras valían quinientos dólares. Los primeros compradores alegremente eligieron su anhelado sofá que, esa mañana, costaba tres dólares con setenta y nueve centavos. Una anciana gritó diciendo que ella nunca pagaría trescientos veintinueve dólares por un simple y viejo marco.

Aunque los jóvenes miraban con alegría a través de las grandes ventanas de la tienda de enfrente, los dueños se quedaron trajinando con los problemas y trabajos creados por lo que los jóvenes pensaban que era una noche de diversión.

Aquellos de nosotros, cuyas vidas abarcan muchas décadas podemos ser excusados si a menudo nos confundimos y nos frustramos por el cambio en el valor de nuestro 'hasta la fecha, moderno y progresista mundo.'

Observamos constantemente como los estándares han bajado porque los estándares de la gente han disminuido.

Vemos como las acciones que tradicionalmente se consideraban malas ahora se identifican como actividades aceptables, enfermedades o defectos de carácter excusable.

Oímos como viejos valores son tirados en el abismo de las anticuadas tonterías.

Nos asombramos de como todo lo que era bueno en las generaciones anteriores se sustituye por lo que se considera actualmente como placentero.

A medida que nos vemos inundados con los cambios que parecen aumentar en rapidez con cada giro del reloj de arena, somos testigos de una generación involucrada en juicios frecuentes que se nublan por conflictos extraños, mientras los viejos valores chocan con los nuevos conceptos.

A pesar de que estos párrafos introductorios podrían se un trampolín hacia un sin fin de temas, hoy quiero usarlos para hablar sobre lo que le ha pasado a nuestros dias festivos. Para muchos grupos de generaciones, las filosofías que han cambiado de valor a través de los años han creado momentos curiosos de reflexiones, emociones, valores e ideales mezclados.

¿Cómo una generación que creció entre héroes de guerra aprende a odiar la guerra?

¿Cómo una generación que ha aprendido a disfrutar y a amar la paz, aprenden a prestar el debido respeto a aquellos que han pagado un precio tan alto por la paz?

¿Cómo puede una nación honrar debidamente a los hombres y sus arriesgadas hazañas sin glorificar los hechos de destrucción y desolación?

Si llega el día en que nuestras fervientes oraciones por la paz perpetua son contestadas, y los hermanos y hermanas a través de las tierras viven en amor y unidad, y no peleamos más en contra de la familia humana universal, sospecho que en ese día y en esa manera daremos el máximo homenaje a los millones que han dado sus vidas en la búsqueda de la paz.

domingo, 5 de febrero de 2012

COMPANEROS DEL CORAZON (segundo parte)

Si la memoria no me falla, mis experiencias en forma indirecta con los animales, empezaron cuando mi hermana Geraldine y yo asistíamos con regularidad a la KEIO (estación de radio local en Pocatello, Idaho en 1940) KIDS KLUB en el Teatro Cacique. Además de los llamativos cereales y la película de esa semana, hubo un concurso de talentos, y ya que el KEIO KIDS KLUB estaba patrocinado por la empresa local de pan de papa, siempre tiraban generosamente a la audiencia barras de pan. Todavía me acuerdo comiendo el pan de papa durante la película por ser más agradable que las palomitas de maíz con mantequilla, y realmente me gusta comer palomitas de maíz con mantequilla cuando veo una película.

Además de las películas de mis héroes, Hoot Gibson, Gene Autry, Red Rider y Roy Rogers hay cuatro películas que realmente parecen estar encerradas en mi mente de aquellos sábados deliciosos que pasé con mi hermana y amigos. Una de ellas fue una película terrible que nunca debió ser presentada a una audiencia de niños. La película en blanco y negro (como la mayoría de las películas de mi juventud) retrata la vida de deterioro de un trabajador de carnaval que, a través del uso indebido de alcohol, destruyó su vida y la de sus seres queridos. A menudo he deseado que hubiera alguna manera de relegar la fealdad y el trauma de esa película a las imborrables células nubladas de la memoria. Tal vez la intención de los dueños de los cines era desalentar a los jóvenes de Pocatello de participar del ron del demonio.

Las otras tres películas fueron sobre los animales, 'Bambi', 'El despertar', y el último que creo que se llamaba "El Devorador de huevos”.

En algún momento durante el proceso del nacimiento parece que se me dio abundante sensibilidad y emotividad que no sólo surgió cuando nuestro perro perdiguero de raza inglesa murió, sino que también soltó lo que llamo felicidad y tristeza en las películas. Lloro feliz! No importa cuanto hubiera intentado detener la marea, siempre fue en vano tratar de que mis compañeros no se dieran cuenta de mi lagrimosa reacción durante las películas de tristeza y felicidad. .

Hace poco me emocionó ver el re-lanzamiento del nacimiento, la vida y las luchas de Bambi, que en mi mente siempre será una de esas películas que perpetuará el nombre de Disney.

La película 'Yearling' se trata de un muchacho joven y el crecimiento que experimenta cuando descubre y cuida a un cervatillo abandonado. Finalmente, se debe elegir el amor más grande al dar a su querido amigo la oportunidad de encontrar la felicidad en su hábitat natural.

De estas películas la menos conocida creo que se llamaba El devorador de huevos, se trataba de un perro que fue maltratado y calumniado injustamente, porque se creía que había estado atacando el gallinero de la familia y comiéndose los huevos. La triste imagen termina feliz cuando el perro salva el gallinero de la zorra invasora que había sido culpable de los ataques todo el tiempo.

Mientras una generación seguía a la otra, en mis primeros días de la paternidad, vi a mis hijos conmovidos y embelesados viendo a Lassie, Belleza Negra, Benji, Fiel amigo, e incluso el Señor Ed. Su atención ni siquiera vacilaba mientras escuchaban el zumbido de las voces desinteresadas que narraban el primer programa que se convertiría en una multitud de programas de naturaleza y vida silvestre. No es de extrañar el que no me asombre cuando mis nietos me dicen que su canal favorito es El Planeta Tierra o cualquier programa que muestre las maravillas del reino animal. Las nuevas generaciones, que se cansan fácilmente mientras van de compras, parecen tener energía ilimitada, cuando pasean por los parques zoológicos, parques de animales y el mundo marino.

Conozco mis alegrías y debilidades personales concernientes a los animales, pero he reflexionado sobre el magnetismo casi universal que parece atraer a los niños hacia un hipnotizaste semi-fascinante estado mientras interactúan con el reino animal en la vida real o indirectamente. El medio no parece importar, ya sea por interacción viva, la televisión, el cine, las tiras cómicas o novelas de aventuras; los niños encuentran amabilidad y credibilidad cuando los escritores tratan de humanizar a los perros, gatos, cerdos, caballos y todos sus primos.

Otro fenómeno interesante que he observado es que los niños que se burlan y tratan ridículamente a sus amigos y familiares, a menudo tratan a los animales con gran paciencia y a morosidad. Además, los que cuidan a los ancianos se encuentran ahora con que sus mentes se pueden calmar con la compañía de un perro faldero.

Los porqués no pueden ser totalmente conocidos y pueden no tener importancia, pero parece ser de valor universal el que hijos de todas las edades interactúen con el reino animal tocándolos y cuidándolos, e incluso a través de lamedlo-realidad de los medios de comunicación.

Los niños que tienen experiencias significativas con una mascota parece que se convierten en adultos que han ganado un respeto significativo por la vida. Los atributos que acompañan a la crianza y el cuidado de un animal son, con frecuencia, pasados a las futuras familias, llevando responsabilidad y un sentido de sacrificio por los demás seres queridos.

Los padres deben ser sabios y sopesar los resultados de sus acciones la próxima vez que se vean tentados a deshacerse del gato, debido a las molestias, o apaguen Animal Kingdom a favor de la última comedia que dura media hora.
Creo que los padres tienen la mayordomía de asegurase de ofrecer oportunidades a sus hijos que les ayuden a convertirse en adultos sensibles y afectuosos. Una breve parada en la tienda de mascotas en el centro comercial o viendo el Rin Tin Tin más actual, podrían ofrecer uno de esos momentos de valiosa enseñanza.

Como nota personal, creo que incluso los eventos negativos que pudieran acompañar la compañía de un amigo amoroso, sirven como catalizador para el ablandamiento y el redondeo de nuestras asperezas. También estoy tan seguro de que el Cielo no puede ser celestial, si la totalidad del reino animal no está allí.

Me disculpo con todos aquellos mucho más jóvenes que mi generación y que no tienen idea de muchos de los programas referidos sobre animales. Espero que de alguna manera sean capaces de transferir el pensamiento a su sistema personal de referencias.