viernes, 30 de octubre de 2009

LA AUTO DISCIPLINA BASADA EN LA DISCIPLINA MORAL

Los historiadores han registrado varios momentos de la lucha humana en este planeta, etiquetando varios de ellos por los principales descubrimientos y avances que ocurrieron durante esos años. A la sola mención de la Edad de Piedra, El Oscurantismo o la Era Industrial llegan a nuestra mente imágenes que representan cada una de esas sociedades. Estoy seguro que nuestra comprensión es limitada y que el grado de entendimiento de esos tiempos está distorsionado por la falta de "iluminación" histórica.

Hace años John Naisbitt, en su libro Megatendencias, etiquetó a la futura generación que ahora compone nuestra vida presente como la Era de la Información. Describió una época en la que un gran contingente de la población estaría ocupado intercambiar, promover y almacenar información; una época en el que una cada vez más decreciente cantidad de gente sería necesaria para proveer para las necesidades básicas de la humanidad. Él pudo ver que una de las perplejidades de la sociedad emergente sería el como lidiar con una cada vez mayor cantidad de tiempo libre.

Ahora que nosotros nos encontramos en medio de la Era de la Información nos topamos con otros problemas, además del de manejar con efectividad el tiempo libre que ha surgido. En la Conferencia General de octubre de 2009 el Élder Christofferson declaró: "Como consecuencia de [la pérdida de disciplina moral] la autodisciplina ha sido erosionada y las sociedades son dejadas para tratar de mantener el orden y la civilidad por la fuerza. La falta de control interno de los individuos hace que los gobiernos ejerzan control externo."

Por lo tanto, lo que parece ser a una casual primera vista una época en la que deberíamos alabarnos por ser capaces de vivir en una sociedad en donde el tiempo libre se ha convertido en una norma y no en un lujo, sería bueno recordar que algunas veces, cuando las sociedades realizan saltos gigantescos hacia adelante, tienen la tendencia de dejar muchas de las buenas cosas del pasado atrás.

De modo que, para que no seamos descarriados por alguna clase de sueño eufórico del mundo basado en débiles presunciones, sería bueno que meditemos en algunas de las siguientes ideas:

¿POR QUÉ – en una época en la que el vestido y los estilos de vida han llegado a ser extremadamente relajados y con bajos estándares estamos llenos de altos niveles de ansiedad y estrés y de las incapacidades presentes con una frecuencia tan alta?

¿POR QUÉ – en una era en la que el conocimiento de nutrición y los medios para mantener el bienestar físico están a la mano de más habitantes de la tierra hay tantas personas golpeadas por las enfermedades relacionadas con la mala nutrición y la obesidad?

¿CÓMO – una sociedad que ha prosperado principalmente por una ética universal de trabajo podrá tener éxito y perdurar si ha llegado a un tiempo en el que la búsqueda del placer se ha convertido en algo supremo y la productividad es considerada un fastidio?

¿SERÁN – los individuos capaces de progresar en una época en la que la calidad de vida es menos dependiente de las interrelaciones cooperativas y más un resultado de individuos que se dejan llevar por sus actitudes y su dependencia?

¿LLEGARÁ – alguna vez una época en la que se pueda hallar una total satisfacción cumpliendo pobremente con nuestros deberes?

¿HABRÁ – alguna vez una montaña de minucias lo suficientemente alta como para saciar los deseos de una persona llena de codicia y consumismo?

¿EXISTIRÁ – alguna vez una relación satisfactoria basada en el egoísmo y la exclusividad?

¿SENTIRÁ – alguna vez una sensación de plenitud un individuo que lleva su relación con la Deidad de manera casual?

Mientras nos hundimos diariamente en esta siempre creciente y acelerada Era de la Información, ¿no deberíamos también continuar actualizando y aumentando nuestro comportamiento moral para así ser capaces de permanecer en una sociedad compatible y cooperativa? Tal vez, sólo tal vez, la mejor manera de actualizarnos y aumentar nuestra moral sea descubrir mediante la investigación las bien conocidas vías de rectitud y sabiduría que han sido holladas por los habitantes de épocas pasadas.

A medida que nos adentremos más en la Era de la información y descubramos que nuestra imaginada 'libertad' está edificada en ideas e ideales pasajeros que al igual que la tecnología de punta se vuelven obsoletos antes de sacarlos del empaque de la tienda, sería muy sabio mantener nuestros espejos de introspección pulidos y a la mano, pues es absolutamente cierto que se está apresurando en nuestro futuro el día en el que la calidad de nuestras vidas será el reflejo de cuán bien hemos aprendido a gobernarnos a nosotros mismos mediante la Autodisciplina basada en la Disciplina Moral.

domingo, 18 de octubre de 2009

CARÁCTER, NO POPULARIDAD

Se ha dicho que la personalidad es lo que otros ven y que el carácter es lo que realmente somos. Si esto es verdad entonces las alegrías y las penas de la vida, lo que hago y cómo lo hago, será principalmente el resultado de si veo la mortalidad como un concurso de popularidad perpetuo o como el tiempo para establecer un carácter eterno.

Muchos nunca descubren que el estar atado por la constante carga de tratar de cumplir las expectativas de otros muy a menudo resulta en un incremento de frustración y estrés. De igual forma hay pocos que descubren que permanecer dentro de la arena de la libre exploración y el desarrollar el mejor "yo" posible ocasiona un aumento de gozo y armonía en la vida. Si fuéramos sabios nos preocuparíamos menos por ser fotogénicos y más en reflejar en nuestros rostros la calidez interna y la compasión de nuestro carácter. No hay duda que nuestra reputación entre los hombres será escrita en las arenas del tiempo sólo para ser borrada, pero nunca debemos olvidar que nuestro carácter será observado y escoltado por los ángeles ante el trono de Dios, y llegará a ser parte de nuestra eternidad.

El carácter se puede desarrollar por medio de la práctica concienzuda y consistente en el uso apropiado de nuestro albedrío, tal como se puede obtener fuerza física por medio del uso apropiado y consistente de un equipo de entrenamiento. Hallaremos que la parte más difícil del desarrollo del carácter, al igual que al principio de cualquier programa de ejercicios, yace en nuestra disposición para tomar ese primer paso esencial. Debemos poseer suficiente fe en lo que podemos llegar a ser como linaje de Padres Celestiales que nos permita investirnos del coraje suficiente para salirnos del desfile de popularidad, apartarnos del juego de charadas en el que estamos participando, quitarnos la máscara social que hemos estado usando y estar dispuestos a permitir que nuestros amigos, y lo más importante, nosotros, nos veamos como realmente somos.

Puesto que muchos de nosotros ha vivido actuando un papel que nos disminuye o nos agranda al nivel que creemos son las expectativas del grupo en el que nos encontramos, probablemente tomará un esfuerzo descomunal dar el primer paso en nuestro viaje de regreso al interior de nosotros mismos. La dificultad de este viaje inicial dependerá en gran manera en cuan lejos nos hemos alejado del centro. El tiempo que nos lleve dar este primer avance en nuestro viaje dependerá de cuan pronto somos capaces de quebrar la fachada tras la cual hemos vivido y cuan completamente podemos llegar a ser abiertos y honestos con "nuestro verdadero yo". Nuestra habilidad para alcanzar nuestro destino señalado con el principio inicial de atributos eternos se estancará o aumentará según nuestra capacidad para apartarnos con determinación del concurso de personalidad y entrar a la carretera de la vida que conduce al Gozo Eterno.

Será sorprendente descubrir que una vez que se ha dado el primer gran paso en el proceso de edificar nuestro carácter el poder seguir rápidamente con los siguientes pasos simplemente se convierte en un asunto de práctica y paciencia.

Entraremos en un mundo de descubrimiento de características duraderas y estaremos imbuidos con un deseo sobrecogedor por inculcarlos en nuestras vidas.

Nos encontraremos creciendo con la habilidad de priorizar prudentemente nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestras acciones para que estén acordes con lo eterno en vez de estarlo con las expectativas temporales.

Llegaremos a ser libres de las cadenas de vivir bajo la mirada escudriñadora de otros ya que estas pueden ser arrojadas lejos con la ayuda de un descubrimiento sincero de quienes somos en verdad y poder vislumbrar el potencial de lo podemos llegar a ser.

Descubriremos que la tarea de desarrollar habilidades internas en nuestro ser se vuelve más fácil con cada día que pasa en una paciente práctica persistente.

Ya no nos veremos atados por nuestra miopía mortal sino que nuestros horizontes se centrarán en el camino a medida que andamos en este perpetuo sendero de auto mejora.

Así como encontramos frases decorando las paredes de los lugares dedicados al desarrollo de la fuerza física, sería bueno que colguemos algunos recordatorios alrededor de nosotros que iluminen nuestro camino cuando el sendero que hayamos escogido se vuelva de alguna manera peligroso:

Somos linaje de la Deidad.

Somos hijos de Padres Celestiales.

Hemos sido enseñados por incontables años en nuestro estado premortal por Seres Celestiales.

En nuestro interior existe un ser de extremada pureza, bondad y amor.

El hallar nuestro interior nos permitirá encontrar a la persona que en verdad queremos ser.

Ver dentro de nosotros nos llenará del deseo de ser leal a la Realeza que llevamos en nosotros.

En nuestro interior está la persona que verdaderamente somos.

Linaje de los Dioses.

Hijos de Padres Celestiales.

domingo, 11 de octubre de 2009

LA VERDADERA SINGULARIDAD

Algo que le ocurre automáticamente a una persona a medida que pasan los años es la expansión de su perspectiva. Hoy me gustaría compartir algunas de mis observaciones en cuanto a la búsqueda generacional por la singularidad. Voy a centrar mis comentarios en la multitud en edad de la secundaria, pero podría haber escogido casi cualquier grupo etario para los pensamientos de hoy.

Cuando asistía a la Secundaria Garden Grove Union los muchachos mostraban su singularidad al usar sus pantalones tan bajos como lo permitiese la gravedad, lo cual tenía la tendencia a encoger al límite la basta recogida y así usar polos (poleras, camisetas) blancas ajustadas y extra largas. El cabello tenía que manejarse con algún tipo de crema aceitosa que mantuviera el tope plano o la cola de pato en su lugar. Las niñas tenían que cortarse el cabello a la altura de los hombros con las puntas hacia arriba y con vinchas impecables del largo de las cejas. Ellas usaban faldas largas y blusas plisadas. Íbamos por el campus como un ejército de clones mostrando nuestra singularidad.

Cuando comencé a enseñar en Kearns, Utah, los jóvenes (ya no estaba de moda llamarlos muchachos) mostraban su singularidad teniendo el cabello seco y usando la camisa fuera de su Levi's. Las jóvenes ahora usaban pantalones sueltos y la mayoría tenía el cabello corto y de estilo deportivo. Cuando la turba pasaba todos podían ver como eran únicos en su universalidad.

Durante los muchos años en los que Kathleen y yo teníamos a nuestros hijos en la secundaria la singularidad se demostraba usando tanto negro como fuese posible y teniendo el cabello tan largo como sus controladores (padres, oficiales de la escuela, etc.) lo permitieran. Era una manifestación única de independencia llamar a todos los adultos por su nombre, especialmente si ese adulto era el responsable de haberle traído al mundo. Era la época de una mórbida singularidad con cabellos largos y sin apellidos que era apoyada por casi todos los muchachos de la escuela.

Hoy no poseo el beneficio de una plataforma que me de ventaja para una buena observación, pero lo que pareciera ser la forma de manifestar singularidad es escoger algún grupo que se haya fundado por afinidad hacia alguna tendencia "popular", a algún sonido, marca o movimiento anti social y luego vestirse y actuar acorde con él. Los nombres han llegado a estar pasados de moda y se usan títulos universales al hablarse los unos a los otros. ('Amigo' es casi el único término que puedo incluir aquí para poder mantener este artículo como pensamientos para el Día del Señor) Se prefiere usar vestimenta que tenga la apariencia de haber sido descartada por un centro de donación de caridad local. El cabello puede ser de cualquier color menos de aquel con el que se nació y se corta de diferente tamaño en una misma cabeza. Los que pertenecen al grupo de cabello corto usan súper gel para asegurarse que las puntas creadas no se muevan de su lugar por el resto del día. Aún cuando la singularidad ha tomado una connotación de identificación tribal, todavía es un sentimiento universal.

Me ha impresionado a través de los años ver que la singularidad se ha desplegado en ciclos siempre repetitivos al observar a los varones levantar o bajar sus pantalones, cambiar el ángulo y el lugar del pico de su cabello y a las damas levantar y bajar la línea de su basta y realizar otros cambios cosméticos como demostración de su individualidad.

No estoy seguro, pero tengo una idea aproximada de que esto no es lo que el Señor tenía en mente cuando nos amonestó a ser una generación escogida, guardianes del convenio, una nación santa, un pueblo peculiar, un real sacerdocio y un tesoro para Él.

Al escudriñar las escrituras he hallado que Él define la singularidad de Sus hijos como aquella por la que uno se distingue en su apariencia modesta, por su hermosura (la belleza que se irradia del ser natural), su limpieza, su pureza, etc., y en la búsqueda continua de este perfil extremo hasta eventualmente poner la imagen de Dios en nuestros rostros.

Parece ser que el Señor desea que seamos un pueblo que se deje llevar menos por los líderes de la moda, las tendencias y las marcas y que estemos más a tono con las enseñanzas de Su Ungido; un pueblo que esté más ansioso por estar en armonía con el Espíritu que tratando de complacer a la turba que parece que nunca sabe a donde quiere ir.

Confío en que aquellos que hoy buscan ser verdaderamente singulares fácilmente lo lograrán cuando sean parte del grupo que se prepara a sí mismo de manera única para permanecer en pie en el Día del Señor.