domingo, 31 de diciembre de 2017

PREFACIO – PENSAMENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – VOLUMEN 5

Como este año llega a su fin empiezo una nueva aventura que debe llevarme casi a mi año 81. Como estoy a punto de aventurarme hacia adelante en esta tarea que he anhelado hacer por mucho tiempo, siento una necesidad de explicar cómo llegar a este momento ha tomado tanto tiempo y aunque mi paquete de experiencias ha sido muy extensa me pregunto todavía si el periodo de preparación ha sido suficiente para verme con éxito a través de las próximas 100 semanas dedicado a escribir.

En los últimos días he estado tomando un inventario sobre la ruta preparatoria que he sido andando durante la mayor parte de mi vida.

Durante los primeros años de mi vida y en mi adolescencia mis experiencias fundacionales principalmente consistieron en ser un estudiante. Siempre fui un estudiante muy tranquilo y obediente en las arenas públicas de la educación, pero en las clases de Primaria y la Escuela Dominical en la iglesia, probablemente con razón me tachan de ser un niño disruptivo. Siempre le atribuye gran parte de mi actuación a las presentaciones de las lecciones sin creatividad y el material redundante. No muchos de mis primeros maestros en la iglesia fueron más allá de leer las lecciones del manual en clase.

Voy a tener que pedir al Obispo Matthews, cuando lo veo otra vez después de la resurrección el razón por qué me llamó para enseñar los alumnos de 13 y 14 años en la Escuela Dominical cuando yo acababa de terminar mi tercer año de secundaria y tenía apenas 17 años de edad. Quizás puede haber sido solicitado por el profesor que enseñaba mi grupo de edad en la Escuela Dominical. Por otra parte, pudo haber sido porque este grupo particular de adolescentes de 13 y 14 años de edad tenía mucho la misma atención en la Escuela Dominical que yo había demostrado la mayor parte de mi vida joven y el obispo pensó que podría ser capaz de domesticar a quienes comparten las mismas características. Cuando miro hacia atrás podría haber sido una directiva enviado del cielo para dar mi una idea de la razón para la cual había sido enviado a la tierra.

Tuve una escapada mientras disfruté de la hospitalidad del ejército estadounidense antes de los pasos hacia el norte de México para pasar dos más años enseñando el Evangelio. Donde aprendí a amar a los demás y tener a una concepción en ser más inclusivos en mis relaciones. Si mi pre experiencia del ejército con un entusiasta grupo de 13 y 14 años no me había iluminado en mi cerebro la dirección lo cual llevaría mi carrera como profesora, este tiempo entre mis queridos hermanos y hermanas de México seguramente brillantemente me convirtió por la luz.

No mucho tiempo después de regresar a casa y mientras que estaba cortejando a Kathleen, comenzó ensenar temprano por la mañana en las clases de seminarios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Además de casarse con mi eterno compañero durante estos años y empezar nuestra familia, estaba trabajando a tiempo completo en la construcción y tratando de completar algunos cursos de la Universidad. Cuando terminé las clases temprano después de un total de cuatro años fuimos por vacaciones. La historia completa se puede encontrar en mi autobiografía, pero la versión corta es que después de que había enseñado a cuatro años de seminario temprano por la mañana cuando nos estábamos en Provo, Utah, donde las oficinas del Sistema de Educación de la iglesia se encuentra en aquel momento. En dos días mis pies se convirtió en ser plantado firmemente en el camino de enseñar el evangelio como una carrera, algo que ni siquiera sabía existió hasta el año anterior.

Para los próximos 41 años con sólo una interrupción corta de tres años mientras Kathleen y yo presidimos la misión de norte de Bogotá de Colombia para nuestra iglesia, estaba en la aula por unos 180 – 240 días al año por 5 – 7 horas al día, además de estar involucrado en las llamamientos de mi iglesia que generalmente incluyeron la tallera de ensenar.

Como si yo no hubiera sido bendecido bastante, tuve la oportunidad enseñar una clase de adultos para los desafíos del sur del Condado de Orange, California, por cinco años después de mi pensionaron, hasta mi cuerpo tenía que tener piezas biónica para que me mantenga funcional. Durante estos últimos cinco años de experiencias maravillosas, interactuando con los estudiantes en contextos de aula formal, dos acontecimientos muy importantes sucedieron que me causaría emprender caminos que nunca hubiera imaginado. En primer lugar, la 'siempre tratando de servir' Pam Larsen me regalo una computadora que ya no usaban en su casa y mi muy querido amigo Paul Maddox de la bondad de su corazón ofreció instruir mí en los fundamentos de las computadoras. En segundo lugar, puesto que ya no estaba bajo la dirección del Sistema de Educación de la iglesia, estaba libre para desarrollar y enseñar cualquier que deseaba. Comencé a desarrollar y escribir las lecciones de mis propias clases y encontré que estaba disfrutando de la amplia preparación que estaba haciendo durante estos últimos años tanto como yo mismo estuve durante las dos horas que estaba juntos con los estudiantes en el aula cada semana.

Habiendo recibido estos dos regalos maravillosos y quiso ser un receptor ingrato, desde que dejó el salón de clases he implicado durante los últimos ocho años con una clase de espacio cibernético que ahora me ha dado una manera actuar con grupos de hermanos y hermanas en muchas tierras y de muchas edades. Además de ayudar a me en mi deseo de ser cada vez más inclusivos en mis relaciones, esta clase de post formal escritura experiencia ha dado oportunidad para hacer mismo-publicaciones de este volumen 5 de mis Pensamientos además de otros cuatro volúmenes de Pensamientos para 100 Días de Reposo, y además dos volúmenes de las Lecciones Aprendido de la Vida y mi autobiografía.

Cuando empecé a escribir durante estos días de retiro estaba deseoso de dejar un legado para mis hijos y los hijos de mis hijos sobre quien soy y lo que creo. Pronto encontré la necesidad de seguir la Comisión que recibió del Elder Perry cuando aparte Kathleen y yo para presidir la misión de Bogotá Colombia, lo cual era que se iba a convertir a los misioneros con quienes fuimos bendecidos servir al Evangelio de Jesús el Cristo. Pronto llegue a restablecer las conexiones con los estudiantes de clases de Seminario e Instituto. Mis amistades en Face Book ahora son extensas y también se han incluido como hermanos y hermanas, muchos que sólo sepamos uno con el otro en los espacios de Ciber.

Ahora ¿por qué he retractado este canto del camino preparatorio que he andado y que es esta maravillosa aventura que quiero emprender?

Quiero escribir por lo menos 100 Pensamientos para un Dia de Reposo basados totalmente en las enseñanzas encontradas en el Libro de Mormón.


¿Por qué he elegido dedicar de una gran parte de mi vida restante en este volumen de escritura cuando es obvio que mi vida mortal ya terminado es mucho más extensa que mis días futuros anticipados?

1. En los tiempos cuando he tenido el privilegio de enseñar el Antiguo Testamento a menudo encontré yo con más preguntas que respuestas. Como
dice el refrán, si usted quiere tener tres puntos de vista sobre una determinada escritura pedir dos eruditos judíos. A veces me resultó difícil encontrar las características de Dios como se describe en ese trabajo para estar en armonía con mi creencia en un Padre Celestial amoroso que, junto con su hijo Jesús el Cristo, dedicó su existencia a llevar a sus hijos a inmortalidad y eterno vidas. Incluso he estudiado escrituras rabínicas esperando que pudiera obtener mayor luz y tener una mejor comprensión del punto de vista de los escritores originales de los libros sagrados. Aunque la Perla de Gran Precio agrega algunas pepitas muy valiosos a la comprensión de las enseñanzas del Antiguo Testamento. Nunca sería capaz de llenar un volumen de 100 Pensamientos para un Día de Reposo de ese pequeño tesoro.

2. He tenido la oportunidad de enseñar el Nuevo Testamento en muchos aspectos y he crecido a amar al Salvador y he sentido su sacrificio amado de su Expiación, pero siempre sentí una sensación de algo que falta. Lo finalmente se asentaron en como el eslabón perdido fue que no encontré a mucho abogado por los acontecimientos de mi vida cotidiana en los siglos 20 y 21. He sido bendecido leer los escritos de casi todas las religiones cristianas y estoy agradecido de que mi entendimiento del principio de la gracia fue ampliada grandemente, por supuesto, también amplió mi amor de Padre Celestial y Su hijo Jesús el Cristo.

3. Las Doctrinas y Convenios es fundamental y absolutamente importante para la justificación de la creencia en la restauración del Evangelio y la autoridad y las oficinas de la iglesia, pero cada vez más se ha convertido en un volumen que se utiliza para enseñar los fundamentos históricos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ya que nunca he tomado el tiempo para recoger ni digerir las historias personales para hacer estas lecciones dar la vida, he tenido que postergar la enseñanza de las Doctrinas y Convenios a los que han pagado ese precio concreto.

4. Por lo tanto, pasaré los próximos dos años de mi vida menguante escribiendo acerca de las enseñanzas encontrado en el Libro de Mormón.

El libro de Mormón es la base de mis creencias eterno y a través de que aún falta testimonio de algunos principios he sido lentamente erosionado hasta que queda pero una muy pequeña colina donde una vez una montaña estaba parada.

El Libro de Mormón fue traducido y traído a la luz de Joseph Smith como una advertencia y guía a los que se viven durante los días preparatorios anteriores a la segunda venida del Señor Jesús el Cristo.

El Libro de Mormón es un libro de autoayuda sobre cómo podemos incorporar el Plan de la Felicidad en nuestra vida cotidiana.

El Libro de Mormón es el testigo más seguro que Jesús es el Cristo.

Creo con todo mi corazón que como Joseph Smith enseñó, una persona puede acercarse a Jesucristo por la lectura del Libro de Mormón que cualquier otro.
Por lo tanto, me alegra que expuse en esta maravillosa aventura para al menos los próximos dos años.

PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

No hay comentarios:

Publicar un comentario