UN MUNDO LLENO DE ROSAS

El lunes pasado mientras el viento y las nubes de la manana eran reemplazados por una maravillosa y clara brisa, mientras me movia de hoyo a hoyo en la cancha de golf de la Municipalidad de San Clemente, estaba continuamente distraido por las hermosas 'inteminables' vistas extendidas desde el aterciopelado verde de la cancha de golf y mas alla del interminable mar azul. Se me recordo entonces que una de las bendiciones de vivir mas alla de setenta anos de mortalidad es que usted puede tomar tiempo para sentarse y oler las rosas, por las que uno tan asceleradamente paso tantas veces durante los anos mas agitados de la vida. Algunas veces me arrepiento que algunas veces estuve tan ocupado durante el viaje para apreciar en ese momento todas las maravillas que me rodeaban, pero con agradecimiento descubro en estos no tan agitados anos, que las rosas que yo pasaba con rapidez, fueron de hecho imprimidas en mi mente y que ahora tengo la capacidad de recordarlas cuando quiera.

Mientras me criaba al sur de Idaho, me di tan poca cuenta de que el misterioso y deprimente frio que cubria los valles era reemplazado por florecientes colores, mientras las temperaturas permitian el reemplazo de ropas, que empece a adquirir aprecio por renovacion de la vida y la necesidad de un periodo sombrio para asi ser mas completamente sorprendidos por la brillantez que muy fielmente seguia.

Cuando mi padre encontro trabajo al Sur de California y nos mudamos a ese callado paraiso de anos pasados que ahora son desconocidos, estaba demasiado ocupado afinando las mediocres habilidades de un atleta perpetuamente aficionado, para tomar tiempo de ser interrumpido de mi objetivo de llegar a ser una estrella mirando la abundante variedad de flora y fauna que yo cruzaba por mi camino al siguiente juego de barrio o juego de calzada. Poco yo sabia que mi mente estaba siendo envuelta con aprecio por los diferentes matices del arco iris, mientras iba haciendo mis freneticos movimientos durante este ano de rotativos colores siendo salpicados sobre este maravilloso jardin floral.

Durante los maravillosos anos en que mi esposa y yo tratabamos de 'criar' a nuestros hijos nos encontramos viviendo el las areas de alto desierto de Utah y Nevada; pienso que por lo menos empezaba a ver mas claramente las bellezas y maravillas de este mundo, pero tambien se que los anos siguientes han aumentado mi aprecio por aquello que me rodeaba. Estaba aprendiendo a buscar las pequenitas plantas nativas que llenaban el tan llamado suelo esteril mucho tiempo antes que los hombres con clavos en sus botas, o sea "civilizados", empezaran a pisarlas. Estaba tambien apreciando hasta cierto grado los grandes esfuerzos requeridos para mentener los arboles y cosechas plantados por los hombres "civilizados", que abundan en los valles de estas montanas que requieren el translado y almacenamiento de las aguas de las montanas, para que asi pudan ser usadas durante todo el seco verano. Creo que fue durante este tiempo que se me fueron presentadas las interpretaciones de las ensenanzas del Tora que ponen sobre la humanidad el trabajo de completar el trabajo creativo que Dios empezo y deliberadamente dejo sin terminar.

Frecuentemente recuerdo, con un corazon agradecido, las impresiones que me llegaron mientras pasaba aquellos maravillosos anos en Mexico y Colombia. Debido a las bases adquiridas en esos anos he sido capaz de entender, por lo menos un poco, como es que muchas veces lo que percibimos como una bendicion llega a ser una privacion, y lo que vemos como una privacion muchas veces se convierte en una bendicion. No hay duda que aquellos pioneros que irrigaron los valles de las montanas de Utah y Nevada fueron grandemente bendecidos por sus privaciones, y de igual manera no hay duda que la gente que vive en las areas tropicales del mundo han sido demoradas en su desarrollo porque viven en un lugar donde cualquier semilla que cae al suelo crecera. Por otro lado no me tomo mucho tiempo para entender que estos moradores del tropico han sido bendecidos con la oportunidad de pasar el tiempo oliendo las rosas durante su viaje, mientras las dificultades y ajetreos de las vidas de aquellos que viven en lugares mas dificiles los dejan con menos tiempo libre para disfrutar la belleza que los rodea.

No sea que yo deje de sonar muy 'optimista', debo confesar que todavia prefiero tibias brisas en vez de vientos frios. Aun prefiero las colinas verdes de primavera en California en vez que las colinas doradas del verano o las colinas marrones del otono. Estoy agradecido que encuentro belleza tanto en el plan organizado de 'la plantacion humana' que lo que parece imprevisible en el renuevo natural de la vida. Estoy agradecido el poder apreciar lo que parece esteril junto con la arrolladora vegetacion de los tropicos. Tambien estoy en igual manera agradecido que ya no tengo que limpiar o manejar en la nieve. Y estoy agradecido que ya no tengo que jugar en una cancha congelada sino que puedo jugar golf con relativa comodidad los doce meses del ano.

Estoy agradecido que todo esto ha sido implantado en mi banco de memorias, de manera que hoy, y espero que manana, sea capaz de encontrar gozo y regocijarme en el bello mundo en que yo tengo el privilegio de pasar mis anos de probacion. Oro que cuando le reporte a mi Padre Celestial sobre mi viaje, El encontrara satisfactorio que una de las cosas que yo aprendi mientras vivia aca fue sentarme y oler las rosas.