domingo, 20 de marzo de 2011

CONTINUACION DE CAMINAR LA MILLA DE MI HERMANO

Continuo creyendo de que si de alguna manera soy guiado por el Espíritu, mis juicios hacia otros tendrán una mejor oportunidad de ser hechos en rectitud.


Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Romanos 8:4)


También he descubierto que hay unas cosas que puedo recordar que me ayudan a salir de mi propio camino y ver más claramente para caminar una millita por la senda de un vecino antes que irracionalmente lance un juicio equivocado:


Aquellos que no están abrumados con la carga real, siempre intentaran solucionar los problemas de otros con más profundidad.


Porque he podido superar ciertos obstáculos, esto no hace mi viaje un camino universal que todos deben seguir.


A pesar de lo que podríamos leer en los libros más vendidos sobre una solución para todo, o libros recomendados en programas de entrevistas en la televisión, la superación de los obstáculos de la vida es tan variada como el número de aquellos que pasan durante su viaje esa milla en particular.


Porque he sido bendecido al recibir cierta tutoría y he sido ayudado al aprender las lecciones diseñadas, no significa que todos estaremos matriculados en el mismo currículo, o que se nos será requerido incorporar las mismas instrucciones durante la vida mortal.


Porque tome ciertas decisiones basado en la manera en que fui guiado de cómo interpretar las opciones y las consecuencias, esto no significa que todos los que se encuentran en ese mismo cruce deberían girar en la misma dirección y continuar a lo largo del mismo camino en la misma cantidad de tiempo.


A menudo actuamos precipitadamente cuando les decimos como vivir a los otros que están en el otro lado del decisión. Los pobres son muy hábiles al decirle a los más afortunados como gastar su dinero, y los ricos son muy hábiles al decirle a los pobres lo que deberían estar haciendo para salir de la pobreza.


Yo nunca debo olvidar que la visión que tengo del mundo está limitada a mi propia visión miope y que con mi ojo natural nunca veré el mundo exactamente como es visto por mi vecino.


Hay otro pensamiento que me gustaría cubrir antes de terminar el concepto del juzgar. Parece que la crítica y la corrección hecha al juzgar, es mejor reservarla para nosotros mismos, y después rápidamente seguirla por unas sinceras conversaciones con el Señor para obtener instrucciones acerca de la necesidad de corregir el curso. Por el contrario, nuestras relaciones con los demás han de ser dominadas por edificantes y constructivas interacciones. Se nos exhorta a preocuparnos por mantener nuestros pies firmemente plantados en el bien marcado camino y dejar de tratar de agarrar a nuestros vecinos que dan un paso en falso. Se nos aconseja de asegurarnos de estar bien fundados sobre la Piedra Angular e invitar con amabilidad a todos a venir a Cristo. Se nos ha dicho que debemos mantener nuestro ojo en Su gloria y luego sostener Su luz para que otros puedan ver claramente el próximo paso en su camino.


El Presidente Henry B. Eyring recientemente nos recordó sobre el espíritu de vivir una vida que incluya el caminar una milla en los zapatos de otro antes de hacer juicios. Incluyo algunos segmentos de su discurso:


“El amor es el principio motivador mediante el cual el Señor nos conduce por el camino para llegar a ser como Él, nuestro ejemplo perfecto.Nuestro modo de vivir, hora tras hora,debe estar lleno de ese amor a Dios y del amor por los demas.Eso no es una sorpresa, ya que el Señor los declaró como su primer y segundo grandes mandamientos. El amor a Dios es el que nos llevará a guardar Sus mandamientos;


Y el amor por los demás nos da la capacidad de obedecer.


La felicidad [de la vida] viene al poner el bienestar de los demás por encima del nuestro; eso es lo que significa el amor. Los dolores vienen ante todo a causa del egoísmo, que es la ausencia de amor.


Espero que hoy salgan en busca de oportunidades para hacer lo que Él hizo y amar como Él ama.” (Conferencia General- Octubre 2009 )


Finalmente, algunas palabras citadas por Dallin H. Oaks en un discurso dado en la Universidad de Brigham Young en Marzo 1 de 1998:


“El gran escritor William George Jordan nos recuerda que el carácter no puede ser juzgado como la tela para la ropa - solo viendo un pedazo de esta para representar todo el rollo. (ver La Coronacion de la Individualidad [ 1909 ], 101-105 ).


En otro escrito el escribió: ‘Solo hay una cualidad necesaria para entender perfectamente el carácter, una cualidad que, si los hombres la tienen, pueden atreverse a juzgar- esta es, la omnisciencia. La mayoría de la gente estudia el carácter como el que corrige un gran poema: sus oídos están apagados a la majestuosidad y la música de las líneas, sus ojos están obscurecidos a la imaginación mágica del genio del autor; el que corrige está ocupado buscando una comilla, un mal espacio, o una letra equivocada. Él tiene un ojo entrenado para ver las imperfecciones, las debilidades...


No necesitamos juzgar tanto como pensamos. Esta es la era de juicios rápidos... [Necesitamos] valor para decir, 'No se'. Estoy esperando por más pruebas. Debo escuchar los dos lados del problema.' Esta clase de juicio es la forma suprema de la Caridad." (La caridad suprema del Mundo, La Monarquía del Auto-Control, 27-30)


Mi oración es que antes de juzgar trate de caminar esa milla en los zapatos de mi vecino.

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