domingo, 9 de octubre de 2011

A VECES

El entendimiento algunas veces parece más brillante cuando el alma reemplaza a la vista.

La comprensión a veces parece más profunda cuando el silencio reemplaza el sonido.

Los sentimientos a veces parecen más tiernos cuando el corazón reemplaza el sentir.

La comunicación a veces parece más clara cuando el pensamiento reemplaza la palabra.

El sabor parece a veces más dulce cuando la gratitud reemplaza la lengua.

La felicidad a veces parece más sublime cuando tuyo reemplaza a mío.

El beber a veces parece apagar más la sed cuando se reemplaza con el agradecimiento.

El humor a veces parece más divertido cuando herir es reemplazado por honorar.

El valor a veces parece más poderoso cuando todos reemplazan a solo uno.

La bondad a veces parece más genuina cuando el ahora reemplaza el después.

El hogar parece a veces más tibio cuando la cortesía reemplaza la antipatía.

El trabajo a veces parece más productivo cuando la lealtad reemplaza la recompensa.

La crianza de los hijos a veces parece más efectiva cuando la educación reemplaza la disciplina.

La virtud parece a veces más pura cuando Tú reemplaza al yo.

El adorar parece a veces ser más reverente cuando la risa reemplaza la tristeza.

El silencio a veces parece más relajante cuando la soledad reemplaza a la compañía.

La confianza a veces parece más atractiva cuando el orgullo es reemplazado por la humildad.

El conocimiento a veces parece más profundo cuando la revelación reemplaza la lectura.

La vida a veces parece más significativa cuando el dar reemplaza el recibir.

La eternidad a veces parece más cercana cuando el hoy reemplaza el mañana.

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