domingo, 13 de octubre de 2013

EL MEJOR CAMINO

No toma mucho tiempo darse cuenta al revisar la sección de autoayuda de una librería… ¡Lo siento! Siempre pienso en mis tiempos. Como decía, a medida que se revisa la lista de los libros de autoayuda en un lector electrónico no toma mucho descubrir que todos los expertos saben cuál es la única manera correcta de mejorar las miserables condiciones de nuestra vida:


Para uno la solución está en aumentar la ingesta de fibra y disminuir los azúcares
Para otro la solución está en hacer más ejercicios y dejar de mirar la televisión en el sofá.
Otro afirma que sólo si aumentamos la cantidad de amigos que nos dan retroalimentación positiva y nos apartamos de aquellos que nos critican nos daremos cuenta que mejora la calidad de nuestra vida.
También leemos en cuanto a los beneficios de los cereales, los carbohidratos, las proteínas, las frutas, los vegetales y aún de la ropa que usamos.
Hemos vuelto inclusive a aquellos antiguos días en los que limpiarnos el sistema digestivo era bueno y que evitar esa experiencia nos dejará una sensación de insatisfacción.
Encontramos libros que hablan de los efectos edificantes de las drogas, el alcohol y sobre si deberíamos aumentar o disminuir la toma de las vitaminas A, B, C y D.
Inclusive hay una sección completa de cómo mejorar nuestra existencia eliminando las experiencias negativas de la vida por medio de los inventos que nos rodean.

Sé que debe existir algo de verdad en todos estos tratados y sospecho que hay muchos que han mejorado su estado físico y mental al aplicar lo que dicen estos libros, pero, y este es un gran PERO, creo que muchos de estos esfuerzos se pueden clasificar en esa inmensa área a la cual el apóstol Pablo se refirió como perder el enfoque de la meta.

Sé que estar bien de cuerpo y mente hace el viaje de la vida más saludable y feliz, PERO, ¿hemos venido a la tierra simplemente para divertirnos, o existen propósitos mayores para nuestra mortalidad?

Permítanme sugerir que nosotros escogimos venir a la tierra para pasar de una naturaleza telestial (mundano, egoísta y carnal) a avanzar y volvernos terrestres (amables, amorosos, gentiles y buenos) e inclusive lograr asemejarnos a lo celestial (altruistas, salvadores, espirituales y santos).

Pese a que no quiero ser contado entre aquellos que tienen “una solución definitiva para todos, en cualquier época y en cualquier lugar”, déjenme compartirles rápidamente algunas de mis observaciones en cuanto a la naturaleza humana:


Hay quienes responden más rápidamente a la claridad y otros a lo sutil.
Hay quienes responden mejor a las palabras endulzadas y otros a frases directas.
Hay quienes aprenden de los errores de otros y hay quienes deben probar todas las cosas.
Hay quienes tienen que ser abatidos para que se sujeten a la autoridad y hay quienes se conforman.
Hay personas para quienes el ser buenos es solo parte de lo que son mientras que otros lo encuentran aburrido y deben constantemente luchar consigo mismos para ser un poco bondadosos.
Hay quienes no hacen nada a menos que haya una aventura de por medio y otros que prefieren evitar los riesgos.
Hay quienes captan los conceptos cuando los leen, mientras que otros aprenden más rápido por sus otros sentidos.

Somos seres individuales y los hemos sido por siempre. El remedio para nuestra aventura en la tierra no parece tener una fórmula universal, sino que debe buscarse una fórmula que se aplique simplemente a cada uno en particular.

Estoy consciente de los principios del evangelio que postulan que debe haber una fe, un bautismo, un camino y una verdad, sin embargo, no creo que esto necesariamente quiera decir que sólo existe una sola manera de obtener esa fe o un solo camino para hallar la verdad. Nosotros, que creemos en la eficacia de las ordenanzas del templo por los muertos, por medio de esto aceptamos que existe más de una manera de recibir las bendiciones del bautismo.

He hallado que para cada concepto positivo del evangelio existe su correspondiente negativo:


Verdad ------------ Error
Correcto ---------- Errado
Creer -------------- Dudar
Luz ---------------- Tinieblas
Altruismo -------- Egoísmo


También me he dado cuenta que para algunos la lucha por eliminar lo negativo en sus vidas les brinda un mayor avance en la meta que tienen de cambiar su naturaleza. También he visto que hay otros que avanzan mucho más rápido al concentrarse en mejorar los atributos positivos de una naturaleza superior. Y es más, existe una multitud de combinaciones de las dos características en aquellos que intentan llegar a ser mejores en su travesía por su estado mortal.

Siempre es interesante ver que en el Sermón del Monte el Salvador haya pedido que seamos:


Pobres en Espíritu – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo
Mansos – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo
Sedientos de rectitud – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo
Misericordiosos – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo
Puros de corazón – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo
Perfectos – pero que no nos haya dicho como lograr dicho atributo

Me gustaría sugerir que una de las verdaderas claves para progresar en esta vida, a medida que luchamos por lograr una mejor comprensión de lo que debemos llegar a ser, puede estar en encontrar aquella fórmula de cambio que mejor se adapte a nuestra particular y peculiar naturaleza.

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