domingo, 28 de enero de 2018

DESEOS AMAROSOS DE LOS PADRES

Porque he aquí, aconteció que el Señor habló a mi padre, sí, aun en un sueño, y le dijo: Bendito eres tú, Lehi, por lo que has hecho; y porque has sido fiel, y has declarado a este pueblo las cosas que yo te mandé, he aquí, tratan de quitarte la vida.

Y sucedió que el Señor le mandó a mi padre, en un sueño, que partiese para el desierto con su familia. Y aconteció que fue obediente a la palabra del Señor; por tanto, hizo lo que el Señor le mandó. Y ocurrió que salió para el desierto; y abandonó su casa, y la tierra de su herencia, y su oro, su plata y sus objetos preciosos, y no llevó nada consigo, salvo a su familia, y provisiones y tiendas, y se dirigió al desierto.

Y descendió por los contornos cerca de las riberas del mar Rojo, y viajó por el desierto por los lados que están más próximos a este mar; y viajó por el desierto con su familia, integrada por Saríah, mi madre, y Lamán, Lemuel y Sam, mis hermanos mayores. Y aconteció que después de haber viajado tres días por el desierto, asentó su tienda en un valle situado a la orilla de un río de agua. Y sucedió que erigió un altar de piedras y presentó una ofrenda al Señor, y dio gracias al Señor nuestro Dios.

Y al río que desaguaba en el mar Rojo dio el nombre de Lamán; y el valle se extendía por las riberas del río y llegaba hasta cerca de su desembocadura.

Y cuando mi padre vio que las aguas del río desembocaban en la fuente del mar Rojo, habló a Lamán, diciendo: ¡Oh, si fueras semejante a este río, fluyendo continuamente en la fuente de toda rectitud! Y dijo también a Lemuel: ¡Oh, si fueras tú semejante a este valle, firme, constante e inmutable en guardar los mandamientos del Señor!

Esto habló por causa de la dureza de cerviz de Lamán y Lemuel; pues he aquí, murmuraban contra su padre en muchas cosas, porque era un hombre visionario, y los había sacado de la tierra de Jerusalén, abandonando la tierra de su herencia, y su oro, y su plata y objetos preciosos, para perecer en el desierto. Y decían que había hecho esto por motivo de las locas imaginaciones de su corazón. Y así era como Lamán y Lemuel, que eran los mayores, murmuraban en contra de su padre; y hacían esto porque no conocían la manera de proceder de aquel Dios que los había creado. Ni creían tampoco que aquella gran ciudad de Jerusalén pudiera ser destruida conforme a las palabras de los profetas; y eran semejantes a los judíos que estaban en Jerusalén, los cuales procuraban quitarle la vida a mi padre.

Y aconteció que mi padre les habló en el valle de Lemuel con poder, pues estaba lleno del Espíritu, al grado de que sus cuerpos temblaron delante de él, y los confundió, de modo que no osaron hablar contra él; por tanto, hicieron lo que él les mandó.
(1 Nefi 2: 1-14)

Incluso después de haber pasado con Kathleen por la aprendizaje de mayordomo de criar cinco hijos y una hija, cuando el número permaneciendo bajo nuestro techo cambiaba entre dos y ocho personas, todavía me hace pensar cuando leo los versos anteriores.

Establece claramente que Lehi fue lleno del Espíritu Santo durante este intercambio. Sin embargo, parece ser una gran desconexión entre los deseos que tiene para sus dos más viejos hijos, Lamán y Lemuel y la realidad tiene sobre lo que son y las decisiones equivocadas que se hacen continuamente.

Esta desconexión mismo parece ser un patrón a partir del padre Adán, cuya bendición a Caín parece estar fuera de línea con las decisiones que su hijo mayor hizo. Incluso me he preguntado sobre el Padre Celestial concede el nombre Lucifer o hijo de la mañana a su hijo que se convirtió en el autor de todas las mentiras, incluso Satanás.

Algunas de las preguntas que han pasado por mi mente son:

¿Debían los padres dejar esperanza eterna y sus deseos reinar sobre la realidad actual en sus mayordomías titulares?

¿Cuándo el Espíritu Santo ha revelado la naturaleza eterna de un niño a los padres deben relacionarlos con el niño 'como si' el niño estaba manifestando esas características eterna, mientras lucha en la oscuridad?

¿Cuándo el Espíritu Santo ha revelado la naturaleza eterna de un niño a los padres, cuando es apropiada explicar esto a un niño caprichoso?

¿Cuándo es apropiado para los padres retirar y abstenerse de comentar y dejar que sus hijos sufran las consecuencias de sus propias decisiones?

?Cuando la conducta de un niño afecta negativamente un hermano, ¿cuál es la reacción adecuada de los padres?

Cuando un niño se saca totalmente de las creencias de que los padres saben que es verdad, ¿cuál es la reacción adecuada de los padres?

¿Cómo deben los padres reaccionar cuando han llegado a conocer los cambios correctivos que hacen sus hijos resultan para ser sino pausas momentáneas en patrones conocidos de decisiones equivocadas?

¿Por qué incluye en la Agencia el derecho de todos los niños de conocer o no conocer la realidad de la existencia de Dios?


Como nuestra posteridad conectada acelera hacia la inclusión de cincuenta almas, yo personalmente encuentro agradecido de la existencia de una eternidad de tiempo donde el misterio de la crianza de los hijos podría ser menos nublado y por fin voy a ver más claramente.

Este misterio de la sobrevenir en el art de la crianza me da una razón más para admirar la majestuosidad de nuestros Padres Celestiales, que, si no me equivoco manejan Sus papeles correctamente, perfectamente cumpliendo estas situaciones de crianza de los hijos millones de veces al día.

Aunque entiendo claramente que este Pensamiento nos deja con cero soluciones a las problemas presentadas, estoy seguro que la ponderación de ellos hará que todos tenemos mucho pensar. De verdad he encontrado este dilema en muchos pasajes de las escrituras. Si de verdad buscamos y reflexionamos sobre las escrituras, a menudo nos quedamos con más preguntas que respuestas.


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY


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