domingo, 25 de marzo de 2018

SE AÑADIENDO 1

Hace muchos años cuando tuve mi familia sumergida en el proceso de mí obteniendo un doctorado en el campo de la educación, leí una estadística sobre el bajo porcentaje de graduados de la secundaria que jamás leyeron un libro durante su vida después de la graduación. De hecho, si me recuerdo correctamente, el porcentaje de aquellos que leen un periódico o una revista también fue bajo estrepitosamente.

En lo que se consideraría una observancia mucho menos científica, he sentido que un gran porcentaje de los que son bautizados como miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, rara vez avanzar en su comprensión y, por tanto, sus testimonios más allá de lo había obtenido por el tiempo que asistieron los programas de hombres jóvenes y de mujeres jóvenes de la Iglesia.

Si pudiéramos sólo usar el nivel de inactividad de los miembros de la iglesia como un aparato de medición, sería un indicador de que más del 50% de aquellos que conservan la membresía después de sus años de juventud han dejado de esforzar una búsqueda para mejorar su comprensión y de tal modo fortalecer sus testimonios.

Si tomamos una encuesta de los que prepararse para las clases del domingo leyendo los materiales de la lección, el porcentaje sería chapuzón otra significativa.

No para de mano de obra el punto, aunque probablemente ya lo hizo, si tuviéramos registrar aquellos que han leído el Antiguo Testamento en su totalidad, sin duda veríamos el porcentaje gota otra vez.

He apaleado el punto debido a las amplias promesas que ha hecho el Señor a quienes sigan con diligencia para buscar el conocimiento de la verdad y vivir en justicia.

Doctrina y Convenios 76:5-10

Porque así dice el Señor: Yo, el Señor, soy misericordioso y benigno para con los que me temen, y me deleito en honrar a los que me sirven en rectitud y en verdad hasta el fin. Grande será su galardón y eterna será su gloria. Y a ellos les revelaré todos los misterios, sí, todos los misterios ocultos de mi reino desde los días antiguos, y por siglos futuros, les haré saber la buena disposición de mi voluntad tocante a todas las cosas pertenecientes a mi reino. Sí, aun las maravillas de la eternidad sabrán ellos, y las cosas venideras les enseñaré, sí, cosas de muchas generaciones. Y su sabiduría será grande, y su entendimiento llegará hasta el cielo; y ante ellos perecerá la sabiduría de los sabios y se desvanecerá el entendimiento del prudente. Porque por mi Espíritu los iluminaré, y por mi poder les revelaré los secretos de mi voluntad; sí, cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han llegado siquiera al corazón del hombre.

Doctrina y Convenios 42:61

Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento, a fin de que conozcas los misterios y las cosas apacibles, aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna.

Doctrina y Convenios 121:26-32

Dios os dará conocimiento por medio de su Santo Espíritu, sí, por el inefable don del Espíritu Santo, conocimiento que no se ha revelado desde el principio del mundo hasta ahora; el cual nuestros antepasados con ansiosa expectativa han aguardado a que se revelara en los postreros tiempos, hacia los cuales sus mentes fueron orientadas por los ángeles, como que se hallaba reservado para la plenitud de su gloria; una ocasión futura en la que nada se retendrá, sea que haya un Dios o muchos dioses, serán manifestados. Todos los tronos y dominios, principados y potestades, serán revelados y señalados a todos los que valientemente hayan perseverado en el evangelio de Jesucristo. Y también, si se han fijado límites a los cielos, los mares o la tierra seca, o el sol, la luna o las estrellas, todos los tiempos de sus revoluciones, todos los días, meses y años señalados; y todos los días de sus días, meses y años, y todas sus glorias, leyes y tiempos fijos, serán revelados en los días de la dispensación del cumplimiento de los tiempos, conforme con lo decretado en medio del Concilio del Dios Eterno de todos los otros dioses, antes que este mundo fuese, que habría de reservarse para su cumplimiento y fin, cuando todo hombre ha de entrar en su eterna presencia y en su reposo inmortal.

En los 8 primeros capítulos del Libro de Mormón seamos conscientes de Lehi después de haber hecho el sacrificio de todas sus posesiones mundanas, su estatus en la comunidad y había dedicado el resto de su vida a ser obedientes a los mandamientos del Señor. Estos comandos incluidos poner en peligro las vidas de sus hijos para obtener las placas de latón de su tío Labán.

Nos damos cuenta de que Lehi y su hijo Nefi hacen más de una lectura casual sobre los registros que contenía su genealogía, así como la historia de su pueblo de Adán hacia abajo a través de Jeremías.

La diligencia que Nefi tenía en búsqueda de estos registros, así como registrar los registros de duelo de su padre y su propia historia le llevó a anunciar en el último versículo del capítulo 9 de 1 Nefi, Pero el Señor sabe todas las cosas desde el principio; por tanto, él prepara una vía para realizar todas sus obras entre los hijos de los hombres; porque, he aquí, él tiene todo poder para el cumplimiento de todas sus palabras. Y así es. Amén.Es muy interesante en los cinco capítulos que siguen han revelado a ellos un extraordinario volumen de información de ese banco inagotable de conocimiento del Señor.

Durante las próximas semanas, los cuales curiosamente caen durante la celebración de la conmemoración del evento suprema de la misión de nuestro Salvador, espero se contemplaran el vasto conocimiento que se le dio a Lehi y Nefi a causa de su fidelidad y diligencia, preguntando y siendo constante en la búsqueda para el conocimiento de la verdad.

(Continuará)


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY


No hay comentarios:

Publicar un comentario