domingo, 9 de septiembre de 2018

SABOREANDO LAS PALABRAS DE IASIAS


(Libro de Mormón – 2 Nefi – capítulos 9, 10, 11) 1

Aunque Nefi había hablado brevemente, en una introducción de lo que él sentía era importante en los capítulos de Isaías que escribimos acerca en el Pensamiento de la semana pasada, siguió la lectura de los capítulos 50, 51 y 52 de Isaías a su pueblo con un discurso amplificado sobre cuatro temas principales que él quería lleva a la atención de su lectura.

La Misión Eterna y Expiatoria de Jesús el Cristo.

Los decepciones de Satanás mientras actúa contra los hijos de Dios durante su período mortal.

Profetiza sobre el último sacrificio del Salvador durante la mortalidad, su misión a las Américas y la preservación de las Américas como una tierra de libertad.

La Ley de Moisés como un tipo para Jesús el Cristo.


Sólo tardó unos minutos en escanear el contenido de los capítulos 9, 10 y 11 de Segundo Nefi para darme cuenta de que tomaría más de un pensamiento para hacer justicia a las palabras de Nefi.

En mis últimos años me he convertido en un firme creyente de que la preparación para nuestra existencia eterna es una compilación del crecimiento que tuvimos como hijos espirituales de nuestros Padres Celestiales antes de nuestro nacimiento mortal, el crecimiento que ganamos durante nuestro viaje mortal y el crecimiento que ganaremos en la siguiente fase de nuestra existencia después de pasar de la muerte mortal a la vida eterna. También he ganado la convicción de que cuanto más avance en cada fase de mi existencia me dará una ventaja durante el próximo.

Tal vez sólo un par de escrituras que nos ayuda recordar por qué tengo estas convicciones:

Perla de Gran Precio – Abraham 3:18-26

Si hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro, sin embargo estos dos espíritus, a pesar de ser uno más inteligente que el otro, no tienen principio; existieron antes, no tendrán fin, existirán después, porque son gnolaum o eternos.

Y el Señor me dijo: Estos dos hechos existen: Hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy el Señor tu Dios, soy más inteligente que todos ellos. El Señor tu Dios envió a su ángel para librarte de las manos del sacerdote de Elkénah. Yo habito en medio de todos ellos; por tanto, he descendido ahora para darte a conocer las obras que mis manos han hecho, por lo que mi sabiduría los sobrepuja a todos ellos, pues reino arriba en los cielos y abajo en la tierra, con toda sabiduría y prudencia, sobre todas las inteligencias que tus ojos han visto desde el principio; yo descendí en el principio en medio de todas las inteligencias que has visto.

Y el Señor me había mostrado a mí, Abraham, las inteligencias que fueron organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas estas había muchas de las nobles y grandes; y vio Dios que estas almas eran buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A estos haré mis gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio que eran buenos; y me dijo: Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer. Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con él: Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual estos puedan morar; y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare; y a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.


Doctrina y Convenios – 139:18-21

Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero.

Hay una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan; y cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa.

También se nos recuerda a través de las escrituras que después de pasar por todas las pruebas de todas las fases de nuestra existencia, nos hemos convertido en hijos glorificados de nuestros Padres Celestiales, nada será retenido de nosotros.


Libro de Mormón – Alma 5:58-60

Porque los nombres de los justos serán escritos en el libro de la vida, y a ellos les concederé una herencia a mi diestra. Y ahora bien, hermanos míos, ¿qué tenéis que decir en contra de esto? Os digo que si habláis en contra de ello, nada importa; porque la palabra de Dios debe cumplirse.

Pues, ¿qué pastor hay entre vosotros que, teniendo muchas ovejas, no las vigila para que no entren los lobos y devoren su rebaño? Y he aquí, si un lobo entra en medio de su rebaño, ¿no lo echa fuera? Sí, y por último, si puede destruirlo, lo hará. Y ahora os digo que el buen pastor os llama; y si escucháis su voz, os conducirá a su redil y seréis sus ovejas; y él os manda que no dejéis entrar ningún lobo rapaz entre vosotros, para que no seáis destruidos.


Una última cosa es importante contemplar antes de escribir acerca de las palabras de Nefi. He reflexionado sobre por qué, al igual que Nefi en estos capítulos, los profetas vivientes que bendicen a diferentes generaciones de mortales hablan con tanta ansiedad acerca de debemos hacer todas las cosas en este momento, si tenemos eternidades para crecer hasta nuestra eterna recompensa.

Creo que parte de la razón es que son buenos pastores y están siendo diligentes en su mayordomías. Otra razón por la que siento que hablan con tanta ansiedad es que saben como Nefi sabía, que no podíamos cumplir el propósito de nuestra existencia, que es tener gozo, si no nos apegamos a las doctrinas y principios del Evangelio.

Aunque, no tengo ninguna duda que el Señor podría traer para pasar la salvación de otros sin mi humilde ofrenda, otra razón por la cual los profetas vivientes amonestan con tanta urgencia es que conocen la magnitud del crecimiento que puede venir de esforzarse para traer a otros a Jesús el Cristo.

Doctrina y Convenios 18:14-17

Así que, sois llamados a proclamar el arrepentimiento a este pueblo. Y si acontece que trabajáis todos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre! Y ahora, si vuestro gozo será grande con un alma que me hayáis traído al reino de mi Padre, ¡cuán grande no será vuestro gozo si me trajereis muchas almas!

He aquí, tenéis mi evangelio ante vosotros, y mi roca y mi salvación.


(continuar)


PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

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