domingo, 27 de octubre de 2019

VERDADERA CONVERSIÓN

A medida que continuamos leyendo el notable relato de Ammón y sus hermanos sobre la obra misional entre los lamanitas, encontramos el siguiente relato de la conversión de los hijos de Lehi que anteriormente se habían referido a sí mismos como Lamanitas, pero que ahora se hicieron cargo de sí mismos el nombre de Anti-Nefi-Lehitas. (Alma 23:17).

Y aconteció que cuando el rey hubo enviado esta proclamación, Aarón y sus hermanos fueron de ciudad en ciudad, y de una casa de adoración a otra, estableciendo iglesias y consagrando sacerdotes y maestros entre los lamanitas por toda esa tierra, para que predicaran y enseñaran la palabra de Dios entre ellos; y así fue como empezaron ellos a lograr mucho éxito.

Y miles llegaron al conocimiento del Señor, sí, miles llegaron a creer en las tradiciones de los nefitas; y se les enseñó lo que contenían los anales y las profecías que se han transmitido aun hasta estos días.

Y tan cierto como vive el Señor, que cuantos creyeron, o sea, cuantos llegaron al conocimiento de la verdad por la predicación de Ammón y sus hermanos, según el espíritu de revelación y de profecía, y el poder de Dios que obraba milagros en ellos, sí, os digo, que así como vive el Señor, cuantos lamanitas creyeron en su predicación y fueron convertidos al Señor, nunca más se desviaron.

Porque se convirtieron en un pueblo justo; abandonaron las armas de su rebelión de modo que no pugnaron más en contra de Dios, ni tampoco en contra de ninguno de sus hermanos.

Y estos son los que fueron convertidos al Señor:
(Alma 23: 4-8)

Habiendo tenido la experiencia de presenciar a muchas personas dar testimonio de conocer la veracidad del evangelio de Jesucristo y entonces a partir y alejarse, me hace maravillarme de que esta vasta comunidad de Anti-Nefi-Lehitas, a pesar de tener muchas pruebas, nunca vaciló en su convicción.

La gran diferencia entre los conversos que he observado durante mi vida y la de los conversos Lamanitas que vivieron en lo que ahora se llaman las Américas durante el siglo uno antes del nacimiento del Salvador, me ha traído a la mente muchas reflexiones sobre por qué esto diferencia existe.

Parece que podemos descartar, ya que el mensaje básico del Evangelio ha permanecido inalterado y el Espíritu Santo continúa cumpliendo Su oficio como Testador, las personas en todas las dispensaciones deben tener la misma oportunidad de haber recibido una vez una comprensión de la verdad, capaces de permanecer fuertes en su fe.

Si el Señor ha prometido no ponernos a prueba más allá de nuestra capacidad de resistir, ¿están sujetos a diferentes niveles de tentación los pueblos de diferentes tiempos, o tienen diferentes niveles de capacidad de resistir?

¿Es posible que el nivel de expectativa de obediencia que el Señor pone en diferentes generaciones no sea una constante?

¿Por qué los hijos de padres aparentemente fieles no comprenden los principios de la verdad en la misma medida?

¿Por qué alguno de nosotros parece vacilar con frecuencia en el grado de convicción del principio del Evangelio?


Hace poco recibí una respuesta a uno de mis Pensamientos de un querido amigo y mentor que creo que podría ser útil al meditar en este discurso sobre los fenómenos de las conversiones desiguales.

En esta vida transitoria tomamos decisiones y decisiones, pero lo hacemos con una comprensión confusa y confusa; una imagen confusa y tenue que depende de las influencias que nos rodean.

En la medida en que los hombres (y las mujeres) que nos influyen tienen razón, y en la medida en que nuestras interpretaciones y discernimiento nos dan una verdadera comprensión de lo que nos enseñan, entonces nuestras decisiones PUEDEN ser correctas. No del todo bien porque entre la recepción de revelación (o perspicacia para el caso), la comprensión intelectual de un mensaje desde el infinito, la conversión del mensaje en lenguaje humano, la transmisión de ese mensaje a otro cuyo personal el uso y la comprensión del lenguaje difieren de los profetas (u de otra persona) y la acción de ese mensaje, será por necesidad alterado.

La recepción de un mensaje de un profeta no equivale a un mensaje a un profeta.

Habiendo recibido mucho aporte de los demás y del Espíritu de Dios de Su mundo, ejercemos nuestro albedrío, tomamos decisiones y compromisos; entonces morimos.

Nosotros, en la vida, hemos visto a través de un vaso oscuro, pero luego cara a cara.

Ahora, por fin, ¿cómo se podría decir, cómo podría decir eso, sabiendo que Dios es Dios, no sólo grande sino Infinito, alguien podría tomar continuamente una decisión tan destructiva?

Sin embargo, la agencia persiste. Con el albedrío, debe haber consecuencias.
(Paul Maddox)

Y allí encontramos muchas respuestas a nuestros preguntas.

Debido a La Agencia, es absolutamente seguro que las consecuencias de las elecciones darán lugar a grandes diferencias de durabilidad y calidad de conversión.

Debido a las consecuencias que asisten al Albedrío, no tenemos que temer acerca de la justicia absoluta eterna.

Debido al Organismo, siempre estaremos mal en tratar de hacer comparaciones dispensantes o individuales.

Debido a que ahora caminamos dentro del cristal oscuramente, la comprensión total de la misteriosa obra dispensacional del Padre Celestial con Sus hijos tendrá que esperar hasta ese día eterno en que lleguemos a ser hijos de la luz.

Dado que mi lucha personal con el proceso de permanecer constante, comprometido y convertido a esas cosas de las que he dado testigo es continua y el aporte informativo inspirador parece interminable, sería bueno para mí permitir a mi vecino la privacidad de su viaje personal en un mundo operado y sostenido por el principio divino del Albedrío,



PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE SABBATH – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

PENSAR + PLANEAR + PREPARAR + HACER + ABRAZOS + PAZ + GOZO + AMOR + INTEGRIDAD + FE + ESPERANZA + CARIDAD = LA VIDA BUENA



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