domingo, 26 de julio de 2009

¿CUÁL ES LA HERENCIA QUE ESTAMOS DEJANDO?

A medida que viajaba con alegría por mi pasado este último mes al reunirme con personas tan maravillosas y entusiastas en FaceBook, ha sido interesante ver lo que una comunidad integrada debe ser. Continuamente veo nombres que aparecen relacionados con las hojas de genealogía tanto de mi familia como las de Kathleen. Los apellidos obvios son Riley, Law. Wooton y Bernard, pero a estos rápidamente podemos agregar apellidos tales como Butler, Roberts, Sessions, Holbrook y Tolman; y con cada búsqueda de nuestras generaciones la lista se expande y se vuelve más inclusiva.

Uno se pregunta que fue lo que nuestros ancestros comunes desearon dejar como herencia a sus hijos y a los hijos de sus hijos cuando cruzaron el océano y se detuvieron en las praderas y participaron de las maravillas de la revolución industrial. Uno se pregunta si ellos fueron de alguna forma capaces de ver tanto lo bueno como lo malo que surgiría de sus descubrimientos y lo que eventualmente evolucionaría como nuestra presente y compleja sociedad. Poco se lee en sus escritos sobre los actuales problemas ecológicos de escasez y contaminación; ni las vidas cómodas que los tesoros de la tierra nos proporcionan diariamente. La lluvia ácida y los recursos renovables son conceptos que serían incomprensibles aún para el más erudito de aquellos días de antaño, lo mismo ocurre con las comunicaciones inalámbricas de las que gozamos para relacionarnos como para entretenernos. Lo que hallamos en las bibliotecas es una preocupación genuina en cuanto a la rápida dilución de los valores humanos básicos. Se preocupan por la verdadera hermandad de la humanidad, el deterioro de la familia, de la honestidad en los negocios y del disparo de la decadencia moral. Están con gran alarma ansiosos constantemente por la capacidad de transmitir los verdaderos estándares y atributos a sus hijos de manera perpetua.

A medida que nuestras familias continúan interrelacionándose con ésta y con las futuras generaciones debemos considerar que las bases de nuestros propios esfuerzos pioneros están puestas para un mundo del cual no solo soñamos y del cual somos poco capaces de comprender. Tal vez mientras debatimos sobre la mejor forma de resolver lo intrascendente y lo difícil que le ocurre a nuestros hijos – tal vez mientras aumentamos su gratitud por medio de nuestras insaciable sed – tal vez mientras continuamos aislando la democracia como un derecho constitucional de los ricos – sería correcto alzar una voz de reforma en defensa de aquellos ideales que han sido proclamados como necesarias normas sociales por aquellos quienes tan sabiamente nos hablan desde el pasado.

El estrépito de la discordia que degrada las doctrinas de los fallecidos son tan ensordecedores que debemos hablar de manera constante y clara para que los buscadores del camino verdadero que se encuentran en medio de los siempre crecientes estilos de vida alternativos sean capaces de distinguir la voz del Pastor Verdadero y sean guiados a hallar Su estandarte de la verdad.

Que: el verdadero éxito en el mundo profesional solo puede alcanzarse cuando éste está basado en la honestidad y la integridad.

Que: las verdaderas relaciones sociales felices solo se obtendrán cuando estén enmarcadas en la unidad familiar que esté bien fundada en las enseñanzas del Salvador.

Que: los bien intencionados programas sociales para reformar a las personas y las familias nunca tomaran el lugar del ánimo, el gozo, la paz y la comodidad que son las bendiciones de aquellos que han prestado atención y han seguido el consejo del Salvador de vivir una vida moral, confiable y casta.

Que: la verdadera hermandad es mayor que el fanatismo basado en el color de la piel, la edad, el status social o el género.

Que: el aceptar los puntos comunes al género humano será la única solución contra los prejuicios que producen odio y división entre los hijos de Nuestro Padre Celestial.

Con suerte, cuando la generación del 2109 miré hacia atrás, como lo hacemos ahora, ellos gustosamente nos rendirán honores por el dominio propio que hemos manifestado a medida que disfruten de una tierra fértil, bosques verdes, lagos azules y las bendiciones de comodidad que gocen en su cálidos y bien iluminados hogares; pero con manifiesta intensidad esperamos y aspiramos al sueño de que veneren a nuestra generación por los estandartes de verdad y nobleza que firmemente hallamos establecido, tanto de palabra como de hecho.

PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY
TRADUCIDO POR – WALTER IVAN CRUZ

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