Algunos pensamientos mientras medito en ser un ciudadano de mi país y como esa nacionalidad encaja con mi creencia en la Hermandad Universal de la humanidad.
¿Cuál creo realmente que es el significado de patriotismo?
¿Cuán valiosa es la paz para mí?
¿Cuáles son los medios más efectivos para asegurar una paz duradera para nuestros hijos?
¿Cuándo un gobierno está realizando actos políticos eficaces que nos llevan a tener paz duradera?
¿Cuándo el gobierno se convierte en un impedimento o cuándo en una ayuda para el crecimiento de cada persona?
¿Cuán a menudo caigo en la trampa de la búsqueda de logros egoístas y sin sentido a riesgo de destruir la paz de mis semejantes?
¿Están mis prioridades personales balanceadas con las necesidades de la gran comunidad en la que resido?
¿Cuán a menudo los resultados de mis esfuerzos me conducen a una paz productiva y significativa entre los hombres?
En medio de las banderolas y el fragor que acompañan a nuestra celebración de Independencia todos podríamos beneficiarnos de unos momentos de meditación, recordando que éste es un día para llegar a ser independiente de las cadenas, un día para obtener libertad de las cargas restrictivas, un día de libertad de los controladores cobardes. Y así, eventualmente, podemos llegar a comprender que una de las consecuencias de ser un Predicador de Paz es que también podemos hacer nuestro el principio de la Verdadera Independencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario