sábado, 27 de junio de 2009

EVALUACIÓN DE MI RELACIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO

¿Se me ha enseñado o recordado alguna pizca de verdad y conocimiento de la vida premortal que había olvidado o que había escogido olvidar?

¿Se me ha recordado concentrarme en mi propio crecimiento sin caer en la destructiva práctica de tratar de comparar este crecimiento con el de mis pares?

¿Fui guiado a lo seguro en una dirección diferente a la que podría haber elegido?

¿Recibí consuelo en algún momento de desesperación cuando no había nadie de mi grupo de apoyo al alcance?

¿Se me ayudó a ser capaz de salir más allá de mi zona de confort mientras realizaba alguna de las extenuantes listas de cosas de hoy que tienen que ser realizadas?

¿Fue mi conciencia iluminada y vivificada durante un momento de tentación cuando sin poner cuidado dejé que mi mente se apartara del sendero estrecho y angosto?

¿Ha venido de pronto a mi mente una comprensión que nunca había concebido anteriormente?

Mientras realizaba los deberes de rutina de hoy ¿algún evento aparentemente mundano de pronto comenzó a resplandecer?

¿Alguno de mis conocidos comunes parece tener un aura extraordinaria?

¿He tenido hoy alguna experiencia que ha fortalecido mi resolución y mi compromiso de ser más receptivo para que la gracia del Señor obre y acredite mis débiles esfuerzos mientras lucho por aprender, hacer y llegar a ser todo lo que mi Padre desea que llegue a ser?

¿Alguna conversación aparentemente común ha fortalecido mi resolución de rededicarme en la importante tarea de obtener los atributos, características y perfecciones de la Deidad?

¿Se me ha concedido la visión que me permite mantener una perspectiva apropiada de ser más diligente en priorizar aquellas cosas que son de mayor importancia durante mi paso por la tierra?

¿He sido inducido a mantener mi humildad y sentido de nulidad cuando el mundo le ha dado una ruma de espaldarazos inmerecidos a mis esfuerzos mortales?

¿Se me ha ayudado a darme cuenta que las tragedias y las adversidades de la vida son solo momentos de enseñanza los cuales son una parte importante de la currícula personalizada que un amoroso Padre Celestial ha diseñado para ayudar a fortalecer mi alma eterna?

¿Se ha expandido mi mente para ser capaz de captar la importancia de las pequeñas mejoras que hago al llegar a ser un individuo más amoroso, más misericordioso, más manso, más paciente y más sumiso?

¿He sido motivado a poder ver la guía divina en las enseñanzas inspiradas de los oráculos vivientes del Señor?

¿He elegido hacer la voluntad del Señor en vez que la mía?

¿Se me ha hecho ver la importancia del individuo cuando me encuentro en el servicio del Señor?

¿He sido fortalecido en mi resolución de magnificar el más importante de mis llamamientos: el de llegar a ser el mejor cónyuge y padre (madre) que yo pueda llegar a ser?

Sé que mi Padre Celestial me ama y me guía diariamente.

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