EL ORTO LADO DEL ARREPENTIMIENTO

Una de mis partes favoritas del Libro de Mormón se lleva a cabo entre el año 279 AC y el ano 124 DC durante el reinado de los tres reyes y profetas, Mosíah, su hijo Benjamín y su nieto Mosíah. No tenemos muchos detalles de aquellos días, pero sabemos que vivieron de acuerdo con el Plan de Felicidad, sus líderes trabajaron con sus propias manos para no ser una carga para el pueblo, y universalmente llegaron a un punto donde el Señor Omnipotente trajo un potente cambio en sus corazones, y así ya no tenían ninguna disposición a obrar el mal, sino hacer el bien continuamente. (Libro de Mormón - páginas 140-157)

Muchas de las religiones del mundo comparten la creencia de que el propósito de la mortalidad es ir a través de un proceso de refinamiento que nos prepara para compartir una existencia en la presencia de Dios. Por ejemplo, el Judaísmo observa el principio de que la mortalidad es un tiempo para vivir una vida digna de vivir en la presencia de Dios, y que la mejor manera de lograrlo es haciendo del mundo en que vivimos un lugar mejor porque estamos aquí. En el cristianismo consideramos que el éxito en el camino que nos lleva de regreso a la presencia de Dios, se encuentra siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo.

Muchas veces he reflexionado que si voy a seguir el ejemplo de Jesucristo, ¿cuánto tiempo debo estar gastando superando mi disposición a hacer lo malo?

El Nuevo Testamento es firme sobre el hecho de que Su vida fue un perfecto andar sobre el camino de hacer el bien continuamente. Por lo tanto, seguir Su ejemplo debe indicar una vida, que al igual que los Nefitas de la antigüedad, no se centra en vencer el mal, sino en hacer lo bueno continuamente. También hay una fuerte indicación de que simples mortales necesitaran, como El, una gran cantidad de intervención divina para poder aproximarse a Sus logros..

En algún momento durante los inevitables cambios que parecen ocurrir en las religiones del mundo, la importancia del arrepentimiento se ha desviado del concentrarse en revestirse de buenos atributos y características, hacia un énfasis definitivo por superar las malas inclinaciones de los mortales. Por tan sólo unos minutos me gustaría considerar el proceso original del arrepentimiento o el esfuerzo por hacer lo bueno continuamente.

EL OTRO LADO DEL ARREPENTIMIENTO:

1. En lugar de tratar de no hurtar, robar y engañar voy a tratar de ser honesto en mis tratos.

2. En lugar de tratar de no usar palabras cortantes, duras y críticas, me esforzaré por hablar palabras que edifican y construyen.

3. En lugar de tratar de superar el odio y la intolerancia, me esforzará por desarrollar un amor universal hacia la humanidad.

4. En lugar de tratar de no poner tropezaderos y de hundir a mi vecino, me esforzaré por hacer que sus vías brillen y de construir puentes para hacer sus viajes más fáciles.

5. En lugar de tratar de superar los deseos de la carne, me esforzará por demostrar el verdadero amor a todos ayudándoles a convertirse en todo lo que pueden llegar a ser.

6. En lugar de pelear la guerra contra la propaganda del mundo de la comida chatarra, me esforzare por tratar a mi cuerpo como un templo y un regalo de un amoroso Padre Celestial.

7. En lugar de intentar controlar la ira y las calamidades físicas que le acompañan, tratare de mantener la paz y la tranquilidad en mi vida.

8. En lugar de tratar de eliminar la codicia de mi vida, tratare de desarrollar un mayor grado de caridad hacia los demás.

9. En lugar de maldecir a mi hermano por sus diferencias, tratare de estar agradecido por los dones que disfruto al trabajar en conjunto, a causa de esas diferencias
.
10. En lugar de la coerción y compulsión me esforzare por enseñar principios correctos y permitir a todos los que están bajo mi mayordomía los privilegios, responsabilidades y las consecuencia del albedrio.

11. En lugar de intentar vencer el orgullo, voy a tratar de ser humilde.

Cuando trato de demostrar un punto, diez ha sido siempre mi limite, pero mi maravilloso editor quiso añadir uno más. Por lo tanto, estos once puntos deben ser más que suficientes para aclarar lo que he estado pensando.

Un par de observaciones personales:

Mientras he luchado y tropezado a través de las fases de mi vida, me he dado cuenta que superar la maldad con la que he sido tentado, ha sido principalmente una lucha independiente, con un poco de ayuda de otros y un poco de ayuda de mi amoroso Padre Celestial. Sin embargo, en esas horas en que realmente me he concentrado en hacer lo bueno continuamente, me he dado cuenta de que este camino no se puede pisar sin la intervención divina y la guía del Espíritu Santo. Después de todo, este regalo fue extendido a los antiguos Nefitas, no se lo ganaron por sí mismos.

Mientras las fases de la vida se han multiplicado y los días restantes de la mortalidad se acortan más que los que han pasado, me doy cuenta de que la amonestación del Señor desde el monte de llegar a ser perfectos como su Padre celestial es perfecto, es una tarea que estaré tratando de cumplir aun en las fases posteriores mortales de mi progreso.

Me doy cuenta ahora más que nunca que esperar que mi vecino se convierta en un santo, de ninguna manera ayudara mi decisión personal de morar eternamente con nuestro Padre Celestial, pero si este gran cambio conlleva frutos, entonces debe empezar conmigo.

Me tomó mucho tiempo, pero finalmente he llegado a la conclusión de que el trabajo positivo de tratar de revestirme de atributos y características buenas, es un viaje mucho más agradable y tranquilo que cuando yo estaba continuamente tratando de vencer mi disposición de hacer lo malo. Realmente esta es la clave misma para vivir de acuerdo con el Plan de Felicidad.

Que el Señor nos bendiga a todos con su gracia sustentadora mientras nos esforzamos por ser como es Él.