domingo, 20 de julio de 2014

NUEVAS IDEAS parte 3

Para aquellos que no me han abandonado, al frustrarse con mi larga historia, continuaré nuevamente donde la dejé la semana pasada.

Mi maestría fue la experiencia educativa más alegre de mi vida. Se me permitió diseñar mi propio currículo, elegir a mis profesores y establecer mi calendario para completar la carrera. La única cosa negativa de toda la experiencia, era que tenía que manejar de ida y de vuelta a la Universidad de Brigham Young durante la noche, en un carro que no tenía calefacción. ¡Bueno, tal vez mis exámenes orales no están llenos de recuerdos felices!

Ya que había tenido una experiencia tan maravillosa con mi maestría, cuando la oportunidad de lograr un Doctorado llegó, salté de la alegría.

Finalmente, llegamos al punto de este largo caminar por el carril de la memoria.

En una de las clases que estaba tomando para mi doctorado, se me dio la oportunidad de asistir a una sesión de entrenamiento con todos los gastos pagados en Flint, Michigan, en programas educativos continuos.

No es que haya abarcado todo, pero debo hacer hincapié en el hecho de que hasta el momento, había establecido más o menos mi vida, mis creencias y mis pensamientos en aquellas enseñanzas que surgieron a partir de las fuentes del Evangelio que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña.

Durante esa semana inolvidable en Flint, por alguna razón, y por primera vez en mi vida estuve dispuesto y encontré gozo al ser instruido por personas que no tenían afiliación con mi iglesia. La parte posterior de mis brazos estaban en un estado constante de hormigueo, mientras seguidamente hombres y mujeres llenaban mi mente con nuevos pensamientos, nuevas ideas y nuevos significados para la carrera que había escogido, y lo más importante para la vida en general.

Salí de Flint con un descubrimiento asombroso, que en lugar de traer duda o conflicto a los fundamentos de mi entendimiento de la vida, lo que ellos dijeron añadió profundidad, dimensiones y dinámica a aquellas cosas que eran de suma importancia para mí.

Una antorcha se había encendido dentro de mi alma, iluminando mi camino hacia un inexplorado mundo nuevo.

Poco después de regresar a casa mientras estaba leyendo Las Enseñanzas del profeta José Smith, encontré con una de sus definiciones del mormonismo. Él declaró: "que el Mormonismo es verdad, y dondequiera que encontramos verdad, la atesoraremos en nuestro pecho y la abrazaremos como el Mormonismo." Entonces él amplifica el pensamiento, añadiendo, "no importa donde la encontremos, si los metodistas o bautistas tienen una verdad, entonces la abrazaremos y será Mormonismo".

Siempre estaré agradecido de que esta restricción auto- impuesta fue levantada de mi vida, una semana de odisea que me abrió la mente para ser capaz de ver más allá de las barreras imaginarias, y me permitió escuchar palabras de sabiduría de fuentes previamente inexploradas.

¡Qué pérdida personal hubiera tenido si me hubiera negado a mí mismo el placer que he encontrado en las enseñanzas de los sabios e inspirados hombres de la tierra, fuera de mi claustro, quienes han descubierto y han enseñado verdades inspiradas, y han añadido profundidad a las verdades conocidas previamente .

Aunque voy a seguir teniendo fe en los principios que recibí de mis padres, también voy a seguir colocando piedra verdadera sobre piedra verdadera sobre ese fundamento, como dice José, donde sea que lo encuentre. Espero que nunca haya un día en que no pase tiempo con las Escrituras, y añado a eso la esperanza de que no hallan más que algunos de mis días en que, igualmente, sea incapaz de mejorar esas verdades con las enseñanzas de Tomás de Aquino, Justin Mártir, CS Lewis, El Dalai Lama, la Madre Teresa y otros tantos.

Y como no todos tienen fe, buscad diligentemente y enseñar uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad de los mejores libros de palabras de sabiduría; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe. (Doctrina y Convenios 93:118)

Mi esperanza es que sea cual sea el perjuicio que nos impida adquirir verdades, se disolverá para que así podamos liberarnos y empezar a crecer y a progresar con nuevas ideas y luz, y de esta manera podamos experimentar gozo.

Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección. Y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero. (Doctrina y Convenios 130:18, 19)

Junto con los muchos atributos y características tales como la gracia, la misericordia, el amor y el perdón que nuestro Padre Celestial desea que imitemos, la inteligencia es igualmente enumerada como parte de su gloria.

La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad. (Doctrina y Convenios 93:36)

¡Asi como una idea pasajera, largos viajes durante frías noches, cuando se llenan de meditación no son realmente tan malos!

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