domingo, 3 de agosto de 2014

RECUERDOS DE NUESTRO HOGAR CELESTIAL

Cuando a finales de junio de 1991 estábamos en el seminario para los nuevos presidentes de misión, uno de los presentadores nos dijo que los misioneros no fueron llamados a salir a enseñar a la gente nuevos conceptos y doctrinas, sino que su éxito vendría mientras ayudaban a la gente a tener una experiencia en la que fueran capaces de darse cuenta de que antes habían escuchado lo que se les enseñaba, y de que estas cosas regresaban a sus recuerdos.

Qué interesante concepto, que las verdades eternas se aprenden mejor en la mortalidad cuando están acompañadas por la impresión del saber que habíamos aprendido estas cosas antes en otro momento y lugar, y que ahora son regresadas a nuestra mente como un recuerdo por el Espíritu Santo.

He escrito anteriormente acerca del esclarecimiento, o probablemente un recuerdo, que vino a mí mientras yo estaba dando una clase del libro de Henry B. Eyring sobre como el gozo es una sensación que viene de Dios a los hijos de nuestro Padre Celestial cuando el velo es penetrado ligeramente y los recuerdos del "allí y entonces" nos inundan por breves momentos. He llegado a sentir que este es el gozo del que Lehi estaba hablando cuando proclamó: 'existen los hombres para que tengan gozo.' (Libro de Mormón, 2 Nefi 2:25)

A pesar de que los momentos pueden ser breves y demasiado frecuentes durante nuestro lapso mortal, estos deben ser apreciados y escritos para consultarlos durante esos días en que las nubes oscuras hacen que la entrada de la luz enviada del cielo sea casi imposible.

Ese gozo, que viene más poderosamente cuando estamos siendo bendecidos con recuerdos de nuestro hogar celestial, puede llegar:

Sentado en una clase de la primaria en un miércoles por la tarde después de la escuela, mientras sus pensamientos vagaban cuando el profesor sostenía una imagen de Jesús bendiciendo a los niños pequeños

Acostado con fiebre reumática en una cama escuchando mientras su padre mortal pronunciaba palabras enviadas del cielo sobre la curación de su cuerpo y las expectativas de otro Padre

En una reunión sacramental cuando un misionero regresado hablando sobre las experiencias espirituales de sus últimos años, enviaba su mente hacia un tiempo futuro cuando usted sería llamado a servir

Sentado rodilla con rodilla con un venerado siervo de Dios, mientras por primera vez el significado del verdadero arrepentimiento enviaba por su cuerpo el hormigueo de los efectos limpiadores de un verdadero arrepentimiento

Acostado en la parte superior de un camarote de tres niveles, recibiendo la confirmación de que su llamado a servir hermanos y hermanas en una tierra extranjera, no sólo había venido del profeta siervo del Padre Celestial, sino también del Padre Celestial

Cuando por primera vez usted fue capaz de, con valentía y convicción, proclamar la verdad de que El Libro de Mormón es la palabra de Dios y de que José Smith fue un verdadero profeta de Dios

De pie en una casa humilde de adobe en un país extranjero, colocando las manos temblorosas sobre una frente febril y sintiendo el enfriamiento por debajo de sus manos mientras las palabras llegaban a su mente y se deslizaban de su boca en temblorosas y curativas frases

Arrodillado en el altar frente a su amor terrenal y estando seguro de que este amor no era más que una extensión de los sentimientos que comenzaron hace mucho tiempo y que se extenderían para siempre

Alzando a su descendiente reciente nacido, y estando seguro de donde vinieron tan recientemente, y casi abrumado por la confianza que el Padre Celestial le había extendido

Imponiendo las manos sobre un hijo cuya permanencia mortal iba más allá del conocimiento actual de los hijos atados a esta tierra, pero cuya curación era totalmente posible gracias a un Padre Celestial

Imponiendo las manos sobre una mujer joven con problemas, y sabiendo sin duda alguna que el amor de su Madre Celestial la estaba consolando cuando ella sentía que no tenía a nadie en la tierra que le pudiera proporcionar tan necesitado consuelo

De pie en un salón de clases con amados estudiantes, y dándose cuenta de que estaba entregando una imprevista pero necesitada idea a alguien del que usted nunca se dio cuenta que la necesitaba ese día

Sentado frente a misioneros jóvenes con problemas que habían caído en la desesperación y se sentían inadecuados, y teniendo el privilegio de vislumbrar el cómo eran contemplados por un Padre Celestial amoroso y lo que Él sabía sobre las grandes contribuciones que les esperaban

Teniendo privilegios y oportunidades que aumentan y amplifican los momentos en que el velo se hace muy delgado

Estar en un nido terrenal vacío con esa persona que estabas seguro una y otra vez que sería la idea completa de la eternidad


Esas palabras expresadas con más frecuencia por el Maestro y primeramente encontradas en Mateo 7:7, 8, 'Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ", deberían llenar a cada uno de nosotros con una abundancia de esperanza y cuando lo permitamos, dejar que el amor de nuestros Padres Celestiales penetren el velo mientras pedimos, buscamos y llamamos para llenarnos de gozo eterno.

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