domingo, 8 de abril de 2018

AÑADIENDO SE 3

Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quien reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren. (Libro de Mormón, 2 Nefi 28: 30)

El Señor decretó que no es una falta de oferta que limita sus hijos de recibir su asesoría y dirección en la mortalidad, sino la falta de buscar.

En los capítulos del principio de 1 Nefi hemos sido testigos de la receptividad de Lehi a los comandos del Señor y su diligencia en el cumplimiento de las instrucciones del Señor. Después de recibir el comando del Señor a dejar Jerusalén, llevó a su familia al desierto y habitaba en una tienda de campaña. Después de recibir el comando del Señor para recuperar las Planchas de Latón envió a sus hijos en su peligrosa misión. Después de ser inspirado de la importancia de sus hijos tener esposos Lehi mando sus hijo volver a Jerusalén traer la familia de Ismael al desierto.

A causa de su fidelidad el Señor continuó a cumplir la promesa que hizo a revelar sus preceptos a Sus hijos línea por línea. Mientras escucho, presto oídos, aprendió sabiduría, Lehi continúa a ser guiado en su camino diario y bendecido con el conocimiento de los misterios del Señor.

La fórmula parece tan simple, pero como encontramos a menudo, muchos fallan debido a la facilidad de la vía.

Hay veces cuando recibimos dirección sin haber pedido

La mayoría de líneas que recibimos del Señor vendrá como resuelta de nuestras peticiones

Tenemos escuchar las instrucciones del Señor

Presten atención siempre requiere un oído escuchado, pero también puede requerir una acción obediente

Obediencia podría requerir ensenar lo que hemos aprendido, pero también podría requerir alguna acción física de nuestra parte.


Los eventos retratados en la vida de Lehi en los capítulos introductorios del Libro de Mormón claramente ilustran este modelo de estas obras simple practicado en la vida de Lehi.


DEBIDO Lehi tuvo la visión de la destrucción de Jerusalén. Vuelve a su familia y se preparó a abandonar sus propiedades y huir al desierto.

DEBIDO a su obediencia a lo revelado en su visión, Lehi se dirige a sus hijos regresar a Jerusalén para asegurar las Planchas de Latón.

DEBIDO a su obediencia en la recuperación de las Planchas de Latón, Lehi se dirige a sus hijos volver a Jerusalén para convencer a la familia de Ismael también huir al desierto.

DEBIDO a su obediencia en la búsqueda de las Planchas de Latón, Lehi recibí el sueño del Árbol de la Vida.

Como parte de la experiencia del sueño del Árbol de la Vida Lehi y Nefi tienen muchas líneas y preceptos maravillosos revelados a ellos.

Se muestran la destrucción de la ciudad de Jerusalén y el cautiverio de sus habitantes en Babilonia. Nos encontramos con un relato de estos acontecimientos en los escritos de Ezequiel.

Se muestran la misión mortal del Salvador que llevaría a cabo 600 años después de la salida de Lehi de Jerusalén. Encontramos un relato de estos acontecimientos en los Evangelios del Nuevo Testamento y en 3 Nefi del Libro de Mormón.

Reciben un esquema profético de sus descendientes. El Libro de Mormón contiene esta historia hasta el año 421. Debemos confiar en los descubrimientos del arqueólogo e historiadores para confirmación del resto de la historia que Lehi recibió por revelación.

Se muestran la venida de los Gentiles (Colón) a las Américas y las interacciones posteriores con sus descendientes. Podemos leer sobre el cumplimiento de estos en historias honestas y la prensa diaria.

Se muestran la destrucción de las Naciones que precederían a la segunda venida del Señor. Podemos leer sobre esto en el internet o verlo desplegar en el noticiero cada noche.

Aunque la fórmula es universal e ilimitada para la edificación de sus hijos durante su período de prueba mortal, recibimos algunas precauciones con las admoniciones cuando intentamos disfrutar como Lehi de las experiencias de revelación en nuestras vidas.

Hay la cosa sobre la paciencia

He aquí, sois niños pequeños y no podéis soportar todas las cosas por ahora; debéis crecer en gracia y en el conocimiento de la verdad. (Doctrina y Convenios 50:40)

Hay la cosa de justicia

Y además, de cierto os digo, y lo digo para que sepáis la verdad, a fin de que desechéis las tinieblas de entre vosotros: El que es ordenado por Dios y enviado, este es nombrado para ser el mayor, a pesar de ser el menor y el siervo de todos.

Por tanto, es poseedor de todas las cosas; porque todas las cosas le están sujetas, tanto en los cielos como en la tierra, la vida y la luz, el Espíritu y el poder, enviados por la voluntad del Padre mediante Jesucristo su Hijo. Pero ningún hombre posee todas las cosas, a menos que sea purificado y limpiado de todo pecado.
(Doctrina y Convenios 50:25-28)

Y al que no se arrepienta, le será quitada aun la luz que haya recibido; porque mi Espíritu no luchará siempre con el hombre, dice el Señor de los Ejércitos. (Doctrina y Convenios 1:33)

Hay la cosa sobre el calendario del Señor


Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento, a fin de que conozcas los misterios y las cosas apacibles, aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna.

Preguntarás, y te será revelado en mi propio y debido tiempo dónde se edificará la Nueva Jerusalén.
(Doctrina y Convenios 42:61, 62)

Hay otra cosa

He aquí, no has entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en pedirme. Pero he aquí, te digo que debes estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien. (Doctrina y Convenios 9: 7,8)

En Pensamientos anteriores he reflexionado sobre ¿por qué nos parecen darse esos pequeños destellos del conocimiento Omnisciente de nuestro Padre Celestial y no he podido encontrar una mejor respuesta que, todavía no eras como Lehi?

Por lo tanto, aunque tengo fe en la fórmula que funciona tan bien en la vida de Lehi y Nefi, también sé que aún me falta el nivel de fe lo cual activó la fórmula tan poderosamente en sus vidas.

(Continuará)


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY



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