domingo, 24 de febrero de 2019

EN QUE IMAGE

En estos días, mientras miro en el espejo, la persona mirando hacia mí me recuerda más a mi padre que a mí mismo. También tengo este mismo fenómeno sucede cuando miro a mis hijos que están en o acercándose al segundo lapso de 50 años de su mortalidad.

El pensamiento me ha sorprendido que tal vez cuando el Salvador dijo: Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre? (Juan 14:7-9), si tenía pensamientos similares a los que he tenido al ver la cara de mi padre, cuando El vio su imagen reflejada en las aguas tranquilas del mar de Galilea.

Poco después de que Ammón y sus tres compañeros hallaran a los descendientes de los nefitas que habían ido con Zeniff a reclamar las tierras de sus padres de los Lamanitas, se encontró interrogado por el nieto de Zeniff y actual rey de ese grupo cuyo nombre era Limhi.

El rey Limhi estaba tan contento cuando descubrió de dónde habían venido Ammón y sus compañeros, envió una proclamación de que su pueblo debía reunirse en el templo. Una de las cosas interesantes que Ammón les enseñó cuando la gente se reunió fue: Y porque les declaró que Cristo era el Dios, el Padre de todas las cosas, y que tomaría sobre sí la imagen de hombre, y sería la imagen conforme a la cual el hombre fue creado en el principio; en otras palabras, dijo que el hombre fue creado a imagen de Dios, y que Dios bajaría entre los hijos de los hombres, y tomaría sobre sí carne y sangre, e iría sobre la faz de la tierra. (Mosíah 7:27)
Mucho antes de que la hermana Naomi Ward Randall bendecira el mundo con su letra a la canción 'Yo Soy un Hijo de Dios' mi madre había inculcado esta verdad más importante en mi alma.

Soy un hijo de Dios;
Él me envió aquí.
Me ̮ha dado un hogar y padres
buenos para mí.
Soy un hijo de Dios;
me deben ayudar
A entender Su voluntad;
no puedo demorar.
Soy un hijo de Dios;
Él me bendecirá.
Yo obedeceré Su ley;
haré Su voluntad.
Soy un hijo Dios;
Con Él feliz seré.
Aprenderé Su voluntad,
Y seguiré con fe.
Guíenme; enséñenme
la senda a seguir
Para que ̮algún día yo
con Él pueda vivir.


No creo que estuviera muy lejos en mi camino de desarrollar un testimonio del Evangelio de Jesús el Cristo antes de comprender el concepto de que compartir el parecido físico con mi Padre Celestial era de mucha menor importancia que ganar su imagen espiritual.

Aunque sé que tratamos a los hijos del Padre Celestial de manera diferente si vemos su imagen en ellos, también sé que la diferencia será mucho más llena de amor, gracia y misericordia si la manera en que los tratamos viene como resultado de esforzarnos por tomar su imagen espiritual sobre nosotros.

Con un mundo lleno de espejos y automovilistas, nunca tendremos que esperar a que el mar de Galilea se calme, para que podamos entender la transferencia de imágenes físicas entre generaciones. Asimismo, debemos crear dispositivos individualizados que con constancia nos ayuden a evaluar lo bien que estamos haciendo en el trabajo más importante de continuar nuestra creación en la imagen espiritual de nuestro padre.

Importa poco si mi cabello es marrón o si no tengo pelo en absoluto

Pero realmente importa si sirvo a mi hermano o hermana o no pensar en ellos en absoluto

Importa poco si mi piel es justa o oscura o brillante o embotada

Pero realmente importa si me preocupa o no el color de su piel en absoluto

Importa poco cuántos grados tenemos o si no tenemos ninguno en absoluto

Pero realmente importa cuánto amor comparto y no lo que hay en mi pared

Importa poco cuánto tiempo se tarda en caminar hasta el final de mi salón

Pero realmente importa con qué frecuencia comparto mis riquezas con ustedes y con todos

Importa poco la imagen mirando hacia atrás desde el espejo en la pared

Pero realmente importa lo que soy cuando oigo la llamada final


Que todos seamos constantes en nuestro esfuerzo de concentrarnos en poner la imagen espiritual de nuestro Señor y Salvador y nuestro Padre Celestial es mi oración para nosotros este día.


PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY







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