domingo, 17 de febrero de 2019

PERLAS DIGNAS DE SACRIFICIO

También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas perlas, y que, habiendo hallado una perla de gran precio, fue y vendió todo lo que tenía y la compró. (Mateo 13:45, 46)

Mi cerebro de casi 80 años de edad no me permite declararlo con absoluta certeza, pero por lo que puedo recordar, creo que cada vez que enseñé estos versículos siempre me concentré en la buena perla. Mientras revisaba los libros de Mosíah y Alma en preparación para escribir este Pensamiento Para un Día de Reposo, me llamó la atención dos ideas: primero, que el Señor usa el plural cuando habla de perlas que deben ser buscadas. En segundo lugar, que el valor de una perla podría ser mejor medido por el sacrificio que estamos dispuestos a hacer para que sea nuestro.

Leemos de Ammón y de los 16 hombres que lo acompañaron que estaban dispuestos a renunciar a todo para ir en busca de los Nefitas que habían regresado a la tierra de Lehi-Nefi.

Leemos de los hijos del Profeta/Rey Mosíah, Ammón, Aarón y Omni que renunciaron a la realeza para ir entre los Lamanitas a tratar de persuadirlos para que vinieran a Cristo.

Leemos acerca de los conversos que estaban dispuestos a morir en lugar de romper un convenio que resultó del sacrificio de los hijos de Mosíah.

Leemos acerca de Alma, el Hijo de Alma, que estaba dispuesta a renunciar al Juicio Principal para predicar el arrepentimiento a los Nefitas que habían caído de mantener sus convenios.

Ya que voy a estar cubriendo estos y muchos más ejemplos a medida que proceda con mi tarea de lista de cubo de la escritura de Pensamientos basados en los conceptos revelados en El Libro de Mormón Otro Testamento de Jesucristo, voy a dejar que estos pocos ejemplos demuestran que las Perlas de Gran Precio vienen en un gran variedad y se modifican para requisitos particulares generalmente a nosotros individualmente.

Pensamientos de reflexionado sobre las perlas que he considerado vale la pena hacer el sacrificio necesario para obtener.

Educación – Comencé mi educación formal en 1944 y no lo terminé hasta 1977. Durante este largo período de tiempo hubo un sacrificio de dinero, tiempo, experiencias sociales y mucho sueño.

Carrera – Como es el caso de muchas de las perlas para las que buscamos en la vida mi carrera fue más una bendición que un sacrificio. Hubo momentos en que otros se preguntaron por qué no había dedicado mi vida a una carrera que hubiera dado lugar a mayores bendiciones monetarias, pero siempre supe que la satisfacción diaria en mi trabajo era de mayor valor que el dinero.

Actividades – Hay algunas perlas que no nos damos cuenta del precio hasta mucho tiempo después de haber disfrutado de ellos. Me encantó estar involucrado en varios tipos de actividades atléticas durante la mayor parte de mi vida, sin darme cuenta del sacrificio que se requeriría más adelante en la vida debido al abuso que había prestado a mi cuerpo físico.

Matrimonio – Al igual que mi carrera, esta perla ha vuelto muchas más bendiciones que cualquier sacrificio que pudiera requerirse. Renunciar a todos los demás no es nada comparado con el amor que todo lo consume de su uno y sólo. Pensando en las necesidades de otros antes de que su propio está lleno de bendiciones, como echando el pan sobre las aguas. Trabajar para sostener y apoyar se suma a un tiempo de vida de brazos amorosos que te abrazan.

Familia – Noches sin dormir, días preocupantes, penas no son más que una miseria de un pago por las perlas que vienen como su posteridad crecer y avanzar y traer nietos a su vida.

Membresía en la iglesia – Obedecer los mandamientos y mantener los convenios que uno hace son muchas veces vistos por el mundo como grandes precios para pagar, pero cuando la perla de la alegría que acompaña a vivir después del Plan de la Felicidad llena sus días, todo está bien.

Responsabilidades de la iglesia – Esto siempre ha sido una perla interesante para mí ya que el precio siempre está cambiando y uno nunca es capaz de contar el costo hasta la terminación de una llamada. He encontrado cuando verdaderamente he dedicado todo mi poder, mente y fuerza a magnificar las tareas que el Señor me ha dado el privilegio de emprender, las ganancias resultantes siempre lejos miden los sacrificios.

Gozo de sentir el amor del Señor – Cuando he leído las palabras del rey David, Martin Luther King, Justino Martín junto con innumerables otros tratando de describir la perla preciosa de sentir el amor del Señor habien venido sobre ellos me ha dejado con el deseo de ser capaz de tener y luego describir los sentimientos para mí mismo. En mi propia vida siempre me quedo con el conocimiento de que de hecho he sido bendecido con un momento de su amor que ha sido derramado sobre mí, pero la capacidad de impartir la gloria de esos momentos me escapa. Sin embargo, sé que cualquier precio puede ser requerido para tener otra experiencia corta valdrá cualquier sacrificio.

Vida eterna – No tengo manera de comprender el valor de esta perla, pero he llegado a creer con todo mi ser que la obra que mi Padre en los Cielos requiere de mí para poseerla no tiene fin y por lo tanto, los sacrificios que podrían ser requeridos de mí también no tendrían fin.

Ahora que tienes una hora extra con el programa de los reuniones de la iglesia dominical acortada una gran manera de pasar parte de esa hora podría ser reflexionar sobre las perlas que has buscado y los sacrificios que has hecho para obtenerlos. Estoy seguro de que al igual que he encontrado, usted también encontrará el valor de la perla de lejos pesa el sacrificio requerido.

También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas perlas, y que, habiendo hallado una perla de gran precio, fue y vendió todo lo que tenía y la compró. (Mateo 13:45, 46)


PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY


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