domingo, 4 de agosto de 2019

EL CÍRCULO ETERNO DE LA VIDA

Nunca voy a pretender entender por qué los procesos de pensamiento de los demás es la forma en que es, ya que la mayoría de las veces ni siquiera sé por qué mi propio cerebro opera de la manera que lo hace.

Esta mañana, cuando estaba haciendo mi rutina matutina en la computadora y no estaba realmente concentrado en el pensamiento que estaría escribiendo hoy, el coro del hermoso dúo de Evita seguía pasando por mi mente.

[Eva:] ¿Qué pasa ahora?
[Che:] Otra maleta en otro pasillo
[Eva:] ¿Qué pasa ahora?
[Che:] Tome su foto de otra pared
[Eva:] ¿Dónde voy a ir?
[Che:] Te vas a ir, siempre tienes antes
[Eva:] ¿Dónde voy a ir?


De alguna manera, esto me hizo empezar a pasar por una lista de cosas que hacemos en la vida que parecen tener un gen de renovación que se auto perpetre.

El último pincel en la pintura del puente Golden Gate todavía se está secando cuando los trabajadores comienzan la aplicación de otra capa de pintura.

La última habitación de la casa está hecha para brillar y sabemos que debemos empezar a limpiar de nuevo.

El último bateador ataca para terminar una temporada frustrante y los fans exclaman, esperan hasta el próximo año.


Cuando abrí El Libro de Mormón Otro Testamento de Jesucristo al séptimo capítulo del Libro de Alma para recibir inspiración sobre lo que yo iba a escribir por este Pensamiento, se hizo evidente que el proceso de inspiración ya estaba en plena marcha. Si crees que tengo problemas para concebir la forma en que mi cerebro procesa la información, puedes entender por qué tengo muy poca comprensión de cómo sucede el proceso de preparación por inspiración.

De todos modos, comenzando en el capítulo anteriormente citado de Alma, encontramos que después que el Sumo Sacerdote Principal tuvo un gran éxito al restablecer la iglesia en la tierra de Zarahemla, sale a otra ciudad, Gedeón, y habiendo tenido éxito en Gedeón, sale para otro ciudad, Melek, y habiendo tenido éxito en Melek, sale a otra ciudad Ammoníah... pero lo que paso en Ammoníah será otro Pensamiento para otro Dia de Reposo.

Durante los días exitosos de Alma en Gedeón y Melek, agregó las siguientes enseñanzas a lo que sabemos que dio a los de Zarahemla.

6 Mas he aquí, confío en que no os halléis en un estado de tanta incredulidad como lo estaban vuestros hermanos; espero que no os hayáis envanecido con el orgullo de vuestros corazones; sí, confío en que no hayáis puesto vuestros corazones en las riquezas y las vanidades del mundo; sí, confío en que no adoréis ídolos, sino que adoréis al Dios verdadero y viviente, y que esperéis anhelosamente, con una fe sempiterna, la remisión de vuestros pecados que ha de venir.

…pero esto sí sé: que el Señor Dios tiene poder para hacer todas las cosas que van de conformidad con su palabra.

9 Mas he aquí, el Espíritu me ha dicho esto: Proclama a este pueblo, diciendo: Arrepentíos y preparad la vía del Señor, y andad por sus sendas, que son rectas; porque he aquí, el reino de los cielos está cerca, y el Hijo de Dios viene sobre la faz de la tierra.

10 Y he aquí, nacerá de María, en Jerusalén, que es la tierra de nuestros antepasados, y siendo ella virgen, un vaso precioso y escogido, a quien se hará sombra y concebirá por el poder del Espíritu Santo, dará a luz un hijo, sí, aun el Hijo de Dios.

11 Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra que dice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo.

12 Y tomará sobre sí la muerte, para soltar las ligaduras de la muerte que sujetan a su pueblo; y sus debilidades tomará él sobre sí, para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos.

13 Ahora bien, el Espíritu sabe todas las cosas; sin embargo, el Hijo de Dios padece según la carne, a fin de tomar sobre sí los pecados de su pueblo, para borrar sus transgresiones según el poder de su liberación; y he aquí, este es el testimonio que hay en mí.

14 Ahora os digo que debéis arrepentiros y nacer de nuevo; pues el Espíritu dice que si no nacéis otra vez, no podéis heredar el reino de los cielos. Venid, pues, y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, para que tengáis fe en el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo, que es poderoso para salvar y para limpiar de toda iniquidad.

21 Y él no habita en templos impuros; y ni la suciedad ni cosa inmunda alguna pueden ser recibidas en el reino de Dios; por tanto, os digo que vendrá el tiempo, sí, y será en el postrer día, en que el que sea inmundo permanecerá en su inmundicia.

22 Y ahora bien, mis queridos hermanos, os he dicho estas cosas a fin de despertar en vosotros el sentido de vuestro deber para con Dios, para que andéis sin culpa delante de él, para que caminéis según el santo orden de Dios, conforme al cual se os ha recibido.

23 Y ahora quisiera que fueseis humildes, que fueseis sumisos y dóciles; fáciles de ser tratables; llenos de paciencia y longanimidad; siendo moderados en todas las cosas; siendo diligentes en guardar los mandamientos de Dios en todo momento; pidiendo las cosas que necesitéis, tanto espirituales como temporales; siempre dando gracias a Dios por las cosas que recibís.

24 Y mirad que tengáis fe, esperanza y caridad, y entonces siempre abundaréis en buenas obras.


Aun con estas enseñanzas adicionales, sospecho que tenemos una pequeña porción de lo que Alma enseñó durante sus viajes misioneros.

No sigue mi patrón usual de escribir estos Pensamientos para intentar dirigir qué ponderaciones el Espíritu Santo podría dirigir al lector a meditar, pero hoy me gustaría incluir en este Pensamiento algunas de las ponderaciones que han pasado por mi mente mientras he sido escrutando las palabras de Alma durante su viaje misional.

¿Hay alguna vez un momento en el que podría ser apropiado comparar nuestro progreso relativo con el de otro?

Cuando los profetas reciben revelaciones tan detalladas, como el nombre de la madre terrenal del Hijo de Dios y los acontecimientos de su estadía terrenal, ¿nos hace preguntarnos cómo es qie todas las cosas pasadas, presentes y futuras están dentro de los parámetros de omnipresencia y omnisciencia del Padre Celestial?

¿Fue una de las razones de la amplia comprensión de cada una de nuestras vidas que se obtuvo a través del Salvador completando su acto Expiatorio, para que tuviera todo el conocimiento necesario para hacer juicios justos para cada uno de los hijos del Padre Celestial?

¿Por qué el período de gestación de nacer de nuevo parece una variable entre los que se bautizan?

¿Qué debemos entender acerca de los desafíos que afrontaremos cuando Alma diga que somos bautizados para arrepentirnos?

¿Cuándo es el último día de lo cual habla Alma cuando ya no será posible eliminar nuestra inmundicia?

¿Con qué frecuencia debo buscar una actualización del deber que tengo a Dios y una evaluación de cómo lo estoy haciendo?

¿Hay una lista más concisa de los atributos, características y perfecciones de la divinidad que yo debería intentar adquirir que las que se encuentran en los versículos 23 y el 24 del capítulo 7 del Libro de Alma?


Al volver a los pensamientos que me vinieron a la mente acerca de la repetición de las experiencias de la vida, además del entendimiento de que esto da tanto un aumento en nuestra capacidad de hacer las cosas mejor y más eficientemente, Alma nos da una idea de la eternaldez de lo que nos encontramos sucediendo una y otra vez en nuestra vida mortal.

20 Veo que se os ha hecho saber, por el testimonio de su palabra, que él no puede andar en sendas tortuosas; ni se desvía de aquello que ha dicho; ni hay en él sombra de apartarse de la derecha a la izquierda, o del bien al mal; por tanto, su curso es un giro eterno.

[Eva:] ¿Qué pasa ahora?
[Che:] Otra maleta en otro pasillo
[Eva:] ¿Qué pasa ahora?
[Che:] Tome su foto de otra pared
[Eva:] ¿Dónde voy a ir?
[Che:] Te vas a ir, siempre tienes antes
[Eva:] ¿Dónde voy a ir?


Ruego que la próxima vez que tengamos el pensamiento pasar por nuestras mentes, ' Oh no, no otra vez ' lo contaremos como una bendición más que una maldición.


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

PAZ - GOZO - AMOR - FE - ESPERANZA - CARIDAD

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