domingo, 7 de junio de 2020

CONVERTIRME EN EL UNO

Después de pasando rápida a través de varios capítulos de guerra en el libro de Alma, cuando llegué al capítulo 48 me llamó la atención con un recuerdo de cuando Kathleen y yo, en junio de 1978, estábamos en una excursión de 18 días alrededor de las Tierras Santas con un grupo de maestros de la Sistema Educativa de la Iglesia y sus cónyuges. Dondequiera que íbamos, se nos recordaba los logros que habían sucedido bajo el liderazgo de una sola persona.

Vimos pirámides, catedrales, arenas, canales de agua y muchas otras maravillas que habían llevado a existencia principalmente bajo el liderazgo de una persona. Lamentablemente, la mayoría de ellos también surgieron debido a la extrema crueldad que la población sufrió bajo un liderazgo tiránico para cumplir sus sueños y deseos.

En el capítulo al que he hecho referencia encontramos un hermoso testimonio del hecho de que las personas buenas y rectas también pueden lograr grandes cosas durante su vida.

Y de este (Moroni) modo se estuvo preparando para defender su libertad, sus tierras, sus esposas, sus hijos y su paz, a fin de vivir para el Señor su Dios, y preservar lo que sus enemigos llamaban la causa de los cristianos.

Y era Moroni un hombre fuerte y poderoso, un hombre de un entendimiento perfecto; sí, un hombre que no se deleitaba en derramar sangre; un hombre cuya alma se regocijaba en la libertad e independencia de su país, y en que sus hermanos se libraran de la servidumbre y la esclavitud;

sí, un hombre cuyo corazón se henchía de agradecimiento a su Dios por los muchos privilegios y bendiciones que otorgaba a su pueblo; un hombre que trabajaba en gran manera por el bienestar y la seguridad de su pueblo.

Sí, y era un hombre firme en la fe de Cristo; y había jurado defender a su pueblo, sus derechos, su país y su religión, aun cuando tuviera que derramar su sangre.


Ahora bien, se enseñaba a los Nefitas a defenderse contra sus enemigos, aun hasta la efusión de sangre, si necesario fuese; sí, y también se les enseñaba a nunca provocar a nadie, sí, y a nunca levantar la espada, salvo que fuese contra un enemigo, y que fuese para defender sus vidas.

Y esta era su fe, que si lo hacían, Dios los prosperaría en la tierra, o en otras palabras, si eran fieles en guardar los mandamientos de Dios, él los prosperaría en la tierra; sí, los amonestaría a huir o a prepararse para la guerra, según el peligro en que se vieran;

y también, que Dios les manifestaría a dónde debían ir para defenderse de sus enemigos, y haciendo esto, el Señor los libraría; y esta era la fe de Moroni, y su corazón se gloriaba en ello; no en la efusión de sangre, sino en hacer bien, en preservar a su pueblo, sí, en obedecer los mandamientos de Dios, sí, y en resistir la iniquidad.

Sí, en verdad, en verdad os digo que si todos los hombres hubieran sido, y fueran y pudieran siempre ser como Moroni, he aquí, los poderes mismos del infierno se habrían sacudido para siempre; sí, el diablo jamás tendría poder sobre el corazón de los hijos de los hombres.
(Alma 48: 10-17)

Agradecidamente, cuando terminé de leer estas palabras inspiradoras, mi mente pasó de pensar en aquellos tiranos que habían construido a través de la crueldad grandes monumentos para sí mismos y comenzó a llenarse de recuerdos de aquellos que durante mi vida hicieron del mundo un mejor lugar para millones de sus hermanos y hermanas incalculables debido a su dedicación desinteresada.

Me doy cuenta de que estas personas no lograron estas obras maravillosas sin la ayuda dedicada de muchos, pero el mundo debería estar eternamente agradecido por el estímulo inspirado que dieron a estas contribuciones que eran bastante universalmente beneficiosas para la humanidad.

Mary Ellen Ahern – Campeona de Bibliotecas Públicas

Nelson Mandela – Desmantelamiento del apartheid en Sudáfrica

Martin Luther King – Campeón de los derechos civiles

Madre Teresa – Discípulo, humanidad y caridad

Mahatma Gandhi – Independencia de la India

Dalai Lama – defensor de la paz, el amor y el gozo

Rosa Parks – Modelo de anti segregación

Billie Jean King – igualdad de derechos para las mujeres

Jonás Salk – vacuna eficaz contra la poliomielitis


Hay otra lista que es importante para mí porque está compuesta por aquellos que han hecho una profunda diferencia en cómo pienso, cómo hablo y cómo actúo.

Cuando estaba a punto de escribir los nombres y cómo esas personas me han ayudado durante mi viaje terrenal, el Espíritu me retuvo por razones que sólo entiendo parcialmente. Lo que estaba motivado para escribir en su lugar fue que, con suerte, aquellos que leyeron este Pensamiento se detendrán de su vida de aquí y de allá y mediten en su propia lista de aquellos que han contribuido a sus vidas.

El título de este Pensamiento me llegó antes de empezar a escribir, por lo tanto, siento que es esencial escribir unas palabras sobre Convertirme en el Uno.

Aunque no puedo eliminar la ignorancia y el analfabetismo del mundo, puedo ser UNO lo cual ayuda a un vecino a obtener las herramientas del conocimiento y la comprensión.

Aunque no puedo cambiar el mundo, puedo ser UNO lo cual ayude a un hermano o hermana en su hora de necesidad.

Aunque no puedo traer paz al mundo, puedo ser el UNO pacífico en cualquier compañía pueda encontrarme.

Aunque no puedo cambiar el odio del mundo al amor, puedo ser UNO lo cual que hace aquellos con quien interactúo se sientan amados.

Aunque no puedo librar al mundo de la enfermedad y la infección, puedo ser UNO lo cual consuela a mis seres queridos que están enfermos.

Aunque no puedo cambiar el corazón de la humanidad lejos de los prejuicios y la intolerancia, puedo ser UNO lo cual cambie mi propio corazón.


Mi oración es que todos encontremos el camino de convertirnos en UNO para un hermano o hermana.


PENSAMIENTO PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

❣️PENSAR + PLANEAR + PREPARAR + HACER ➡️ AMABILIDAD + BONDAD + CUIDAR + GENEROSIDAD ➡️ ABRAZOS + PAZ + GOZO + AMOR ➡️ INTEGRIDAD + FE + ESPERANZA + CARIDAD❣️ = 💞LA VIDA BUENA💞

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