domingo, 14 de junio de 2020

LA PALABRA DEL SEÑOR

Después de desnatar por los capítulos restantes del Libro de Alma y los primeros capítulos del libro de Helamán, que describen las guerras y conflictos entre los que se identifican en estos capítulos como Lamanitas, pero parecen ser en su mayoría descendientes de aquellos que originalmente siguió a Nefi o a aquellos que estaban dispuestos a ser guiados por aquellos que antes eran Nefitas; y aquellos que eran fieles de vez en cuando a las enseñanzas del Señor que se identificaban como Nefitas, aunque, los más fieles de este grupo eran originalmente descendientes de los que seguían a Lamán.

Mientras desnataba estos capítulos, los siguientes pensamientos pasaron por mi mente.

Los nombres que llamamos a nosotros mismos rara vez darán a los demás una imagen verdadera de quiénes somos.

Los nombres mortales que usamos para identificar quiénes somos y de dónde venimos son mucho menos importantes que identificarnos como hermanos y hermanas, hijos de nuestros Padres Celestiales.

La guerra y el conflicto rara vez ayudan a las personas a convertirse en rectitud.
Permanecer fieles a las enseñanzas del Señor se vuelve resbaladizo cuando comenzamos a tomar en serio lo que consideramos nuestros propios éxitos.

En el capítulo 3 del Libro de Helamán encontramos algunos argumentos tremendos para ser fieles a las enseñanzas del Señor.

20 No obstante, Helamán ocupó el asiento judicial con justicia y equidad; sí, se esforzó por observar los estatutos, y los juicios, y los mandamientos de Dios; e hizo lo que era recto a la vista de Dios continuamente; y anduvo en las vías de su padre, de tal modo que prosperó en la tierra.

21 Y ocurrió que tuvo dos hijos. Al mayor dio el nombre de Nefi, y al menor el nombre de Lehi. Y empezaron a crecer en el Señor.

22 Y aconteció que hacia fines del año cuarenta y ocho del gobierno de los jueces sobre el pueblo de Nefi, empezaron a cesar, en grado pequeño, las guerras y contiendas entre el pueblo de los nefitas.

23 Y sucedió que en el año cuarenta y nueve del gobierno de los jueces se estableció una paz continua en la tierra, todo menos las combinaciones secretas que Gadiantón, el ladrón, había establecido en las partes más pobladas de la tierra, combinaciones que en aquel tiempo no eran del conocimiento de aquellos que estaban a la cabeza del gobierno; por tanto, no fueron destruidas.

24 Y ocurrió que en este mismo año hubo una prosperidad sumamente grande en la iglesia, de tal modo que miles se unieron a la iglesia y fueron bautizados para arrepentimiento.

25 Y tan grande fue la prosperidad de la iglesia, y tantas las bendiciones que se derramaron sobre el pueblo, que aun los propios sumos sacerdotes y maestros se maravillaron en extremo.

26 Y aconteció que la obra del Señor prosperó, a tal grado que se bautizaron muchas almas e ingresaron a la iglesia de Dios, sí, hasta decenas de miles.

27 Así vemos que el Señor es misericordioso para con todos aquellos que, con la sinceridad de su corazón, quieran invocar su santo nombre.

28 Sí, así vemos que la puerta del cielo está abierta para todos, sí, para todos los que quieran creer en el nombre de Jesucristo, que es el Hijo de Dios.

29 Sí, vemos que todo aquel que quiera, puede asirse a la palabra de Dios, que es viva y poderosa, que partirá por medio toda la astucia, los lazos y las artimañas del diablo, y guiará al hombre de Cristo por un camino estrecho y angosto, a través de ese eterno abismo de miseria que se ha dispuesto para hundir a los inicuos,

30 y depositará su alma, sí, su alma inmortal, a la diestra de Dios en el reino de los cielos, para sentarse con Abraham, con Isaac, y con Jacob, y con todos nuestros santos padres, para no salir más.

31 Y en este año hubo gozo continuo en la tierra de Zarahemla, y en todas las regiones circunvecinas, sí, en toda la tierra que poseían los nefitas.

32 Y aconteció que hubo paz y un gozo inmenso durante el resto del año cuarenta y nueve; sí, y también hubo continua paz y gran gozo en el año cincuenta del gobierno de los jueces.

33 Y en el año cincuenta y uno del gobierno de los jueces también hubo paz, con excepción del orgullo que empezó a insinuarse en la iglesia; no dentro de la iglesia de Dios, sino en el corazón de aquellos que profesaban pertenecer a ella.

34 Y se ensalzaron en el orgullo, al grado de perseguir a muchos de sus hermanos. Y esta fue una iniquidad muy grande que hizo que la parte más humilde del pueblo sufriera grandes persecuciones y pasara muchas aflicciones.

35 No obstante, ayunaron y oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y más firmes en la fe de Cristo, hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificación de sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios.
(Helamán 3:20-35)

Sólo algunos principios de estos versículos que quería llamar la atención de todos.

Ser fiel a la palabra del Señor nunca puede suceder a través de la observancia casual.

Las bendiciones prometidas a los fieles superan con creces los requisitos.

No debemos tomar a la ligera la advertencia de que las bendiciones consecuentes a la obediencia a la palabra del Señor pueden conducir a la apostasía de la verdad si estamos divididos por las astutas trampas del diablo.

La retención de nuestra posición relativamente menor en lo que se refiere a la grandeza del Señor, que es el verdadero principio de la humildad, es esencial para nuestra fidelidad continua.


Para aquellos de nosotros que vivimos en un mundo que continuamente es impulsado por la guerra, la intolerancia, el orgullo y la codicia, una relectura bastante frecuente de estos versículos debe ser un gran recordatorio de lo que debemos seguir eligiendo pensar y ser.


PENSAMIENTOS PARA UN DIA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

❣️PENSAR + PLANEAR + PREPARAR + HACER ➡️ AMABILIDAD + BONDAD + CUIDAR + GENEROSIDAD ➡️ ABRAZOS + PAZ + GOZO + AMOR ➡️ INTEGRIDAD + FE + ESPERANZA + CARIDAD❣️ = 💞LA VIDA BUENA💞

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