domingo, 22 de noviembre de 2009

BENDICIÓN DOBLE

Hemos dividido la vida de Kathleen y la mía, nuestro paso por la mortalidad, en vida pre-Colombia, vida en Colombia y vida post-Colombia. Hace mucho tiempo, en la última parte de nuestra vida pre-Colombia, me encontraba viajando por la sierra del norte de California escuchando un programa radial. Por esos días yo estaba muy influenciado por comentaristas de Derecha, y pronto me encontraba absorto por la forma en la que estábamos tomando las mismas decisiones económicas que nos habían llevado a la Gran Depresión. Mi mente estaba completamente ocupada con todas las malas decisiones que los de Izquierda habían realizado y que nos habían conducido cerca al calamitoso borde de la destrucción económica. Esto, obviamente, fue mucho antes de auto declararme miembro del Partido No Político.

Espero que puedan apreciar la ironía de mi situación. Estaba yo aquí conduciendo a través de los más hermosos escenarios del país sobre este planeta y mis pensamientos habían sido capturados totalmente por esta auto-impuesta sima de fatalidad y desesperación. Uno de nuestros cinco hijos varones me acompañaba en este viaje y de alguna manera quebró la densa niebla en la que me hallaba atascado y redirigió mi atención en las hermosas y maravillosas escenas que se apreciaban a través de las ventanas del auto. Una reciente tormenta de nieve había dejado a este montañoso país de ensueño con esa apariencia especial de tarjeta navideña. Fue sorprendente como mi pulso desaceleró y el bochorno desapareció de mi cuello a medida que prestaba menos atención a los mensajes declarados en la radio y conversaba sobre la asombrosa vista.

Cuando nuestra conversación se desvanecía meditaba sobre lo frágil que es nuestra habilidad para mantener una actitud de gratitud en nuestras vidas. Cuan pronto podemos pasar del aprecio a un estado de mente en el que todo se halla desequilibrado y perdido y luego volver al estado anterior. Decidí que durante el resto de este viaje con mi hijo me esforzaría por dejarme influenciar por lo que nos había dado nuestro Padre Celestial y afinaría cuanto fuera posible las situaciones en las cuales Sus hijos se encontraban. De alguna forma me sentía triste pues aquí estaba yo, uno que había sido privilegiado para vivir en esta tierra bendecida por sobre todas las demás, alguien que vivía en un tiempo en el que las más descabelladas fantasías de mi padre eran ahora nuestras necesidades básicas, alguien que durante el transcurso de su vida nunca sintió los dolores del hambre, y a pesar de todas mis bendiciones me encontraba envuelto en pensamientos e ideas que de alguna forma sabía que eran ajenas a mi verdadero yo y en las cuales yo sabía que mi eterno ser nunca hallaría felicidad si sucumbía a ellas.

Ahora que mi hijo había re-enfocado el ojo de mi mente y estaba viendo estas cosas con más claridad, comencé a pensar en las cosas que encajarían en la categoría a la que más tarde llame "bendición doble".

Estoy agradecido por tener gente cerca a mí que me ayuda a ser capaz de concentrarme en las cosas realmente importantes y bellas de la vida.

Estoy agradecido por vivir en un día en el que el compartir rara vez deja al dador con necesidad.

Estoy agradecido por vivir en una época en la que satisfacer las necesidades de la vida requiere solo una pequeña parte de los momentos diarios y que tengo suficiente tiempo para aprender, para pensar en el significado de la vida, y aún para quejarme de sus injusticias.

Estoy muy agradecido por vivir en un día en el que hay tiempo tanto para cumplir con comer el pan con el sudor de la frente como para re-crear nuestro cuerpo y nuestra mente mediante actividades de ocio.

Estoy agradecido por vivir en un tiempo en el que no sólo tengo la comprensión de aquellas cosas que deben ser hechas, sino en una época en la que un completo espectro de diversidad se extiende ante mí para dar vida y alegrar mis días si escojo incorporarlo a mi existencia.

Estoy agradecido por vivir en un día en donde hay muchos que no sólo intentan coexistir en sus relaciones, sino que continuamente luchan por profundizar dichas relaciones al esforzarse por incrementar su tolerancia, entendimiento y amor por los demás.

Estoy agradecido por vivir en una época en la que soy bombardeado con pensamientos e ideas de otros, pero soy libre de aceptar o rechazar dichas ideas.

Al aproximarse este año la fiesta de la gratitud espero poder ser capaz de recordar más a menudo durante el próximo año decir claro, alto y a menudo en mi mente: "Sí, hijo, las montañas son realmente hermosas".

3 comentarios:

  1. Caramba presidente, me siento tan pero tan privilegida de conocerlo y de tener la oportunidad de recibir sus sabias palabras...
    Cuando leí este pensamiento acababa de llegar a mi trabajo despues de una mañana de permiso laboral donde me dediqué a llevar a mis dos hijas (Daniela la mayor de 11 años y Valeria la pequeña de 6 años ) a una cita con el doctor, de lo cual salí bastante triste ya que mi hija mayor tiene problemas de obesidad, es decir, está muy gordita para la edad que tiene, le mandaron una dieta muy rigurosa y la remitieron a la psicologa, eso me tenía muy preocupada porque ella está muy triste, encontré tantas cosas por hacer en mi oficina luego de pasar una mañana fuera de ella, son tantas y tantas las preocupaciones que llevo dentro de mi, que casi siempre me olvido de valorar esa pequeñas cosas de la vida que nos dan paz y tranquilidad así como usted me enseñó en este pensamiento, luego de leerlo salí a la calle de mi trabajo y ví tan lindo el sol Barranquillero, muchos árboles y pajaritos y pensé en su cara mirando las montañas llenas de nieve al lado de su hijo y entonces sonreí, al devolverme a mi escritorio ya estaba muy tranquila, ahora estoy tranquila, con ánimo, con mucha tranquilidad para hablar con mi hija cuando llegue a la casa, garcias preseidente porque cada palabra que sale de usted es llena de sabiduria y amor.
    Muchos abrazos a usted y su esposa

    Con cariño

    Vicky Donado

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  2. "Presidente, ya recibí sus dos e-mails y realmente son hermosos. Muchísimas gracias por compartirlos, personalmente me edificaron mucho. Love you tons!!!"

    Diana Granada

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  3. Presidente,

    No se preocupe... estoy para servir. Gracias a usted por compartir conmigo sus pensamientos. Saludos de mi esposa también.

    Un abrazo,

    Walter Ivan Cruz

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