domingo, 26 de septiembre de 2010

DESCUBRIENDO LA LLAVE A UNA VIDA DE RECTITUD

Al envejecer durante esta vida mortal, uno de los cambios dramáticos que ha llegado a mi vida es la percepción de lo que considero ser la clave para encontrar el camino que me ayudara a regresar a mi Padre Celestial.

Cuando era muy joven funcionaba bajo la suposición de que si hacia lo que mis padres terrenales decían que era correcto, estaría digno ante mi Padre Celestial. El problema fue que pase casi el mismo tiempo tratando de ocultar de ellos mis acciones rebeldes, así como lo hice tratando de seguir el paso que me habían trazado.

Mientras los anos pasaban, encontré que habían abundantes recursos dispuestos a definir lo que era correcto o incorrecto hacer en la vida. Estos dispuestos colaboradores estaban muy seguros con su punto de vista de lo que era bueno y de lo que era malo. Inclusive durante mis cambios hormonales de la juventud fui capaz de ver que sus conflictivas definiciones podrían haber sido correctas o incorrectas, o ambas incorrectas, pero ambas no podrían haber sido correctas. En realidad no importaba mucho quien estaba en lo correcto o lo incorrecto, porque parecía que muchas decisiones estaban siendo tomadas por algún poder místico más allá del control de mi lógica manera de pensar.

Mientras que empecé a tener un poco de madurez, decidí que las relaciones eran el factor más determinante al tomar decisiones. Inclusive se me ocurrió un credo personal que decia: ' Es mucho mejor conservar las amistades que tatar de probar que estoy en lo correcto'. Use esta frase como un recordatorio constante de que como todos estábamos mas o menos adivinando la vida y las eternidades (con nuestras mentes finitas tratando de comprender lo Infinito) no tenía sentido discutir y alborotarse por cosas y que el ser amable era mejor. Esta fórmula funciono muy bien excepto al encontrarme con personajes obstinados que parecían estar dispuestos a probar mi nivel de amabilidad, o algo así.

Mientras los años se han convertido en múltiples décadas, he decidido que durante mis años restantes tratare de no sentirme mejor que los demás, y tratare de ser guiado a hacer lo correcto de acuerdo a las indicaciones que mi Padre Celestial pueda enviarme a través de Su Espíritu Santo. Unos cuantos pensamientos sobre la diferencia entre sentirme más que los demás y el ser recto.

Me concentro en preparar una mansión en los Cielos para mí mismo, o me estoy esforzando por hacer de la comunidad en que vivo un lugar más celestial?

Me esfuerzo por dejar brillar mi luz tan intensamente para que otros puedan ver mi santidad, o paso mis dias efectuando actos de santidad calladamente a mi cada vez más amplio circulo de hermanos y hermanas?

Utilizo mis esfuerzos tratando de ser de los pocos dignos de regresar a vivir eternamente con El Padre Celestial, o estoy utilizando mis débiles talentos para agrandar el circulo de aquellos que serán incluidos en la familia eterna?

Me aseguro de rodearme de aquellos que caminan el estrecho camino de la exclusividad que he definido en mi mente, o estoy encontrando maneras de agrandar los límites de la autopista por la cual puedo andar, para que así yo pueda ayudar a aquellos que están luchando por encontrar el camino a Casa?

Me alejo de aquellos que han escogido caminos equivocados para protegerme de ellos, o confió en que el escudo de la fe me protegerá de no caer en la maldad mientras me esfuerzo por ayudar a otros a avanzar hacia mejores decisiones?

Me siento en mi cubículo para aumentar mi conocimiento de las escrituras y así poder impresionar a otros, o reconozco que cualquier don que halla recibido por la gracia de Dios se me ha dado para que pueda ser un instrumento al invitar a todos a venir a Cristo?

Me glorió con un sentimiento de orgullo de ser de hecho uno de los pocos que han visto la luz, o recuerdo constantemente de cuán lejos tengo aun que ir y que donde estoy es tan solo una evidencia de los dones que he recibido de un amoroso Padre Celestial?

Uso las bendiciones que he recibido de Dios como una prueba de que soy mejor que los demás, o oro cada mañana pidiendo Su ayuda para que hoy pueda hacer algo bueno.

Me convenzo cada día que concentrarse en sentirme mejor que los demás causara una ceguedad que obscurecerá mi entendimiento del verdadero propósito de la vida, que es el formar parte del ejercito del Padre Celestial obrando diariamente en rectitud para traer la inmortalidad y la vida eterna a todos Sus hijos.

Si se me da otra década de vida mi pregunta sería: como seria gobernada mi próxima fórmula para obtener el máximo rendimiento de mi vida?

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