domingo, 19 de junio de 2011

OBSERVACIONES DE LA VIDA Y EL VIVIR

Una vez conocí a un hombre en desgracia que paso interminables horas en las bibliotecas del mundo buscando los secretos de la vida y los caminos hacia la alegría y la felicidad.

Una vez conocí a un hombre feliz y alegre que pasó incontables horas mostrando a los niños la simple tarea del cómo recorrer el diario y difícil camino, y el cómo ellos podrían hacer frente los problemas que encontrarían.

El amor lo aprenden mejor aquellos que aman
La caridad la entienden mejor aquellos que la brindan
La vida la disfrutan más aquellos que la viven

Una vez conocí a un hombre malhumorado que pasó los días de su vida hablando sobre las grandes oportunidades y éxitos que le esperaban a cada hombre con cada vuelta del reloj.

Una vez conocí a un hombre rico que paso los días de su vida estimulando a otros, haciendo sus vidas productivas a través del ejemplo y proporcionando oportunidades de progresar.

El amor lo aprenden mejor aquellos que aman
La caridad la entienden mejor aquellos que la brindan
La vida la disfrutan más aquellos que la viven

Una vez conocí a un hombre aburrido, que observó la vida desde lejos sin desear contaminarse mediante la interacción con los males de sus semejantes.

Una vez conocí a un hombre de ánimo, que pasó su vida involucrado con sus compañeros de viaje tratando de cumplir con su mayordomía divina y ayudando a otros a encontrar la suya.

El amor lo aprenden mejor aquellos que aman
La caridad la entienden mejor aquellos que la brindan
La vida la disfrutan más aquellos que la viven

Una vez conocí a un hombre esclavizado, cuyo corazón estaba envuelto con cadenas soldadas al negarse a perdonar y que se ha vio afectado por una montaña de ofensas imaginadas por causa de su egoísmo.

Una vez conocí a un hombre libre, quien estaba listo a perdonar y a olvidar esos actos maliciosos o no que él sabía que llegarían a todos los seres imperfectos que luchan por la vida con compañeros de un viaje sin terminar.

El amor lo aprenden mejor aquellos que aman
La caridad la entienden mejor aquellos que la brindan
La vida la disfrutan más aquellos que la viven

Una vez conocí a un hombre enfermo y de rostro arrugado provocada por los años que la paso sentado al lado, señalando todos los movimientos negativos que vio en aquellos que pasaban por su banco mohoso.

Una vez conocí a un hombre alegre cuyo rostro tenía un brillo que gano al pasar por alto las imperfecciones que todos llevamos, quien se concentró en los aspectos positivos de aquellos que caminaron a su lado.

El amor lo aprenden mejor aquellos que aman
La caridad la entienden mejor aquellos que la brindan
La vida la disfrutan más aquellos que la viven

Aunque hay mucho por ganar si nos involucramos a nosotros mismos en el aprender, el ensenar y el observar, las características verdaderamente significativas y eternas que se debemos buscar serán embellecidas en nuestras almas a través de la atención a la práctica dada por Dios que nos rodea a diario y nos permite interactuar con nuestros numerosos hermanos y hermanas.

Escritura Juan 3:18

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