domingo, 26 de junio de 2011

COMO ME VEO A MI MISMO EN LAS PARABOLAS

Mi hijo Troy y yo estábamos recientemente hablando del cómo los lectores de las parábolas tienen una fuerte propensión a verse en el papel de protagonistas y otros en el rol del antagonistas en estas alegorías encantadoras que al Salvador le gustaba usar como una herramienta de enseñanza. A medida que continuábamos nuestra conversación, en la mayoría de los casos fuimos capaces de encontrar abundantes interpretaciones de las parábolas que a menudo varían notablemente desde el punto de vista común.

Entiendo lo que Joseph Smith estaba tratando de enseñar cuando dijo que la interpretación de una parábola sería más correcta si primero identificáramos el grupo y la situación que existía mientras la parábola se enseñaba.

También siento que el Señor nos estaba dando una clave adicional cuando Le dijo a sus discípulos que los que tenían oídos oirían y los que tenían ojos verían, dándonos una clara indicación de que las parábolas pueden entenderse de diferentes maneras mientras Sus oyentes obtienen claridad de oír y de ver, aun un aumento del entendimiento del evangelio.

Con esta última premisa entro al terreno movedizo de una interpretación de las parábolas basada en los diferentes actores y accesorios que El utilizó en lo que considero que son anécdotas incomprensibles con innumerables mensajes.

Mientras trato de ordenar esta investigación interpretativa me basare en la secuencia dada a las parábolas que se encuentran en 'El Señor de los evangelios' compilados por J. Reuben Clark, Jr. Debido a la amplia utilización que el Salvador hizo de este método de enseñanza, escribiré sólo algunas de las parábolas donde los roles y los accesorios llevan a múltiples interpretaciones, de modo que Sus parábolas no se conviertan en una fuente inagotable de mis pensamientos. Pensándolo bien, tal vez eso no es del todo una mala idea!

Construyendo una casa sobre roca o sobre arena - Mateo 7:24-27

Elementos de la parábola: Hombres sabios y hacedores de las palabras del Señor – Los insensatos que no hacen ni oyen las palabras del Señor – Roca – Arena – Lluvias – Inundaciones – Vientos

La Roca – La cual no varia y la que tenemos que ser /encontrar a través del desarrollo continuo de una profundización de nuestra comprensión de sus palabras, hasta llegar a ese nivel de comprensión que nosotros los mortales somos capaces de obtener a través de la ayuda de su Espíritu consolador. Sólo empezaremos a construir sobre esta sólida base siempre y cuando lleguemos a ese punto donde comenzamos el camino de la verdadera conversión.

La arena – En nuestros días de la mortalidad que continuamente estarán rodeados por las tormentas de arena y polvo que crean numerosos lotes donde la mayoría de nosotros estamos dispuestos a construir nuestras casas, porque la tierra es barata y abundante. Desde todos los rincones las voces del mundo claman que este o aquel pedazo de terreno movedizo es donde debemos construir nuestra casa. Hay muchos de nosotros que por falta de visión gastamos los recursos de nuestra vida construyendo luminosos castillos de pan de jengibre que se derrumbarán en escombros cuando desciendan las tempestades.

Las lluvias, inundaciones y los vientos – La mortalidad no sería un tiempo de prueba si no hay pruebas. No fuimos enviados aquí a gastar nuestros años en casas confortables, siempre protegidos por los amortiguadores. Fuimos puestos en los acantilados del océano donde estaríamos expuestos a todas las fuerzas de la naturaleza. El Señor nos asegura que si estamos parados firmemente en la roca sobre la cual Él nos ha plantado, enfrentándonos a las adversidades que seguramente llegaran para que la prueba sea real, siguiendo sus palabras nos mantendremos y en el extraño milagro de su plan nos haremos fuertes a medida que las lluvias, las inundaciones y los vientos golpeen contra nosotros.

El hombre sensato y hacedor de palabras del Señor – La mayoría de nosotros nos identificamos de inmediato en este papel, creyendo que igualmente entendemos la palabra y la estamos cumpliendo con toda diligencia. Pasamos muchos momentos de nuestra vida preguntándonos por qué la estabilidad de nuestra casa es a menudo sacudida por incluso pequeñas gotas y débiles brisas que vienen tranquilamente a nuestra casa. No nos damos cuenta que los materiales reunidos a toda prisa y puestos despreocupadamente, a menudo adquiridos a bajos precios y asamblado de forma confusa, también contribuirán a que nuestro edificio sea destructible o indestructible. Sí, la base es importante para la estabilidad de una casa, pero también tenemos que ser siempre diligentes en nuestros esfuerzos al construir cuidadosamente nuestra propia casa en esa base sólida.

El hombre insensato y no-hacedor de sus palabras – Mi sospecha es que todos nosotros nos hemos visto en este papel desfavorable más veces de lo que realmente queremos admitir. Hay momentos en que las distracciones y las conmociones del mundo son tan intensas que es casi imposible oír Sus palabras. A veces oímos con un grado de entendimiento, pero el camino parece estar en una cuesta empinada o demasiado lleno de obstáculos y pronto nos encontramos en un camino divergente que parece mucho más fácil de recorrer. Muchas veces empezamos a construir de nuevo sin darnos cuenta de que seguimos construyendo en un terreno de arena que ofrecen los comerciantes que están ahí para hacer dinero rápido y no tienen ningún interés en la estabilidad duradera de nuestras casas.

Enérgicamente debemos orar para que nosotros, como los que oyeron sus palabras en esos días pasados, estemos maravillados de Su doctrina, reconocimiento la autoridad con que Él enseñó y tener la sabiduría para construir adecuadamente nuestras casas sobre la roca de Sus palabras.

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