domingo, 9 de septiembre de 2012

LABRAR LA TIERRA - CULTIVAR LA MENTE - GLORIFICAR A DIOS

Mientras leía un discurso dado por Spencer W. Kimball en el verano de 2012 publicado en la Revista de la Universidad Brigham Young, se me despertó una vez el interés acerca del propósito de la vida y cuáles son algunas de las cosas realmente importantes que deberíamos estar haciendo mientras estamos en nuestro estado mortal. Citando al profeta José Smith, el presidente Kimball nos recordó que "El hombre fue creado para labrar la tierra, para cultivar su mente, y para glorificar a Dios."

Labrar la Tierra

Smokey el oso tendrá que obtener el crédito inicial al valientemente enseñarnos a cuidar los bosques con los cuales hemos sido bendecidos. Él nos gruñó y nos dijo que siempre debemos dejar nuestras ares de campamento mas limpias que cuando llegamos, y nunca olvidar apagar la fogata del campamento. Mis padres le agregaron al concepto con su insistencia de que si había algo digno de hacer, valía la pena hacerlo bien. Inclusive aplicaron esta cancioncilla al arrancar la maleza del jardín y las flores. Kathleen continúa tratando de mostrarme que toda la tierra es un lugar para acampar y que donde quiera que estemos y donde quiera que vayamos nuestros rastros deberían borrarse junto con aquellos desconsideradamente dejados por los demás. Incluso a los golfistas se les enseña que la reparación de su propia *chuleta en el pasto debe ir acompañada con la reparación de las chuletas de otros que podrían haber sido dejadas desatendidas.

* Una chuleta es un trozo de hierba que se arranca al realizar un mal golpe con la madera o el hierro sobre el terreno.

Curiosamente, el impacto real en mi mente sobre el revestir la tierra como una parte importante de nuestro paso mortal, llegó mientras yo estaba leyendo el Talmud de cada hombre(de ninguna manera podría ser capaz de entender el Talmud por mi propia cuenta). De todos modos, al leer el Talmud de cada hombre, me conmovió especialmente la sección que enseña que el Señor, cuando creó la tierra, deliberadamente dejó su trabajo sin terminar y luego le dijo a Adán que era su responsabilidad revestir el jardín. ¿No es interesante que incluso el Jardín del Edén, que era supuestamente una belleza espectacular necesitara ser atendido? Las enseñanzas del judaísmo incluyen el concepto de que la obra quedó inconclusa con la intención de que, como parte de su probación terrenal, sus hijos terminarían el trabajo. Por lo tanto, se convierte en la responsabilidad de cada uno de nosotros el asegurarnos de que nuestro pequeño rincón del jardín sea más hermoso porque moramos en el. El Talmud insiste en que rendiremos cuentas con respecto a lo bien que hayamos cuidado de la tierra que el Señor Dios nos ha dado.

Al vivir en Misión Viejo, California diariamente se me recuerdan las posibilidades de hacer que el desierto florezca como una rosa. Mientras conduzco por las calles alineadas de vegetación florecida durante todo el año, soy testigo de la realización de las capacidades beatificantes del hombre. Creo que revestir se usa muy adecuadamente al describir nuestra responsabilidad para con la madre tierra. Me imagino que el Señor quería que la vistiéramos con las mejores galas disponibles.

Cultivar la Mente

Irónicamente, fue casi al final de mi proceso de educación formal, mientras trabajaba en mi Doctorado y asistía a un taller en Flint, Michigan, que la importancia de la educación "de principio a fin" finalmente me impactó. He escrito acerca de esa experiencia antes, así que no voy a aburrir a los que lo leyeron previamente con los detalles. Es suficiente informar que fue durante esas dos semanas que me comprometí a cultivar la mente toda la vida. Finalmente, después de pasar los primeros 32 años en una cadena llena de experiencias educativas formales, fue entonces que supe que se me acababa de ser enseñar el cómo aprender y que ahora la verdadera emoción de cultivar la mente podía comenzar.

No sé a quién darle el crédito, pero estoy seguro de que como la mayoría de las cosas de la vida no era una idea original. Cuando fui dejado a mi suerte para continuar mi aprendizaje, se me ocurrió que había algunas áreas de campos interminables en frente de mí donde quería pasar mucho tiempo, y hubo otras donde casi no quería andar. De alguna manera yo sabía que iba a ser ayudado al tomar decisiones sobre si quedarme y cavar profundamente en un campo determinado, o simplemente mirar alrededor y seguir adelante. Solo se requirió una mirada superficial a medida que trabajaba a través de 91 libros de Louis L'Amor. Sin embargo, mi última tarea de recorrer el curso de diez años de los Grandes Libros del Mundo Occidental, me ha mantenido constantemente trabajando. Ahora que estoy en el 6 º año de divagar a través de todos los volúmenes que componen esta colección, me doy cuenta de que hay muchos de los autores que han contribuido al pensamiento occidental, que he colocado en el campo de Louis L'Amour, y otros cuyas palabras se han vuelto como escritura para mí.

Para mí, tanto la profundidad del estudio y la amplitud de la exploración son importantes para mantener el cultivo de la mente fresco y emocionante. Hay estudios que hacemos debido al interés personal y otros que hacemos porque sabemos que nos van a impactar de manera positiva. Mi lectura mensual del Golf Digest es un ejemplo del primer caso, mientras que las Escrituras y las palabras de los profetas vivientes serían ejemplos de este último.

Una de las grandes bendiciones que se nos ha dado es la capacidad de procesar símbolos y palabras, y hacer que formulen ideas en nuestras mentes. Al igual que la mayoría de las bendiciones, mostramos nuestro mayor agradecimiento cuando las usamos y las magnificamos.

Glorificar a Dios

Fácilmente podría ignorar esta parte de la trilogía de José de las razones de nuestra existencia, simplemente declarando, quien soy yo para pensar que podría añadir gloria a Aquel que es todo glorioso? Podría sustituir alabanza por gloria y por lo tanto cumplir esta instrucción a través de himnos y discursos. En última instancia, debo llegar a la conclusión de que si remotamente estoy listo para glorificar a Dios, tendrá que ser a través del esforzarme por emular sus atributos, características y perfecciones.

Al igual que honro a mis padres terrenales sujetándome a lo bueno de sus vida y haciéndolas parte de la mía, así como muestro mi admiración hacia aquellos que me han asesorado tomando de sus enseñanzas y haciendo mi vida más significativa, de esta misma manera, puede ser posible glorificar a Dios, tratando de ver a través del cristal oscuro y contemplar Su luz y dejar que brille a través de mí.

Tal vez sólo sea posible que a medida que trato a los demás como Él los trataría, mientras publico la paz, como señal y testimonio de Él, mientras diariamente trato de ser como Él, de alguna manera me estoy moviendo hacia lo que José dijo que necesitaba que hacer para glorificar a Dios.

PENSAMIENTOS PARA UN DÍA SÁBADO - WILLIAM L. RILEY
EDITADO POR - KATHLEEN W. RILEY
TRADUCIDO POR - FANNY ESPERANZA STEWART VEGA

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