domingo, 27 de abril de 2014

LA PASCUA (segunda parte)


Como decía:

Quizás he cometido una gran equivocación! Comencé este Pensamiento hablando acerca del no saber los orígenes de las fechas significativas de los prominentes dias festivos de las principales religiones del mundo. Esto me llevó a investigar el cómo llegamos a tener la fecha en que celebramos el juicio, la crucifixión y la resurrección de Jesús, el Cristo. Esto a su vez dio lugar a un informe de mis estudios sobre las formas en que celebramos La Pascua a través el mundo.

Ahora, de vuelta a donde quería ir en primer lugar. Puede ser que la razón por la que no tenemos las fechas exactas de algunos de estos personajes históricos se debe a que "el cuándo" de sus vidas no es tan importante como "el qué" lograron. Voy a dejar 'el qué' de la vida de Mahoma para otro pensamiento, y usar el resto de este pensamiento en donde creo que debe estar el énfasis de la celebración de la Pascua.

EL QUÉ

La crucifixión - La Resurrección - LA EXPIACIÓN

La crucifixión - En lo que a mí respecta, se ha gastado bastante tiempo en la forma cruel e inhumana en la que el Salvador , así como muchos otros sufrieron . Mucho se ha escrito, y se han hecho suficientes películas y representaciones digitales que me bastará con decir que me resulta difícil comprender cómo alguien puede encontrar justificación en tomar la vida de cualquier persona de esta manera, y mucho menos la del Hijo de Dios.

Resurrección - Ya que soy un creyente en la continuación de la vida después de la muerte, y que fue Jesús el Cristo quien rompió las cadenas de la muerte y abrió la realidad de la resurrección para toda la humanidad, y como ya no tengo ninguna necesidad de debatir este asunto con los que encuentran esta creencia infundada o irreal, me limitaré a añadir mi testimonio de que la muerte no es el fin de la existencia de cualquier persona. ¡Nosotros, al igual que Él, nos levantaremos otra vez!

LA EXPIACIÓN - Del mismo modo que yo creo en la resurrección de todos, también creo que el Hijo de Dios, vino a la tierra para expiar los pecados y los sufrimientos del mundo.

Aunque no es mi costumbre, sino porque siento que mis propias palabras lamentablemente no lograrían el objetivo, voy a dedicar una parte importante de este pensamiento citando a Bruce R. McConkie de su libro El Mesías Mortal de las páginas 380-382.

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¿Qué es el Evangelio de la Salvación?

Libro de Mormón (3 Nefi 27:13-22)


¡Cuán glorioso es el evangelio; cuan maravillosa es la palabra; que bendito es el Señor!

El evangelio es el plan de salvación - el plan eterno del Padre Eterno. Se trata de las leyes, las verdades y los poderes de conformidad con los cuales los hijos espirituales del Padre (Cristo incluido) pueden avanzar, progresar y llegar a ser como El. Incluye la creación y el poblamiento de la tierra, los procesos de las pruebas de la mortalidad, la muerte, la resurrección y el juicio eterno. Esta fundado y basado en el sacrificio expiatorio de Cristo y es operativo por que El dio su vida por todos los hombres.

He aquí, os he dado mi evangelio, y este es el evangelio que os he dado: que vine al mundo a cumplir la voluntad de mi Padre, porque mi Padre me envió.

Es el evangelio de Dios; el plan se originó con el Padre; es su evangelio. Se refiere a Jesucristo, nuestro Señor porque Él fue elegido para venir a este mundo como el Hijo de Dios, para llevar a cabo la expiación infinita y eterna, y para poner en plena vigencia todos los términos y condiciones del plan del Padre. El Hijo hace la voluntad del Padre; el Hijo no ideo un plan y lo sugirió al Padre; el Hijo obedeció, se sometió y lo cumplió. Él abrazó y defendió la causa de su Padre.

Y mi Padre me envió para que fuese levantado sobre la cruz; y que después de ser levantado sobre la cruz, pudiese atraer a mí mismo a todos los hombres, para que así como he sido levantado por los hombres, así también los hombres sean levantados por el Padre, para comparecer ante mí, para ser juzgados por sus obras, ya sean buenas o malas; Y por esta razón he sido levantado; por consiguiente, de acuerdo con el poder del Padre, atraeré a mí mismo a todos los hombres, para que sean juzgados según sus obras.

Jesús vino a morir - a morir en la cruz. Él vino a rescatar a los hombres de la muerte temporal y espiritual traída al mundo por la caída de Adán; él vino a traer la inmortalidad a todos los hombres y la vida eterna a todos los que creen y obedecen. A través de su sacrificio expiatorio, que comenzó en Getsemaní y terminó en la cruz, Él tiene el poder de acercar a todos los hombres hacia Él, para levantarlos de la tumba, para traerlos ante el tribunal, y juzgarlos según sus obras. Anís diseño su muerte; Caifás emitió el decreto del Sanedrín que lo encontró digno de la muerte; Pilato le envió a la cruz; y los Elderes y los sumos sacerdotes se alegraron en su muerte. Todos ellos estarán ante Su tribunal. Él murió por ellos y por todos los hombres; Él murió por los Judíos y por los gentiles; Él es el Redentor del mundo.”

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Como en tantas cosas, mi comprensión de la Expiación es escasa y yo, como muchos, tiene preguntas acerca del cómo y el porqué de la misma; sin embargo, tengo la firme convicción de que Jesús el Cristo es mi Salvador y Redentor, y que todas las cosas son posibles a través de él.

Como ya he dicho en los pensamientos de este año durante la temporada de Navidad, no tengo ningún problema con los que alargan las temporadas que celebran el nacimiento de Cristo. Del mismo modo, no tengo ningún problema con aquellos que desean extender la celebración del cumplimiento del propósito del Hijo de Dios al venir a la mortalidad. Por lo tanto, si usted quiere tener un día para recordar la expiación, su muerte y su resurrección, está bien conmigo. Si desea extender sus recuerdos una semana, cuarenta días, o una cuarta parte del año, me parece que todo está bien. En cuanto a mí voy a tratar de mantener Su misión y el cumplimiento de los mismos, recordándolos todos los días de mi vida.

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