domingo, 13 de marzo de 2016

PALABRAS RECORDADAS

Sal durante mucho tiempo había soñado con el día cuando él sería capaz de guiar el ganado a las montañas alto por sí mismo. Había estado al lado de su padre cada uno de los últimos siete años, cuando condujeron su rebaño pequeño más alto y más alto en la cordillera Oquirrh. Sabía ahora que puesto que él había pasado su decimosexto cumpleaños unos meses antes, su padre era de esperar le para conducir sus ganados a la gama de montaña de verano.

Los maravillosos olores de la fiesta de acción de gracias de la madre durante mucho tiempo fueron olvidados.

El brillante colores de la Navidad fueron una vez más en su tronco en el granero.

Las Nieves del invierno estaban dando en la última forma a las hojas de Esmeralda.


Mientras Sal sentaba por la comodidad de la chimenea y escuchó a los registros de ajuste su melodía calentamiento, la voz de su padre se rompió el silencio en los inicios de su somnolencia que siempre parece acompañar a la puesta del sol.

Aunque su padre había pasado muchas horas mientras montaron arriba y abajo de la ladera de la montaña repitiendo y repitiendo la importancia de este ritual anual, por alguna razón sus palabras nunca habían tenido la fuerza que ahora parecía causar una avalancha en cascada sobre su repentina despierto.

"Es hora de que conduzca el ganado ala montaña para el verano. Mañana estoy poniendo El futuro de la familia en tus manos. Su madre y yo sabemos que nuestra confianza no sea extraviado".

Los labios de Sal se curveo un poco en las esquinas ligeramente hacia arriba de sonrisa, en parte debido a las frases corto y directas en el que su padre siempre hablaba, como si hubiera querido los con quien hablaba supiera que él no quiso perder palabras, pero mas sobre todo por la calidez que entraba en su corazón que él conocía no era procedente de la chimenea.

Sal rompió el silencio que siguió la declaración de su padre y entonces fue triste y deseaba con todas sus fuerzas que habían quedado sus pensamientos en su cabeza. Allí se cuelgan en el aire poniendo un frío en la habitación como si sólo había salido en una niebla de la mañana.

"¿Cómo puedo saber el camino?"

En las mismas constantes frases cortas su padre, con más paciencia que Sal lo recordó en su voz antes, dijo suavemente, "yo os he enseñado las señales del camino. Recordar y seguir las indicaciones.”

A la mañana siguiente, incluida contra el frío enérgico de la mañana de primavera, Sal comenzó el rebaño pequeño de ganado que representa tanto para el bienestar de su familia por la suave ladera que llevó a una abrupta subida hasta el lado oeste de las montañas de Oquirrh.

Apenas había dejado la comodidad del fondo del valle cuando de pronto se encontró mirando fijamente en el laberinto de cañones que eventualmente lo llevaría en los prados de verano donde el ganado podía pastar contento hasta otoño.

Pasando señale familiar después signo familiar parecía como si su padre estaba a su lado una vez más repitiendo esas palabras había oído muchas veces antes. Sal no sólo seguro, sino fue asombrada cómo esas preciadas palabras repicaron un dulce mensaje reconfortante en su mente. Le hacía estar seguro de la misma manera que a veces sentía cuando las palabras y la melodía de un himno iglesia vendría a él en momentos cuando él se sentía preocupado.

Recuerda los olores de la vida dando aguas son cruciales.

Los colores en los lados de los árboles dan una dirección constante.

Las estrellas estables de noche siempre reemplazará la luz del día.


En otro día en otro momento el más amoroso de los Padres estaba sentado delante de su grupo de sus niños y les dijo que su tiempo vendría.

Sospecho que universalmente nos debemos haber tenido el pase del pensamiento a través de nuestra mente, "¿Cómo podemos saber el camino?"

El Padre de los Padres, conociendo nuestros corazones, nos habría tranquilizado con las palabras suavemente, "yo os he enseñado los signos. Recordad y seguid las indicaciones.”

Rodeado por las tempestades de la vida, hacemos nuestro camino a través del laberinto de valles y montañas buscando encontrar la alegría en nuestro viaje mortal, agradecido ahora y otra vez, escuchar palabras de nuestro Padre sonando de lejos en nuestras almas.

El hedor del mal será repugnante a los justos.

Los colores de la verdad siempre aclarará el camino de los que buscan mi camino.

La oscuridad del mal siempre dará paso a la luz del Evangelio.

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