domingo, 29 de mayo de 2016

OTRA MIRADA DEL PLAN ETERNO DEL PADRE CELESTIAL 3

Espero que pude expresarme claramente en la segunda parte de este extendido Pensamiento y se entiende que creo que la preparación para el estado eterno de los niños del Padre celestial, siendo la actividad principal de su obra y la gloria, no se limita a esta esfera mortal, pero se extiende infinitamente en el pasado y además infinitamente hacia el futuro.

Espero que haya hecho claro que también creo que esto se aplica a cada uno de sus hijos individualmente así como el trabajo colectivo que está haciendo para toda su posteridad.

Si ya no ha ocurrido a usted, me deja subir un punto al contrario de estas ideas previas que deben los haber causado pensar sobre.

Alma, uno de los profetas cuyos escritos se convirtió en una parte importante del Libro de Mormón como salieron en el siglo de los 1800, junto sus hijos para darles una bendición final justo antes de su partida la mortalidad. Es interesante que su bendición a su hijo Coriantón, que había hecho algunas opciones contrarias a la palabra del Señor, (irónicamente tuvo mucho más que decir a su hijo díscolo que Helamán y Shiblon que había sido obediente – este tema suena como forraje para otro pensamiento en el futuro) hizo la siguiente declaración que deberíamos pasar algún tiempo considerando, ya que podría ser una objeción válida a las dos primeras partes de mis Pensamientos acerca de Otro Mirada del Plan del Padre celestial.

En el capítulo 42 de Alma en el Libro de Mormón en esta bendición a Coriantón, Alma enseña que esta vida es el tiempo para los hombres prepárense para encontrarse con Dios.

Si has olvidado por qué siento la limitación de nuestra preparación a nuestro tiempo pasado en la mortalidad al no ser un principio lógico, puede hacer un repaso del pensamiento de la semana pasada antes de continuar.

He encontrado otra escritura que me da una comprensión alternativa de la idea de este día mortal el día de la libertad condicional. Alma, en el capítulo 12 de su libro en el verso 24 explica a continuación.

Y vemos que la muerte viene sobre el género humano; sí, la muerte de que ha hablado Amulek, que es la muerte temporal; (es importante tener en cuenta que el principal sigue después de nuestra muerte) no obstante hay, se le concedió un tiempo al hombre en el cual pudiera arrepentirse; así que esta vida llego a ser un estado de probación; (su tema es lo que nos sucede después de morir y antes de la resurrección, por lo tanto, este espacio que habla parece estar refiriéndose a los que están el lugar que llamamos el mundo espiritual donde vamos después de mortalidad) un tiempo de preparación para presentarse ante Dios; un tiempo para prepararse para ese estado sin fin del cual hemos hablado de nosotros, que viene después de la resurrección de los muertos.

Pienso que la respuesta fácil para este tratado sería simplemente decir que 'esta vida como un tiempo preparatorio' incluye para cada uno de nosotros, de nuestra finca pre-mortal larga, cualquier período corto de nuestra existencia eterna que pasamos en la mortalidad y el eterno período que pasamos nuestra existencia post mortal.

NUESTRO ESTADO LARGO PREMORTAL:

Permítanme comenzar con el estado premortal del hijo de Dios de lo cual John habló como una introducción a su evangelio.

En el principio era el verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo fue hecha carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad.(Nuevo Testamento – John 1: 1, 14)

Si, como creemos, que este Hijo de Dios, que John se refiere como el Verbo, fue el gran Jehová lo cual dirigió a los hijos de Adán durante los años registrados en el Antiguo Testamento, entonces es fácil para nosotros entender que Jesús el Cristo, el Salvador de la humanidad había progresado suficientemente en su estado premortal de haber alcanzado la oficina de Dios, un principio que Juan el Amado claramente entendió y enseñó en su evangelio.

Supongo que rápidamente se podría decir que en esto como en muchas áreas de su vida (por ejemplo, haber pasado por mortalidad sin sucumbir al pecado) el Salvador fue una excepción. No tarda mucho tiempo en estudiar las escrituras para encontrar que todos los hijos del Padre Celestial estaban pasando por un período de prueba en su estado premortal.

Esta Alma ya mencionado enseñó que debemos intentar partir el velo y brevemente recordar cómo era nuestra prueba personal durante nuestra pre-período mortal. Él utiliza el ejemplo de aquellos que fueron preordinados para convertirse en sacerdotes y maestros en el estado premortal, pero solo toma un breve momento considerando estés versos para darse cuenta de que lo que aplica a uno seguramente aplica a todos.

Y esta es la manera conforme a la cual fueron ordenados, habiendo sido llamados y preparados desde la fundación del mundo de acuerdo con la presciencia de Dios, por causa de su fe excepcional y buenas obras, habiéndoseles concedido primeramente escoger el bien o el mal; por lo que, habiendo escogido el bien y ejercido una fe sumamente grande, son llamados con un santo llamamiento, sí, con ese santo llamamiento que, con una redención preparatoria y de conformidad con ella, se dispuso para tales seres. (Alma 13:3)

Añado a un segundo testigo a este principio que enseña de nuestro haber tenido un período preparatorio premortal algo extenso e importante.

Yo habito en medio de todos ellos; por tanto, he descendido ahora para darte a conocer las obras que mis manos han hecho, por lo que mi sabiduría los sobrepuja a todos ellos, pues reino arriba en los cielos y abajo en la tierra, con toda sabiduría y prudencia, sobre todas las inteligencias que tus ojos han visto desde el principio; yo descendí en el principio en medio de todas las inteligencias que has visto.

Y el Señor me había mostrado a mí, Abraham, las inteligencias que fueron organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas estas había muchas de las nobles y grandes; y vio Dios que estas almas eran buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A estos haré mis gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio que eran buenos; y me dijo: Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer. Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios... (Perla de gran precio, Abraham 3: 21-24)

Espero que me acompañe otra vez en la semana que viene cuando voy a seguir este pensamiento sobre otro en el Plan eterno del Padre celestial.

(Continuará)

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