domingo, 19 de mayo de 2019

ESPERANZA ETERNA 1

Como estaba leyendo en el capítulo 26 de Mosíah buscando inspiración para escribir un Pensamiento, me volví claramente consciente de que mi mente estaba saltando rápidamente de un pensamiento a otro. También me golpeó con la idea de que podría ser divertido para mí y es de esperar interesante para aquellos que leen mis Pensamientos para ir en ese tipo de viaje de mente aleatoria. Espero que no se llega a la conclusión de que este viaje no valía nada y se sintió como si estuviéramos vagando por lugares desconocidos.

1 Y aconteció que había muchos de los de la nueva generación que no pudieron entender las palabras del rey Benjamín, pues eran niños pequeños en la ocasión en que él habló a su pueblo; y no creían en la tradición de sus padres.

2 No creían lo que se había dicho tocante a la resurrección de los muertos, ni tampoco creían lo concerniente a la venida de Cristo.

3 Así que, por motivo de su incredulidad no podían entender la palabra de Dios; y se endurecieron sus corazones
.

Durante la última parte de mi vida he observado que hay muy pocos de nosotros hoy que han sido bendecidos con fe, que sin buscar muy lejos entre la familia y los amigos, pronto encontrarán muchos que tienen una gran cantidad de dificultad para entender y creer las palabras sobre las cuales podríamos haber fundado nuestra vida.

Realmente no importa la razón por la que nuestros seres queridos han llegado a su condición de incredulidad de aquellas verdades de las que hemos recibido testimonio del Espíritu Santo, todavía hará que nuestros corazones sufran y nuestras almas se entristecen.

También somos elevados con el conocimiento de que el amor es fuerte y la expiación de Jesús el Cristo, su misericordia y gracia es eterna y llegará el día en que la balanza caiga de todos nuestros ojos y veremos claramente y todos conocerán por sí mismos que Jesús es el Cristo.

Nos dejamos con nuestra creencia de que todos los que moran en la tierra son hijos de padres celestiales y tenemos un solo deber, que es tratar a todos con bondad amorosa.

5 Ahora bien, durante el reinado de Mosíah, sus números no eran ni la mitad de los del pueblo de Dios; mas por causa de las disensiones entre los hermanos, se hicieron más numerosos.

6 Porque sucedió que con sus palabras lisonjeras engañaron a muchos que eran de la iglesia, y les hicieron cometer muchos pecados; de modo que se hizo necesario que cuando aquellos que fueran de la iglesia cometieran pecado, esta debía amonestarlos.


A medida que vemos el aumento diario de aquellos que tienen dudas o niegan completamente las creencias eternas que tenemos tan queridos, a veces nos movemos a inclinarse la cabeza y a llorar y hay veces que nos hundimos en preguntarnos si la esperanza se pierde. He encontrado mucho bálsamo en el siguiente relato de Alma, que era la cabeza de la iglesia en el momento en que tantas de la nueva generación de su día había tropezado con la incredulidad.

13 Y el espíritu de Alma nuevamente se turbó; y fue y preguntó al Señor qué debía hacer en cuanto a ese asunto, porque temía hacer lo malo a la vista de Dios.

He suplicado lo suficiente por la ayuda de mi Padre Celestial para que yo pueda ser guiado y dirigido a conocer las palabras que debo hablar y cómo debo administrarles mi amor.

14 Y sucedió que después que hubo derramado su alma entera a Dios, la voz del Señor vino a él, diciendo:

15 Bendito eres tú, Alma, y benditos son aquellos que fueron bautizados en las aguas de Mormón. Bendito eres por causa de tu extremada fe en tan solo las palabras de mi siervo Abinadí.

16 Y benditos son ellos a causa de su extremada fe en tan solo las palabras que tú les has hablado.

17 Y bendito eres porque has establecido una iglesia entre este pueblo; y serán establecidos, y ellos serán mi pueblo.


¿He reconocido y contado suficientemente las bendiciones que han sido derramado sobre mí? ¿He reconocido específicamente la bendición de haber recibido un testimonio del Espíritu Santo concerniente a la veracidad de las palabras de las escrituras y de los profetas vivientes?

18 Sí, bendito es este pueblo que está dispuesto a llevar mi nombre; porque en mi nombre serán llamados; y son míos.

Aunque no pueda ver los frutos de mi trabajo durante esta vida como lo hizo el Profeta alma, mi fe es suficiente para llenar mi ser con la esperanza de que durante las eternidades veré a mis amigos y familiares, que en la actualidad son incapaces de ver claramente , tienen sus dudas borradas de sus mentes y lo sabrán.

19 Y porque me has consultado concerniente al transgresor, bendito eres.

20 Mi siervo eres tú; y hago convenio contigo de que tendrás la vida eterna; y me servirás y saldrás en mi nombre y reunirás mis ovejas.


Si correctamente entiendo la responsabilidad de ser un discípulo del Señor Jesús el Cristo, es que he sido llamado a invitar a todos a venir a El, pero la rendición de cuentas por sus elecciones permanece con ellos. Sin embargo, sería una falta si utilizare este entendimiento como una excusa para retener mi testimonio o mi testigo.

21 Y el que quiera oír mi voz será mi oveja; y lo recibirás en la iglesia, y yo también lo recibiré.

22 Porque he aquí, esta es mi iglesia: Quienquiera que sea bautizado, será bautizado para arrepentimiento. Y aquel a quien recibas, deberá creer en mi nombre; y yo lo perdonaré liberalmente.


Durante mi vida he tenido la prioridad de llegar a conocer los vastos golfos que hay, hacen y harán a existir entre los hijos de nuestro Padre Celestial acerca de sus oportunidades desiguales de ser invitados a venir al Salvador. También, ya que he tenido la bendición y el privilegio de pronunciar la bendición de sellamiento sobre generaciones de los hijos de nuestro Padre Celestial; me ha dejado con un fuerte testimonio de la unidad de la obra que existe no sólo en el lado mortal del velo, sino también en el lado eterno de ese velo.

Por lo tanto, mi corazón se hincha afirmando con la verdad en el testimonio de Pablo que Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los mas dignos de conmiseración de todos los hombres. (1 Corintios 15:19

Sé que debo perseverar en mi ministración con amor sincero y espero incesantemente en mis escasos esfuerzos para persuadir a mis amigos y seres queridos de venir a Jesús el Cristo.

(Continuación)


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

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