domingo, 26 de mayo de 2019

ESPERANZA ETERNA 2

Ya que esta es una continuación del Pensamiento de la semana pasada voy a incluir el párrafo introductorio antes de continuar mis Pensamientos errantes.

Como estaba leyendo en el capítulo 26 de Mosíah buscando inspiración para escribir un Pensamiento, me volví claramente consciente de que mi mente estaba saltando rápidamente de un pensamiento a otro. También me golpeó con la idea de que podría ser divertido para mí y es de esperar interesante para aquellos que leen mis Pensamientos para ir en ese tipo de viaje de mente aleatoria. Esperemos que no se llega a la conclusión de que este viaje no valía nada y se sintió como si estuviéramos vagando por lugares desconocidos.

23 Porque soy yo quien tomo sobre mí los pecados del mundo; porque soy yo el que he creado al hombre; y soy yo el que concedo un lugar a mi diestra al que crea hasta el fin.
Agradezco que mi fe en la Expiación de Jesús el Cristo me haya sostenido durante mi vida y que continúe creciendo a medida que crezca en la edad.


24 Porque he aquí, en mi nombre son llamados; y si me conocen, saldrán; y tendrán un lugar a mi diestra eternamente.

25 Y acontecerá que cuando suene la segunda trompeta, entonces saldrán los que nunca me conocieron, y comparecerán ante mí.

26 Y entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios, que soy su Redentor; mas ellos no quisieron ser redimidos.


Estoy agradecido por las visiones que han iluminado mi mente, ya que tuve el privilegio de ministrar a aquellos en el lado eterno del velo. Agradezco que esa luz fortalezca mi creencia de que la invitación a los hijos del Padre Celestial a venir a Jesús el Cristo continuará eternamente.

Nunca debo permitir que mi creencia en la eternidad de la obra del Señor hace que mis esfuerzos se disminuyan mientras yo estoy en este cuerpo mortal.

27 Y entonces les confesaré que jamás los conocí; e irán al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles.

28 Por tanto, te digo que al que no quiera escuchar mi voz, no lo admitirás en mi iglesia, porque a este no lo recibiré en el último día.

29 Te digo, por tanto: Ve; y al que transgrediere contra mí, lo juzgarás de acuerdo con los pecados que haya cometido; y si confiesa sus pecados ante ti y mí, y se arrepiente con sinceridad de corazón, a este has de perdonar, y yo lo perdonaré también.


Tengo que admitir que estos versículos me hacen preguntarme acerca de mi creencia en los esfuerzos eternos del Padre y del Hijo para llevar a pasar nuestra vida eterna y la inmortalidad de todos nuestros hermanos y hermanas. En un momento de mi poco entendimiento me hizo poner este dilema en el estante de las cosas que me preguntaba cuando pasé por el velo, pero más recientemente he llegado a creer que muchas veces la palabra se presenta con urgencia para que los mortales procrastinaste seriamos menos propensos a apagar el día de nuestro arrepentimiento.

30 Sí, y cuantas veces mi pueblo se arrepienta, le perdonaré sus transgresiones contra mí.
El Señor da una gran pista, que la obra de su Padre no tendría fin para ninguno ni para todos nosotros.

31 Y también os perdonaréis vuestras ofensas los unos a los otros; porque en verdad os digo que el que no perdona las ofensas de su prójimo, cuando este dice que se arrepiente, tal ha traído sobre sí la condenación.

32 Y ahora te digo: Ve; y el que no quiera arrepentirse de sus pecados no será contado entre mi pueblo; y esto se observará desde ahora en adelante.

33 Y aconteció que cuando Alma hubo oído estas palabras, las escribió para conservarlas, y para juzgar al pueblo de la iglesia según los mandamientos de Dios.

34 Y aconteció que Alma fue y, de acuerdo con la palabra del Señor, juzgó a los que habían sido sorprendidos en la iniquidad.

35 Y a quienes se arrepintieron de sus pecados, y los confesaron, él los contó entre el pueblo de la iglesia;

36 y los que no quisieron confesar sus pecados, ni arrepentirse de su iniquidad, tales no fueron contados entre el pueblo de la iglesia; y sus nombres fueron borrados.

37 Y sucedió que Alma reguló todos los asuntos de la iglesia; y empezaron nuevamente a tener paz y a prosperar grandemente en los asuntos de la iglesia, andando con circunspección ante Dios, admitiendo a muchos y bautizando a muchos.


Creo que hay algunas instrucciones que se dan para ocasiones específicas. Me parece que, dado que en estas instrucciones se incluyó un juicio que podría llevar a la excomunión de la iglesia, hay una fuerte posibilidad de que debemos tener mucho cuidado al usarlos como guía universal.

38 Y todas estas cosas hicieron Alma y sus consiervos que dirigían la iglesia, andando con toda diligencia, enseñando la palabra de Dios en todas las cosas, padeciendo toda clase de aflicciones y sufriendo persecuciones de todos aquellos que no pertenecían a la iglesia de Dios.

39 Y amonestaban a sus hermanos, y también recibían amonestación, cada uno por la palabra de Dios, de acuerdo con sus pecados, o sea, los pecados que había cometido, habiéndoles mandado Dios que oraran sin cesar y dieran gracias en todas las cosas.


Soy muy consciente cuando leo las palabras toda diligencia, todas las cosas, todo sufrimiento y toda persecución que me queda para examinar mi debilidad y mi pequeñez personal en mi ministración a mi familia y amigos.

Estoy impresionado con la magnitud de la palabra amonestar, que suena en mi mente como una campana suave y tonificada que nos llama a venir a Cristo.


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

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