domingo, 27 de noviembre de 2011

PENSAR ANTES DE ACTUAR

Sospecho que si hay alguna validez en el dicho, " aprendemos de nuestros errores", entonces han habido algunos periodos en mi vida cuando la curva de aprendizaje era muy empinada, llena de intensos momentos educativos.

Durante algunos meses había estado trabajando en mi "tiempo libre" construyendo un segundo baño en nuestra casa. Los ocho de nosotros habíamos vivido en nuestra casa durante siete años, con un solo baño. Tener un solo baño, con todos esos cuerpos, fue todo un aprendizaje, pero esa será una historia que tendrá que ser contada en su debido tiempo.

Estuve muy satisfecho cuando finalmente termine el segundo baño y todo lo que faltaba era poner el linóleo. Fue en esa etapa del proyecto en que finalmente conecte el agua en el baño. Cuando abrí la llave del agua fui saludado por un mísero flujo de agua que goteaba del grifo. Para mi sorpresa, descubrí que se había juntado un montón de agua en varios lugares de las paredes que estaban terminadas. Los siguientes cuatro días los pase desesperadamente descubriendo nuevas fugas, arreglándolas y reparando las paredes y el piso del baño que ahora había sido construido por segunda vez. Espero que algunos de ustedes sean capaces de apreciar la notable dedicación que estaba demostrando en la búsqueda del aprendizaje.

No creo que se requiera una imaginación muy viva para evocar en sus mentes los numerosos "deberías haber.", que fueron expresados libremente por familiares y amigos que se habían designado así mismos como supervisores de la acera.

Después de haber sufrido en carne propia a través de las frustraciones y las angustias de la construcción del "cuarto de baño dos veces construido", no siento que es esencial exponer más mi ignorancia, detallando los muchos lugares en que me perdí. Estoy seguro de que será suficiente mencionar que cuando estaba usando el último clavo al reemplazar el piso, regocijándome en el hecho de que por fin había encontrado y reparado la última fuga, el clavo le pego a la tubería de PVC y el piso tuvo que ser arrancado y cambiado por tercera vez. Por alguna razón desconocida, décadas más tarde, siempre que cualquier persona de nuestra familia habla sobre el baño se le conoce como el baño 'maldito'. Personalmente, voy a seguir llamándolo el "el baño construido dos veces" o el "baño azul.

Hace muchos siglos un rey sabio y justo, en una tierra olvidada en las Américas, llamado Benjamín amonestó a su pueblo de "que todas las cosas deben hacerse con prudencia y en orden." (Mosíah 4:27) Esperemos que, después de haber construido un baño dos veces halla "aprendido a través de los golpes duros" entendiendo que es más sabio conectar y probar un sistema de tuberías antes de sellar todas las tuberías en el interior de las paredes y pisos.

Oh, que el orden correcto de todas las lecciones de la vida fuera tan fácil de aprender y pudiera ser reparado con sólo unos pequeños ajustes!

Oh, que podamos ser lo suficientemente sabios para recoger la sabiduría de los siglos pasados, de modo que los dolores al descubrir y reparar una vida desordenada no sean necesario sufrirlos personalmente por todos!

Oh, que podamos ser lo suficientemente sabios como para mantenernos dentro de los límites del orden que ha sido probado y demostrado ser verdadero!

Oh, que la alegría del orden de la casa de nuestro Padre no sea extinguido por las malas decisiones tomadas a toda prisa!

Creo firmemente que así como se construye dos veces un baño, así es la vida:

Aprender primero los propósitos de la vida nos da entendimiento en cuanto a cómo debemos ordenar nuestros pasos progresivos.

El orden en las fases de la vida ayudará a eliminar la frustración y la ansiedad, y nos llevará a cumplir nuestros propósitos designados en la vida.

Al movernos sucesiva y ordenadamente a través de las experiencias de la vida, podremos crecer cada vez más hacia nuestros Padres Celestiales y por lo tanto cumplir con el propósito principal de la vida, que es el que podamos tener gozo.

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