domingo, 29 de julio de 2012

UNA ELECCION SABIA Y MARAVILLOSA

Los arqueólogos están capacitados para hacer juicios sobre los logros de las civilizaciones antiguas, basados en los artefactos que han sobrevivido los encantos y la corrosión del tiempo, calificando una época bastante larga como ' La Edad de Piedra ", debido a unas cuantas simples herramientas que se han descubierto, fechando y categorizando otra como " La era industrial" para describir las acciones de los hombres, mientras comenzaban a abandonar sus granjas y a congregarse en las ciudades alrededor de las fábricas con el fin de facilitar la producción de artículos.

Yo soy de los que se sienten un poco incómodos con la deducción de la arqueología que registra los logros de los mortales basada en tan solo unos pocos pedazos.

Cuán agradecidos debemos estar que nuestro amoroso Padre Celestial no es un arqueólogo fanático. Debemos dar continuas gracias de que El nunca hará amplias generalizaciones sobre los logros de sus hijos basado en la acumulación de sus compañeros. Debemos encontrar consuelo sabiendo que la vida de cada hijo será juzgada de manera independiente, de acuerdo a sus propios esfuerzos, logros y progresos.

Esta preocupación individualista de nuestro Padre Celestial, se demostró dramáticamente en la historia bíblica de la de las ciudades gemelas de Sodoma y Gomorra. A través de una visión se le prometió a Abraham que si por lo menos se pudieran encontrar diez justos en las ciudades, todos los habitantes se salvarían por su bien. Resulto que sólo las familias de su primo Lot se salvaron mientras llovía fuego del cielo.

Es una de las verdaderamente buenas nuevas del Evangelio, que aunque vivamos en la tierra en una época en que la humanidad está practicando un estilo de vida inhumano, nuestra dignidad por un lugar en el Reino de Dios, será juzgada únicamente por nuestra observancia a Sus principios revelados.

Elías hace mucho tiempo invitó a la gente de su época a que eligiera entre Jehová y Baal.
Al igual que en esos días, debemos asimismo aprender a aclarar las prioridades justas.

Ya no podemos caminar en paz por dos caminos divergentes más de lo que el antiguo Israel pudo, al tratar de servir tanto a los falsos ídolos y al verdadero Dios, y seguir siendo el pueblo del convenio.

Diariamente debemos decidir si "cerrar una venta" es más importante que el mantenerse totalmente honestos en nuestros tratos.
Constantemente debemos determinar si vamos a llenar nuestra mente con la vulgaridad o a dominar nuestros pensamientos con la pureza.

Nos relacionamos con nuestros semejantes en las sombras de lo profano, o andamos bien al lado derecho de la línea de la integridad?
¿Se ha convertido 'el nivel social' en un indicador de nuestro valor más importante que el barómetro que mide qué tan bien estamos sirviendo a nuestros semejantes?

Josué declaró que estas decisiones no debían detenerse, sino que debían hacerse hoy.

Es hoy cuando debemos decidir si queremos que nuestras vidas sean juzgadas por un futuro excavador mientras examina los plásticos y los poliésteres que se han ido acumulando en gigantescos montones por toda la tierra.

Es hoy que tenemos que vivir nuestras vidas con el deseo de ser juzgados por un amoroso Padre Celestial, que buscara en nuestras almas individuales y con su infinita sabiduría, misericordia y omnisciencia, será capaz de ver con total claridad y realidad absoluta lo que cada uno ha llegado a ser.

Debemos siempre recordar que Él nunca determinará nuestro nivel de progreso por el inventario de las cosas materiales que hemos acumulado, sino que examinara nuestras almas para ver cuan cerca hemos llegado a emular las cualidades de nuestros Padres Celestiales.

Encontraremos el consuelo de que él nunca mirara ' a los vecinos de al lado' con el fin de determinar hasta qué punto he llegado, pero siempre me juzgara de acuerdo a mis habilidades, oportunidades y progreso personal.

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