domingo, 8 de junio de 2014

TESOROS ETERNOS

Nuestro hijo Sean y su amigo Peter se reunieron con nosotros la semana pasada para almorzar en uno de nuestros restaurantes favoritos de comida Mexicana. Además de celebrar el cumpleaños de nuestro hijo y disfrutar de un almuerzo maravilloso, fuimos bendecidos con la vista del Océano Pacífico mientras estábamos comiendo. Pude apuntar en mi diario que ese fue un tiempo maravilloso. La visita continuó cuando volvimos a casa y Kathleen compartió sus dos volúmenes de recuerdos de nuestro crucero por las islas británicas el pasado verano. Ya que ellos salen para Inglaterra y Escocia en un par de semanas, parecían realmente disfrutar los libros que ella había hecho de nuestro viaje. Bueno, a decir verdad, Peter parecía tener mucho más interés que Sean. Tal vez porque aun extraña la madre patria.

Kathleen también pasó tiempo mostrando el montón de 'tesoros' que hemos acumulado durante nuestros cincuenta y tantos años de matrimonio y que heredamos de nuestros padres ya fallecidos. Antes de que se fueran, Peter dijo que nuestra casa era como un museo. Kathleen la llama una bodega. Curiosamente, a pesar de que había habido un buen número de 'oohhs' y 'aahhs' durante el día, cuando ellos se fueron sólo se llevaron una cajita de cosas más bien insignificante.

En realidad ha sido una experiencia difícil el tratar de vaciar los 'tesoros' de nuestro ahora llamado" museo" a nuestros hijos cuando vienen de visita.

Mientras nuestros hijos se han negado una y otra vez, la visión de verlos recolectando nuestros tesoros después de que nuestro paso por la tierra haya pasado "como si fuera un sueño", con un basurero gigante y un camión del Deseret Industries (tienda de segunda mano) estacionado en frente al "museo" realizando una especie de clasificación que va como así: basurero, camión, basurero, basurero, basurero, camión, camión, camión, basurero, basurero, Erin. Esta rotación se repetirá hasta que el basurero se rebose, el camión de Deseret Industries se llene y el Museo quede vacío.

Mientras que el tiempo para que esta visión virtual se vuelva realidad se acorta, mi preocupación por lo que ocurra con las cosas también disminuye. Pero esto me hace pensar en cuál es el valor real de nuestro ser en este hermoso planeta. Parece que el valor real de nuestras vidas es aquel que nos llevamos con nosotros y no lo que dejamos atrás.

La comodidad que había disfrutado en el 'museo' de mis padres durante mis años de formación, terminó cuando deje 'todo eso' con una pequeña bolsa de cosas y Kathleen y yo empezamos nuestra propia colección. Sin embargo, lo que no deje atrás fueron los videos de mis de padres que podría prender y ver el resto de mi vida mortal y anticipo que aun más allá. Fue eso lo que me llevé conmigo.

Mi educación formal se extendió a lo largo de varios estados y muchos de mis años mortales. Probablemente me senté en más de 100 aulas y salas de conferencias y nunca pensé en eliminar un elemento de las cosas que adornaban esos lugares. Sin embargo, lo que fui capaz de eliminar fue una amplia gama de ideas y puntos de vista de lo que el mundo es y lo que deberíamos hacer mientras moramos en este mundo. Me llevé de esos años una sed de aprendizaje, una búsqueda por entender, y referencias y recursos que he sido capaz de usar en momentos de necesidad. Fue eso lo que me llevé conmigo.

Mi carrera como maestro en el Sistema Educativo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se extendió por más de 50 años. Tuve a mi disposición bibliotecas, audiovisuales, escritorios, cuadros, planes de lecciones y todas las otras cosas que se consideran esenciales para crear un entorno de enseñanza y aprendizaje. Cuando finalmente regresen los marcadores, el total de cosas que deje conmigo fueron mis archivos y unos cuantos libros. Sin embargo, también me llevé conmigo el recuerdo de los estudiantes, algunos de los cuales ahora se han unido a mí en la tercera etapa de mi vida. Si la enseñanza es realmente la mejor manera de aprender, me llevo conmigo un tesoro de aprendizaje repetitivo y el recuerdo del ser capaz de compartir lo que había aprendido. Fue eso lo que me llevé conmigo.

Cuando este a las 'Puertas del Cielo’, realmente dudo que este tentado a mirar hacia atrás la escena de mis descendientes jugando basurero, camión, mío. Sospecho que estaré contando las bendiciones de todo lo que he tenido el privilegio de aprender y esperare ansiosamente el poder hacer todas esas preguntas sin respuestas y seguir adelante con la misión de llenar todos los espacios en blanco en mi banco de conocimientos. Es eso lo que debería tener conmigo eternamente.

Oro hay, y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosos son los labios del saber. (Proverbios 20:15)

Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento, a fin de que conozcas los misterios y las cosas apacibles, aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna. (Doctrina y Convenios 42:61)

Oh, cuán grande es el plan de nuestro Dios! Porque por otra parte, el paraíso de Dios ha de entregar los espíritus de los justos, y la tumba los cuerpos de los justos; y el espíritu y el cuerpo son restaurados de nuevo el uno al otro, y todos los hombres se tornan incorruptibles e inmortales; y son almas vivientes, teniendo un conocimiento perfecto semejante a nosotros en la carne, salvo que nuestro conocimiento será perfecto. (2Nefi 9:13)

Y hallarán sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí, tesoros escondidos; (Doctrina y Convenios 89:19)

Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantara con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevara la ventaja en el mundo venidero. (Doctrina y Convenios 130:18-19)

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