domingo, 8 de enero de 2017

BUENAS INTENCIONES

No es la antorcha que ilumina el camino, pero la llama.

No es el libro que inspira, pero las palabras.

No es el piano que hace que la música, pero los dedos.

No es el deseo que ayude a otro, pero el hecho.


Uno de mi madre a menudo frases entrecomilladas fue 'el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones'. No veo que se ganaría mucho dando detalles de los eventos de mi vida joven que estimuló la frecuente repetición de estas palabras, pero siento la lección finalmente se rompió a través de mi grueso de cráneo y me ha servido bien.

No es la semilla que hace que las plantas crecen, pero la plantación.

No es el sol, que se multiplica la semilla, pero la crianza.

No es la maleza que arruinan la cosecha, pero la falta de tracción.

No es el cultivo que llena nuestro estómago, pero la cosecha.


Pasé dos veranos trabajando en un rancho de mi tío Owen que el su familia estaban cuidando para un dueño que creó ganado de competencia. Creo que mi madre y mi padre habían llegado a la conclusión de que sería algo bueno para mí aprender sobre el trabajo y la naturaleza de manera más concentrada que lavar los platos y cortar el césped en casa. Uno de los refranes favoritos de tío Owen fue 'nunca posponer hasta mañana lo que puedes hacer hoy.' Mayoría de las veces lo que quiso decir cuando él utilizó la palabra 'puede' en esa frase, él realmente quiso decir 'si' de 'debe'. En el momento en que terminé mi aprendizaje ganadero el principio de hacer las cosas bien y de manera oportuna había sido plantado firmemente en mi alma.

No es la costura que es lo primera, pero el patrón.

No es la estructura de la casa que es lo primera, pero el diseño.

No es sobresalir de un talento que viene primero, pero la práctica.

No es el libro que viene primero, pero las horas de escribir.


Entre mi tercer y cuarto año de secundaria aseguro un trabajo de verano maravilloso con Morgan Gardner trabajando en el comercio de tornería. (Tendría que llevarte a través de una larga historia que está más allá del objetivo de esta idea para explicar lo que tornea es, por lo que sólo tendrá a google lo). Sospecho que nunca se sabe si era porque estaba que citaba a su hija, Shirley, en el momento o porque mi padre era el obispo del barrio donde todos asistimos, pero de todos modos tener este trabajo financio la mayor parte de mí y finalmente nuestras necesidades y deseos hasta que se convirtió en un maestro en el sistema educativo de la iglesia. Contribución principal de Morgan a mi proceso de maduración fue 'cada paso se debe hacer bien y en su orden correcto'.

No es el clavo que asegura la Junta, pero el brazo que libras el martillo.

No es el tiempo que das ruinas a la madera, pero la falta de la mano en el pincel de pinto.

No se trata de los ladrillos que fijen una pared, pero la capa de aplicación de cemento y mortero

Las tejas de un techo, pero el sudor del instalador que no es.


No sé si mis padres tenían un plan maestro, pero estoy agradecido por la forma de estos eventos de mi vida y como se desarrollaron y realizaron su moldeado en mi personaje. Estoy agradecido que aprendido como poner intenciones en acción, hacer las cosas de una manera oportuna y adecuada para junto con el multitudinario otras lecciones que punieron su marca.

No es las lecciones que se enseñan que nos cambia, pero las que aprendemos y aplicamos.

No se trata de las verdades que nos cambian, pero los que entendemos y vivimos.

No se trata de los años se nos da, pero qué hacemos con los que nos asignan.

No es la bendición que recibimos, sino cómo manejamos eso mayordomo.


Aunque el primero de cada año es generalmente reservado para el establecimiento de nuevas metas, he descubierto que es un tiempo maravilloso para recordar todo lo que ha pasado que nos trajo a cualquier punto de la vida en la que podríamos haber llegado. Esperemos que, como estamos recordando seremos estimulados hacia el cumplimiento de algunas de esas resoluciones recientemente.

No es la antorcha que ilumina el camino, pero la llama.

No es el libro que inspira, pero las palabras.

No es el piano que hace que la música, pero los dedos.

No es el deseo que ayude a otro, pero el hecho.


PENSAMIENTOS PARA UN DÍA DE REPOSO – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

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