martes, 3 de enero de 2017

PENSAMIENTOS PARA LA TEMPORADA DE LA NAVIDAD!! - EL DECIMO DIA DE LA NAVIDAD


SI EL NIÑO JESÚS NO HUBIERA ESTADO EN EL PESEBRE


Martes, 3 de enero de 2017

Esta semana mis pensamientos se han centrado en aquella noche en la que el Salvador del mundo vino y habitó entre los hombres.

¿Te has preguntado alguna vez cuán diferente habría sido la historia del mundo si el niño Jesús no hubiera nacido? ¿Cuán diferente habría sido el mundo en el que vivimos si Jesús nunca hubiera nacido?

¿Te has preguntado cuan diferente sería tu vida si el niño Jesús nunca hubiera nacido?

Aunque mis pensamientos están lejos de ser exhaustivos en este tema de temas, te ofrezco los siguientes pensamientos como un trampolín para ayudarte en tus propias cavilaciones.

Si el niño Jesús no hubiera estado en la pesebre aquella primera noche de Navidad:

No existiría el asombro de la Anunciación ni del milagroso nacimiento que siguió a ella.

No existiría la asombrosa presencia de los Magos ni la maravillosa estrella que ellos siguieron en el cielo oriental y que brilló sobre Belén.

No habría recuerdos de pastores que hubiesen oído cantar a los ángeles cuando cuidaban sus rebaños cerca al arroyo de esa villa bendita

En Belén no existiría una capilla sobre la gruta en dónde el Redentor de la humanidad habría estada envuelto en pañales

No nos maravillaríamos por Aquel que anduvo por las pruebas y desafíos de la vida sin pecado, yendo siempre con firmeza hacia la perfección

No podríamos leer acerca de las más nobles o las peores acciones de los hombres realizadas en Su nombre a través de la historia

No habrían existido discípulos deseosos de vivir como testigos de Su divinidad y dispuestos a morir para poner un sello a esos testimonios

Nunca habría existido una sola alma que expresara agradecimiento por Su expiación, la cual nos abrió las puertas hacia la Vida Eterna.







Si el niño Jesús no hubiera estado en la pesebre aquella primera noche de Navidad:

Las noches de diciembre no estarían llenas de chispa y brillo.

No tendríamos Black Friday, ni Ciber Lunes, ni ir de compras hasta agotarnos.

No veríamos Santas vestidos de rojo, duendes vestidos de verde o juguetes llenando la imaginación de niños de todas las edades.

No tendríamos luminosos árboles decorados con ángeles o estrellas dentro de nuestros hogares.

No pasaríamos tiempo poniendo sobre mantas escenas de la natividad ni horas elaborando villas en miniatura.

No tendríamos recuerdos de largos viajes para estar con nuestras familias y gozar de las delicias preparadas hasta el final del día.

No tendríamos esas noches en vela que dan comienzo a las alegres mañanas en las que nos abalanzamos sobre los regalos y luego meditamos sobre cuán rápido pasó ese alegre momento.

No habría pequeños pastores caminando con largos mantos, ángeles con halos torcidos, ni habría niños que recordasen que alguna vez fueron María o José como lo narra Lucas.

No nos habríamos unido a gozosos oyentes para escuchar los coros de la época que llenan salones con villancicos de todo el mundo.








Si el niño Jesús no hubiera estado en la pesebre aquella primera noche de Navidad:


Mi vida tendría menos significado y propósito, y yo hubiese errado sin una luz que me guíe.

Mis días tendrían más momentos de ansiedad y estrés y menos momentos de paz y felicidad.

Mis sentimientos en cuanto al matrimonio y la familia se habrían alterado dramáticamente y no hubiera llegado a conocer nunca la bendición del amor incondicional.

El razonamiento que me lleva a tomar decisiones hubiese estado fundado en un diferente grupo de valores, por lo tanto, me hubiese llevado a resultados muy diferentes en mi vida.

En mi vida mis temores basados en la incertidumbre hubieran aumentado y mis esperanzas hubieran menguado.

Mi fe en que por medio del Señor Jesucristo la salvación y la resurrección son una realidad no habría podido sostenerme.








He dejado espacio entre las secciones para que, si lo deseas, puedas agregar tus propias cavilaciones sobre cuán diferente hubiera sido tu vida si el niño Jesús no hubiera estado en la pesebre aquella primera noche de Navidad:


PENSAMIENTOS PARA LA TEMPORADA DE LA NAVIDAD – WILLIAM L. RILEY

EDITADO POR – KATHLEEN W. RILEY

TRADUCIDO POR – WALTER I. CRUZ

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